El año 2019 se nos va y con él tanta imagen y remembranzas del cine, ya sea en sala o desde casa. He querido poner énfasis, esta vez, en aquellos films, que entregaron un aporte en lo específicamente cinematográfico, a través del relato, punto de vista o montaje, logrando una obra plena y singular narrativa audiovisual. Quiero destacar diez películas que en mi opinión poseen características cinematográficas suficiente y al mismo tiempo me han gustado mucho en lo personal y que, por tanto, simplemente quiero compartir. El orden que establezco es arbitrario y obedece a mis gustos personales.
10. Dolor y gloria
Del consagrado director español Pedro Almodóvar quien en esta ocasión establece una conexión íntima con el público. La película tiene una feroz dimensión política. Salvador ofrece al analfabeto Eduardo acceso a una educación que le ha sido negada por las desigualdades más amplias de la sociedad (el analfabetismo en España en 1960 era cercano al 15%). Los vestigios del franquismo sociológico también contaminan el presente. Cuando Salvador viaja al barrio obrero de Vallecas, en el sur de Madrid, para conseguir heroína, los grafitis en la pared dicen «Hermana, te creo», lo que fija la película en un pasado muy reciente. Es una referencia al caso de la «manada de lobos», en el que cinco hombres de Sevilla acusados de violar en grupo a una joven de 18 años durante los encierros de Pamplona en 2016. La decisión de Almodóvar de presentar el mural -que recreó para el rodaje- lo alinea con las voces progresistas en un país dividido por líneas políticas opuestas. Tema contemporáneo y además con una mirada autoral donde la sensibilidad cinematográfica de Pedro vuelve a aparecer, tal como en “Volver” o “Hable con ella”.
9. Midsommar
El director de Hereditary (Ari Aster) regresa con esta nueva película que prescinde de los áticos o los fantasmas, en cambio es un alucinante folclore deterror psicológico similar al clásico de The Wicker Man (1973). Lo incontrovertiblemente sobrenatural está ausente. Pero hay por otro lado una inminencia acechante, sobrenatural, que parpadea alrededor de los límites de la acción, como si algo fantasmal pudiera manifestarse en cualquier aspecto de la realidad. Una película inquietante a plena luz del día, que nos recuerda en parte a It follows pues su metafísica de lo crispado se asoma constantemente en el cotidiano junto a los demás.
8. Gräns
Enormemente inventiva, apenas clasificable… Gräns (Borde) es una obra al lado del camino en más de un sentido: una historia de personajes que intentan encontrar su lugar en un mundo al que no parecen pertenecer; una película que usa elementos mitológicos o sobrenaturales extraños en un entorno cotidiano de hoy en día; y una obra que parece arquetípicamente escandinava en sus imágenes y sensibilidad, aunque está hecha por un director nacido en Irán (Ali Abbasi). Una película brutal, intensa, que no deja indiferente.
7. Dylda
La extraordinaria segunda película del nobel director ruso (Kantemir Balagov), muestra la febril amistad de dos enfermeras en un hospicio soviético de la Segunda Guerra Mundial tras el asedio de Leningrado. Si bien el tema que trata Dylda (también conocida como Beanpole) es lacerante, no obstante, el film no tira golpes exactamente, el modo en que afronta esta obra Balagov no pretende mostrar la bajeza humana con miseria. Hay una poesía profunda y acogedora en la puesta en escena de este joven autor en todo momento, y su narración es impecable por su pudor y delicadeza. La agudeza psicológica y el control formal sobre su extensa historia lo marcan como un artista valioso dentro de la nueva cinematografía rusa a considerar.
6. Marriage Story
A medio camino entre Woody Allen y Bergman, Baumbach dirige a sus actores (Scarlett Johansson, Adam Driver) con una profunda comprensión de las relaciones íntimas. Las peleas con los seres queridos a menudo se disuelven en risas cuando alguien grita algo ridículo, y luego se vuelven a fundir en una furia inquebrantable en pocos momentos. El público puede esperar una visión despiadadamente sombría de la vida matrimonial, pero aquí hay humor tanto físico como situacional, y un toque fresco en el montaje. Baumbach revela la incomunicación de la pareja en cada plano como un hilo conductor de la ´soledad como condición humana. Ellos se miran, pero son incapaces de transmitir aquello que podría haber cambiado el curso de sus vidas.
5. High Life
Esta extraordinaria aventura de ciencia ficción exilia al convicto de Robert Pattinson al espacio junto con Juliette Binoche, y sondea los alcances exteriores de los tabúes humanos. Inflexible y enigmática, High Life no renuncia en absoluto a la fuerza filosófica y visual, a la dificultad y a la seducción, que han hecho que los films de Claire Denis se encuentren entre los más convincentes del cine contemporáneo… High Life es menos una visión torcida del presente que una película de impulsos primarios y crímenes arcaicos, rebosante de un cierto temor existencial.
4. The ligthhouse
Un juego a dos manos en los confines claustrofóbicos de un faro del siglo XIX que canaliza el espíritu de Herman Melville. Ambos actores están soberbios: Robert Pattinson ofrece su actuación más ansiosa, intensa y física hasta la fecha, mientras que Willem Dafoe, con el rostro rugoso y barba de Tritón, ordeña los clichés de su personaje de la vieja sal … La película nos lleva a una espiral de locura y lanza sus imágenes de sueño en olas rompientes. Lo que mantiene a flote este barco de pesadilla, junto con las actuaciones, es el estilo fenomenalmente inventivo de la película
3. Portrait de la jeune fille en feu
Ver el inquietante y revolucionario cuarto largometraje de Céline Sciamma hace meditar en todos los falsos dramas de época que el cine nos ha dado. Acá los hombres son desterrados a un segundo plano en este romance reflexivo y tierno del siglo XVIII entre una pintora, Marianne (Noémie Merlant), y su súbdita involuntaria Héloïse (Adèle Haenel). Sciamma esquiva cualquier indicio de melodrama, optando por tratar las emociones con delicadeza y fidelidad durante un tiempo suprimiéndolas en miradas y gestos en lugar de verterlas en palabras. Tampoco convierte a la madre de la condesa de Héloïse (Valeria Golino) en una tirana, sino que ella es una matriarca obediente que quiere lo que la sociedad decreta como lo mejor para su hija. En una historia más tradicional, Marianne, como pintora no aristocrática, podría haber sido tan fácilmente un símbolo de impotencia al estilo Jane Eyre, Sciamma, en cambio, la vuelve una presencia más radical. Héloïse se maravilla por el hecho de que Marianne no tiene que casarse, y poco a poco comienza a confiar en ella, incluso permitiéndole pintar su retrato. Sciamma se toma su tiempo con delicadeza ante la oleada de pasión. Más tarde, el énfasis está en la ternura postcoital más que en el sexo en sí. Si los horizontes limitados de las mujeres son el espacio negativo de la película, los detalles fascinantes de cómo viven están al frente y al centro. La política de representación y el poder de la mirada son temas constantes de la película, pero siempre están envueltos en la historia de amor en lugar de una conferencia. Una película arriesgada con una mirada transgresora que evoca un cine sin concesiones.
2. Gisaengchung
El séptimo trabajo de Bong Joon-Ho, probablemente su mejor, (Parásitos) es una obra que se desarrolla en el mundo real, trata de cómo la empobrecida pero ingeniosa familia Kim se inmiscuye en la rica y arrogante familia Park. Hasta cierto punto, la película podría pasar por una comedia satírica de clase. Pero las cosas toman un giro oscuro cuando la familia Kim hace un descubrimiento sobre uno de los secretos de la enorme casa moderna de los Park. Y entonces, las cosas se ponen aún más siniestras. Pero Bong nunca deja que los dramáticos cambios tonales de la película descarrilen el impulso narrativo. De hecho, truena como el tren máquinas quitanieves con la fuerza de una trama meticulosamente construida, una producción impecable y algunas actuaciones notables.
1. The souvenir
El delicado y exquisito melodrama de Joanna Hogg, ambientado en el Londres de los años 80, cuenta la historia de la estudiante de cine, Julie, que intenta afinar su voz creativa interior mientras se encuentra en una intensa y obsesiva relación con un misterioso hombre mayor llamado Anthony. The souvenir es un relato profundamente autobiográfico que abarca el acercamiento a la madurez personal y artística de una joven aspirante a cineasta en la Gran Bretaña de los años 80; es a la vez un gran film sobre cine y la búsqueda de la vida artística y al mismo tiempo es un conmovedor relato de amor maldito en la tradición de melodramas románticos que tuvo su oprimen el gran cineasta alemán Max Ophuls.