Y de paso, nos anima a leer el Antiguo Testamento
Más allá de que la imagen pública del actor atraviese mínimos históricos, creo que en su faceta de director pocas cosas se le pueden reprochar a Mel Gibson, como por ejemplo, su tenacidad. No fueron pocos los que le dijeron que rodar una cinta en arameo era un suicidio. La Pasión de Cristo fue su penúltima cinta como realizador, y 611 millones de dólares y 8 años después, el tipo sigue a lo suyo. Hace un par de años anunció un proyecto bastante suculento con vikingos y Leonardo DiCaprio, pero tras la salida del actor a finales de 2010, la idea se enfrió.
Hoy, en unas declaraciones para LA Times, Gibson ha confirmado que la película aún sin título es su próximo proyecto y que ahora se encuentra reescribiendo el guión junto a Randall Wallace (Braveheart). "Los protagonistas serán poco simpáticos. Chicos malos (..) la película será real y visceral". Es decir, que si echamos la vista atrás a las escenas más descarnadas de Apocalypto o La Pasión, estás palabras pueden entenderse con sangre salpicando a la cámara en planos fijos no aptos para estómagos débiles. ¿El problema? Que ya tenemos la reciente Valhalla Rising (tráiler aquí), que aunque no sea muy conocida, parece una premonición de las intenciones de Gibson.
Durante la misma entrevista, el protagonista de El Castor también ha aprovechado para ponernos al día sobre el filme centrado en el líder revolucionario judío Judah Maccabeus, que encabezó el alzamiento contra el imperio Seléucida y que en principio iba a protagonizar el intérprete hace unos meses. "Se basará en los dos primeros libros del Antiguo Testamento. Maccabee 1 y 2. Solo leernos, es como un western. Una historia maravillosa. Heróica más allá de lo creíble." Errr...pues vale, Mel.