Y, ahora sí, al grano.
Narrativa contemporánea
- La vegetariana, Han Kang, Rata, trad. del coreano de Sunme Yoon. La rebelión de una mujer anodina en una sociedad patriarcal. La relación entre el cuerpo y las fuerzas de producción. Erotismo, retorno a la naturaleza, solidaridad femenina. Un libro inmenso.
- El deshielo, Lize Spit, Seix Barral, trad. del neerlandés de Catalina Ginard y Marta Arguilé. El despertar sexual, la crueldad adolescente, una familia rota. Una primera novela de más de quinientas páginas con tres hilos engarzados a la perfección.
- La vida sumergida, Pilar Adón, Galaxia Gutenberg. Delicadeza, pulcritud, sutileza. Y también: crueldad. Palabras que definen los extraordinarios relatos de esta autora, en los que el aislamiento y las ataduras entre hermanas vuelven a tener protagonismo.
- Canción dulce, Leïla Slimani, Cabaret Voltaire, trad. del francés de Malika Embarek. La cuidadora ha matado a los niños. Una novela que mira de frente la cara más incómoda de la sociedad occidental: tensión de clases, pobreza, soledad, desarraigo.
- Dame tu corazón, Joyce Carol Oates, Gatopardo, trad. del inglés de Patricia Antón. Una compilación de relatos electrizantes y versátiles sobre las múltiples formas de violencia que se presentan en el mundo real: celos, obsesión, manipulación.
- Los días iguales de cuando fuimos malas, Inma López Silva, Lumen, trad. del gallego de la autora. Cuatro mujeres encerradas en la cárcel. Un planteamiento sugerente, por lo poco habitual, que da lugar a un excelente ejercicio de introspección psicológica.
- Mejor la ausencia, Edurne Portela, Galaxia Gutenberg. Una novela de aprendizaje con el telón de fondo de los peores años del terrorismo y las drogas en el País Vasco, narrada por una niña a la que acompañamos en su descubrimiento de la vida.
- Seres queridos, Vera Giaconi, Anagrama. Cuentos incisivos, en los que el elemento patológico se introduce de forma sutil en las relaciones cotidianas. Estilo despojado, limpio. El primero y el último, en concreto, son espléndidos.
- Clavícula, Marta Sanz, Anagrama. Un libro interesante por lo que tiene de rupturista con las formas y los temas de la narrativa española. El cuerpo de una mujer de mediana edad, el malestar social, el derecho a quejarse.
- Un invierno en Sokcho, Élisa Shua Dusapin, Alianza, trad. del francés de Alicia Martorell. La particular relación entre una joven y un forastero en una ciudad portuaria. La esperanza entre el olor a pescado. Contención, sutileza. Una pieza de orfebrería.
- A la intemperie, Rosamond Lehmann, Errata naturae, trad. del inglés de Regina López Muñoz. Una mujer joven y sin pareja en el periodo de entreguerras. La búsqueda de independencia, el rol de la amante. Estilo esplendoroso. Una obra maestra.
- Domingo, Irène Némirovsky, Salamandra, trad. del francés de José Antonio Soriano Marco. Relatos que abarcan todos los temas de la autora: las tensiones de la burguesía parisina, los refugiados rusos, el advenimiento del nazismo. Muy buenos.
- Regreso a Berlín, Verna B. Carleton, Periférica y Errata naturae, trad. del inglés de Laura Salas. Una novela profundamente conmovedora sobre el difícil retorno de un hombre a su Alemania natal después de la guerra. La bofetada de realidad. Memorable.
- Apegos feroces, Vivian Gornick, Sexto Piso, trad. del inglés de Daniel Ramos Sánchez. La construcción de identidad de una mujer judía, soltera y emancipada en el Bronx de mediados del siglo XX. Los referentes femeninos, la maternidad. Honesto.
- La galaxia caníbal, Cynthia Ozick, Mardulce, trad. del inglés de Ernesto Montequin. Una novela muy inteligente sobre un personaje obsesionado con la grandeza pero a la vez torturado por su pasado. La conciencia del fracaso. Una relación singular. Brillante.
- Buenos días, guapa, Maxie Wander, Errata naturae, trad. del alemán de Ibon Zubiaur. La autora recoge testimonios de mujeres de la Alemania Oriental. Mujeres corrientes, madres, hijas, jóvenes, maduras, que hablan de lo que las inquieta. Y ahí está todo.
- Inmersión, Lidia Chukóvskaia, Errata naturae, trad. del ruso de Marta Rebón. Una escritora trata de rehacerse tras perder a su marido por las purgas estalinistas. Una reflexión sobre cómo escribir, si es que se puede escribir, en un contexto convulso.
- Un lugar pagano, Edna O'Brien, Errata naturae, trad. del inglés de Regina López Muñoz. La iniciación de una muchacha en la Irlanda rural católica y opresiva de los años treinta. El mismo universo que su primera novela, pero más oscuro si cabe.
- Quemaduras, Dolores Prato, Minúscula, trad. del italiano de César Palma. Un texto de un lirismo extraordinario sobre una chica que se debate entre permanecer en el convento o abrirse a la vida. Apenas tiene cincuenta páginas, pero deja huella.
- Con rabia, Lorenza Mazzetti, Periférica, trad. del italiano de Natalia Zarco. Una novela de aprendizaje en la que sobresale la voz rotunda de su narradora, que, con la rebeldía y los miedos de la adolescencia, empieza a pensar por sí misma.
* Marco mis preferidos con asterisco (de cualquier época y, obviamente, en diferentes grados). De todas formas, casi todos los libros que he leído me parecen buenos.
Autor, título, editorial, año de edición (año de publicación original). Por orden de lectura:
- Erri De Luca, Los peces no cierran los ojos, Seix Barral, 2012 (2011).
- Carson McCullers, La balada del café triste, Seix Barral, 2017 (1951).*
- Fiódor Dostoievski, Noches blancas, Nórdica, 2015 (1848).*
- Thomas Hardy, Lejos del mundanal ruido, Alba, 2011 (1848).*
- Sarah Waters, Los huéspedes de pago, Anagrama, 2017 (2014).
- Rosa Chacel y Ana María Moix, De mar a mar, Comba, 2015 (1998).
- Inma López Silva, Los días iguales de cuando fuimos malas, Lumen, 2017 (2016).*
- Carson McCullers, Frankie y la boda, Austral, 2013 (1946).*
- Sophie Divry, Signatura 400, Blackie Books, 2011 (2010).
- Rosamond Lehmann, A la intemperie, Errata naturae, 2017 (1936).*
- David Wagner, De qué color es Berlín, Errata naturae, 2017 (2011).
- Ann-Marie MacDonald, Un mal secreto, Lumen, 2017 (2014).
- Anne Tyler, Corazón de vinagre, Lumen, 2017 (2016).
- Maxie Wander, Buenos días, guapa, Errata naturae, 2017 (1977).*
- Graham Greene, El tercer hombre, Alianza, 2008 (1950).
- Yasunari Kawabata, La casa de las bellas durmientes, Austral, 2013 (1961).*
- Fleur Jaeggy, Los hermosos años del castigo, Tusquets, 2009 (1989).*
- Giorgio Bassani, Intramuros, Acantilado, 2014 (1956).*
- Grazia Deledda, La madre, Adesiara, 2009 (1920).*
- Matilde Serao, El vientre de Nápoles, Gallo Nero, 2016 (1906).
- Milena Agus, Mal de piedras, Siruela, 2008 (2006).
- Maggie O'Farrell, Tiene que ser aquí, Libros del Asteroide, 2017 (2016).
- Verna B. Carleton, Regreso a Berlín, Periférica y Errata naturae, 2017 (1959).*
- Dörte Hansen, La vieja tierra, Maeva, 2017 (2015).
- Sylvia Townsend Warner, Lolly Willowes, Siruela, 2016 (1926).
- Henry James, Los papeles de Aspern, Alba, 2009 (1888).*
- Marghanita Laski, La chaise-longue victoriana, Automática, 2012 (1953).*
- Caroline Blackwood, La anciana señora Webster, Alba, 2004 (1977).
- Joyce Carol Oates, Dame tu corazón, Gatopardo, 2017 (2010).*
- Gabriele D'Anunzio, Giovanni Episcopo, Funambulista, 2017 (1891).
- Henry James, Washington Square, Alba, 2010 (1880).*
- Elizabeth Gaskell, La bruja Lois, Valdemar, 1996 (1861).
- Elena Ferrante, La muñeca olvidada, Lumen infantil, 2016 (2007).
- Elsa Morante, La isla de Arturo, Lumen, 2017 (1957).*
- Charles Simmons, Agua salada, Errata naturae, 2017 (1998).
- Marian Izaguirre, Cuando aparecen los hombres, Lumen, 2017.
- Carson McCullers, Reflejos en un ojo dorado, Seix Barral, 2017 (1941).
- Henry James, El Eco, Alba, 2001 (1888).
- Henry James, La otra casa, Alba, 2003 (1896).
- Irène Némirovsky, Nieve en otoño, Salamandra, 2010 (1931).
- R. L. Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, Alba, 2015 (1886). (relectura)
- Ichiyō Higuchi, Cerezos en la oscuridad, Satori, 2017 (1892-96).
- Seicho Matsumoto, La chica de Kyushu, Libros del Asteroide, 2017 (1961).
- Yoko Ogawa, Hotel Iris, Funambulista, 2017 (1996).
- Paula Porroni, Buena alumna, Minúscula, 2016.
- Madame Nielsen, El verano infinito, Minúscula, 2017 (2014).
- Emily Brontë, Cumbres borrascosas, Alba, 2001 (1847). (relectura)*
- Anne Brontë, Agnes Grey, Alba, 1997 (1847).
- Han Kang, La vegetariana, Rata, 2017 (2007).*
- Wioletta Greg, Tragar mercurio, Rata, 2017 (2014).
- Fleur Jaeggy, Proleterka, Tusquets, 2004 (2001).
- Natalia Ginzburg, Familias, Lumen, 2008 (1942, 1977).
- Carson McCullers, Iluminación y fulgor nocturno, Seix Barral, 2017 (1999).
- Marta Sanz, Clavícula, Anagrama, 2017.*
- Carson McCullers, Reloj sin manecillas, Seix Barral, 2017 (1961).*
- Valerie Fritsch, Jardín de Invierno, Alianza, 2016 (2015).
- Charlotte Brontë, Jane Eyre, Alba, 1999 (1847).*
- Line Papin, El despertar, Alianza, 2017 (2016).
- Irène Némirovsky, Domingo, Salamandra, 2017 (1934-42).*
- Margaret Drabble, Un día en la vida de una mujer sonriente, Impedimenta, 2017 (19--).
- Angela Carter, La cámara sangrienta, Sexto Piso, 2017 (1979).*
- Dorothy L. Sayers, El misterio del Bellona Club, Lumen, 2005 (1928).
- Vivian Gornick, Apegos feroces, Sexto Piso, 2017 (1987).*
- Elsa Morante, Mentira y sortilegio, Lumen, 2017 (1948).*
- Marcello Fois, Estirpe, Hoja de Lata, 2016 (2009).
- Natalia Ginzburg, A propósito de las mujeres, Lumen, 2017 (19--).*
- Natalia Ginzburg, La ciudad y la casa, Lumen, 2017 (1984).*
- Silvio D'Arzo, Casa ajena, Minúscula, 2016 (1952).
- Dolores Prato, Quemaduras, Minúscula, 2017 (1967).*
- Luigi Pirandello, La excluida, Funambulista, 2011 (1901).
- Stefano Benni, Margarita Dolcevita, Blackie Books, 2017 (2005).
- Andrea Bajani, Mapa de una ausencia, Siruela, 2017 (2007).
- Edna O'Brien, Un lugar pagano, Errata naturae, 2017 (1970).*
- Mary Karr, El club de los mentirosos, Periférica y Errata naturae, 2017 (1995).
- Margaret Atwood, El cuento de la criada, Salamandra, 2017 (1985).*
- Joyce Carol Oates, El señor de las muñecas, Alba, 2017 (2016).
- Ali Smith, Amor libre, Gatopardo, 2017 (2011).
- Graham Moore, La luz de la noche, Lumen, 2017 (2016).
- Joseph Delteil, En el río del amor, Periférica, 2017 (1922).
- Carson McCullers, El corazón es un cazador solitario, Seix Barral, 2017 (1940).*
- Carson McCullers, El mudo y otros textos, Seix Barral, 2017 (1972).
- Rosa Chacel, Memorias de Leticia Valle, Comba, 2017 (1945).
- Tania Panés, El arlequín sentado, Torremozas, 2017.
- Rosa Moncayo Cazorla, Dog Café, Expediciones Polares, 2017.
- Fernando J. López, Cuando todo era fácil, Tres Hermanas, 2017.
- Sara Mesa, Cuatro por cuatro, Anagrama, 2012.*
- Juan Gómez Bárcena, Kanada, Sexto Piso, 2017.
- Pilar Adón, La vida sumergida, Galaxia Gutenberg, 2017.*
- Edurne Portela, Mejor la ausencia, Galaxia Gutenberg, 2017.*
- Aixa de la Cruz, Modelos animales, Salto de Página, 2015.
- Aixa de la Cruz, La línea del frente, Salto de Página, 2017.
- Katixa Agirre, Los turistas desganados, Pre-Textos, 2017 (2015).
- Cynthia Ozick, La galaxia caníbal, Mardulce, 2017 (1983).*
- Lidia Chukóvskaia, Inmersión, Errata naturae, 2017 (1967).*
- Lorenza Mazzetti, Con rabia, Periférica, 2017 (1963).*
- Honoré de Balzac, Memorias de dos jóvenes esposas, Funambulista, 2017 (1841).
- Marguerite Duras, La vida tranquila, Mardulce, 2017 (1944).*
- Élisa Shua Dusapin, Un invierno en Sokcho, Alianza, 2017 (2016).*
- Ronja von Rönne, Ya vamos, Alianza, 2017 (2016).
- Lize Spit, El deshielo, Seix Barral, 2017 (2016).*
- Verónica Gerber Bicecci, Conjunto vacío, Pepitas de calabaza, 2017 (2015).
- Carmen M. Cáceres, Una verdad improvisada, Pre-Textos, 2016.
- Vera Giaconi, Seres queridos, Anagrama, 2017 (2015).*
- Leïla Slimani, Canción dulce, Cabaret Voltaire, 2017 (2016).*
- Erri De Luca, Adelfa, arco iris, Akal, 2001 (1992).
Confieso, ante todo, que me avergüenza publicar esta lista tan larga. Es engañosa: algunos libros los leí cuando se publicaron en inglés, hace años; y en general hay muchos que no superan las doscientas páginas. No sé por qué he leído tantas novelas breves; no fue una decisión premeditada, se cruzaron en mi camino. Primer propósito para 2018: perder el miedo a los libros largos y densos, esos con los que uno convive durante dos, tres semanas. Cartarescu, Grossman, Knausgard. Grandes clásicos del siglo XIX. Ideas no me faltan.
En mi año lector hay dos grandes tendencias. Por un lado, me he interesado, sobre todo en la primera mitad, por autores fundamentales, tanto del siglo XIX, con Henry James y las hermanas Brontë a la cabeza, como del siglo XX, para el que han sido muy importantes las reediciones de Carson McCullers, Natalia Ginzburg, Elsa Morante y Margaret Atwood, entre otros. Por otra parte, he leído a muchos escritores jóvenes, sobre todo en la recta final, tanto españoles como extranjeros. He descubierto voces muy interesantes de novelistas nacidos en los ochenta, como Lize Spit, Juan Gómez Bárcena, Verónica Gerber Bicecci o Leila Slimani, y he incluido entre mis favoritos, por primera vez, a una autora nacida en los años noventa, la franco-coreana Élisa Shua Dusapin. Leer a los clásicos me parece básico para mi formación lectora (y voy a seguir haciéndolo), pero también siento mucha curiosidad por lo que escriben mis contemporáneos. Soy así, qué le voy a hacer.
En cuanto a nacionalidades e idiomas, se repiten los patrones habituales en mí: predominancia del inglés, seguido por las literaturas mediterráneas, si bien debo hacer notar que este año he leído menos narrativa francesa (segundo propósito para 2018: franceses, venid a mí). Estoy disfrutando mucho de los recorridos italianos, ese camino que abrió Elena Ferrante hace dos años, así que tengo la intención de seguir especializándome en esta literatura. Como novedad, he leído por primera vez a una autora coreana (Han Kang), y he incorporado a más latinoamericanos (pocos, muy pocos, pero he abierto la puerta) y japoneses (sorpresa). Me duele (o más bien me avergüenza) la ausencia de autores negros. Me faltan asimismo lecturas del centro, el norte y el este de Europa, aunque en este sentido prefiero no prometer nada porque por ahora sigo muy enfocada en los anglosajones y los mediterráneos. Al fin y al cabo, no se puede leer todo.
Es digno de subrayar, por otro lado, cómo ha aumentado mi interés por los libros de relatos desde que comencé con el blog, hasta el punto de situar varios (de géneros bien distintos) entre mis favoritos: Angela Carter, Irène Némirovsky, Joyce Carol Oates, Pilar Adón, Vera Giaconi... Me gusta el cuento, me gusta cada vez más.
Hablando de nombres propios, los más leídos han sido Carson McCullers, Henry James y Natalia Ginzburg; autores imprescindibles para mí. Me he reencontrado con escritores por los que tengo devoción, como Erri De Luca, Irène Némirovsky, Edna O'Brien, Anne Tyler o Cynthia Ozick, y he leído por fin a algunos de los eternamente pendientes, como los clásicos Grazia Deledda, Giorgio Bassani, Rosa Chacel y Marguerite Duras, de los que ahora quiero leerlo todo, y autoras en activo como Marta Sanz y Sara Mesa, de las que también quiero leerlo todo. Pero no todo es alegría y satisfacción: entre los eternamente pendientes siguen autores que han publicado este año y a los que lamento no haber leído aún, como Belén Gopegui, Zadie Smith, Mircea Cartarescu, Siri Hustvedt y tantos otros. En fin. Cuanto más lee una, más consciente es de todo lo que le falta por leer.
Hasta aquí mi balance lector de 2017. Si os apetece, podéis dejar comentarios para compartir vuestras mejores lecturas, propósitos, sugerencias o cualquier observación que queráis hacer. ¡Nos leemos en 2018!