El prólogo en el que se cuenta la historia a través de una pinacoteca en movimiento, es una experiencia estética única. Lars Von Trier sabe explotar cada símbolo, cada encuadre, cada movimiento de sus actores, sus gestos, para adentrarse en cada espectador. Es increible que alguien tan megalómano y desagradable en público pueda tener la sensibilidad y sobre todo, la capacidad para entregar esta obra maestra en la que Kirsten Dunst es "explotada" en toda su capacidad actoral.
Gainsborg, Von Trier y Dunst en Cannes 2011
Melancholia es la versión en cine de autor de uno de los mayores temores del hombre a través de los años. Que un elemento del espacio exterior choque contra la tierra amenzando la vida del planeta y por ende, de todos los que lo habitan. El pretexto para narrar como el planeta melancholia se acerca a la tierra, cuenta la historia de dos hermanas: Justin (Kirsten Dunst) y Claire (Charlotte Gainsbourg) que comparten sus miedos y temores mientras la primera se está casando. A Justin le pesa, le fastidia el vestido de novia y poco a poco lo va enrredando a cada paso que da. Es una mujer bipolar que aún en su boda descubre que nada tiene sentido, mientras su hermana que se esmerado en organizar la mejor fiesta comprende que ya nada importa en una jornada en la que el amor es lo que menos se respira.Von Trier da indicaciones de izq. a der.: Kiefer Sutherland (Esposo de Claire), Kirsten Dunst, Alexander Skarsgård (Esposo de Justine) y Charlotte Gainsbourg
En momentos, el decorado y la dirección de arte parece una película de Fellini en la que los jardines, las terrazas y lo que se divisa más allá en el mar, islotes en medio de la bruma y los colores del poniente adelantan la nostalgia de un mundo bello a punto de fenecer en el que dos hermanas abandonadas a su suerte, por una madre dura (Charlotte Rampling) y un padre díscolo (John Hurt), sobreviven a sus traumas y a sí mismas.Von Trier es un director de mujeres. Sabe sacar lo mejor de cada una así recurra a métodos poco recomendables. Quienes están familiarizados con el oficio actoral saben que muchas veces los directores son crueles, sádicos para lograr la interpretación perfecta. Este no es la excepción. Bjork la cantante islandesa padeció el método Von Trier y lo hizo saber a todos. Ni siquiera haber ganado la Palma de Oro en el año 2000 en Cannes a la mejor actriz con su papel de "Bailarina en la Oscuridad" le quitó el sinsabor. En 2011 Kirsten Dunst ganó este premio, como Charlotte Gaisbourg por "Antichrist" en el 2009. Von Trier las lleva a lo mejor de sus interpretaciones. Es inolvidable el trágico personaje de Emily Watson en "Rompiendo las olas", también Nicole Kidman en "Dogville" y Bryce Dallas Howard en "se suman a las intérpretes femeninas que se destacan a las ordenes de Von Trier.
La belleza nórdica de la Dunst es marmórea mientras la luz de la luna baña su humanidad. Una escena evocadora a lo Hedy Lamarr en "Éxtasis" (1933). Juntas cabalgan, juntas aman la naturaleza a la que se abandonan. Su blancura evoca a grandes heroínas como Isolda y Lady Godiva.