Melbourne: Rascacielos, playas y viñedos

La posición geográfica de Australia ha hecho que este continente sea poco explorado y conocido por buena parte de las personas. Más allá de Sidney, se conoce poco. Sin embargo, al sur de Australia se erige una ciudad igualmente fascinante, llena de rascacielos y callejuelas góticas: Melbourne.
Cuando llegues a Melbourne de seguro el primer recorrido por la ciudad serán las Chapel Street y la Brunswick Street, no solo porque son algunas de las más famosas del panorama urbano sino porque en ellas se erigen las principales boutiques donde podrás encontrar absolutamente cualquier marca.
No obstante, si buscas un toque diferente bastará llegar hasta el Mercado Rose Street Artists donde se muestran desde vestidos hasta tallas en madera, todo hecho a mano y absolutamente original. Eso sí, debes saber que la Bourke Street es realmente la calle más famosa y ajetreada de la ciudad, en sus bares, restaurantes y discotecas se reúne el ambiente chic de la ciudad por lo que los precios son más elevados. No te asombres si en alguna u otra calle encuentras numerosos graffiti porque aquí es considerado arte, por ende, no se eliminan de las paredes.

Si cuando recorres las calles de la ciudad te embarga el olor del café, no te preocupes, es normal ya que aquí el café es una tradición muy arraigada. Las cafeterías que se encuentran en la moderna zona de Southbank son las más recomendables pero olvídate de encontrar un café expreso (a menos que encuentres una cafetería italiana) porque aquí se prefiere el café negro más al estilo americano.
Cuando hayas descubierto buena parte del encanto urbano deberás bajar por la Península de Mornington para que vivas cada uno de estos pequeños pueblos costeros que atesoran bellísimas playas en una bahía de aguas tranquilas y con sus respectivas casetas que compiten con el arco iris. Vale aclarar que desde Sorrento salen algunos cruceros que recorren la bahía, un tour absolutamente recomendado.

A tus espaldas hallarás viñedos y restaurantes que han pasado de generación en generación ofreciendo alguno de sus platos típicos. Eso sí, si quieres probar la auténtica cocina australiana deberás estar dispuesto a comer la carne de canguro o de cocodrilo (realmente son deliciosas, una vez que se ha superado el impacto inicial).
En las noches solo tendrás que decidir a cuáles de los múltiples locales entrar: bares de jazz, clubes de música étnica, discotecas donde suena la musica electro y house... Pero si quieres hacer algo peculiar deberás subir hasta los tejados de uno de los múltiples rascacielos donde se han creado cines al aire libre. Si no padeces de vértigo te invito a que mires hacia abajo para que descubras el ir y venir de la ciudad con sus pequeñas luces titilantes.