«Era distinta. No solo por la expresiva luminosidad de su carácter. La madre sabía de la mentira, de la insultante duda que había incendiado Entrearroyos: era hija de Pepín porque ella solo había conocido a ese hombre, al su hombre. Pero era cierto que la niña era diferente. A los Agüero y a los Fernández, blanquines todos, rubios de pelo y de ojos claros.»
Reseña escrita por Maudy Ventosa.
La última novela del periodista y escritor madrileño, de corazón asturiano, Juan Ramón Lucas se llama MELINA, y ha sido publicada por Contraluz (Grupo Anaya S.A.).
Melina es un homenaje a la madre, a la mujer que representa a todas aquellas mujeres que no pedían permiso para vivir y tomaron el rumbo de su vida con arrojo y valentía. La historia está basada en la infancia y adolescencia de la progenitora del autor, que fue anotando fielmente sus vivencias y que, más tarde, el marido se encargó de mecanografiar. Hechos reales y ficción, porque Lucas se encarga de pasear a Melina por aquellos sitios que le hubiera gustado visitar, tan alejados de la cuenca minera en la que nació, en un tiempo que no era el suyo y además siendo mujer. Las primeras palabras que pronunció el padre desencantado, y que la madre escuchó desde el lecho en el que acababa de parir, fueron: Cogéi una cuerda y afogáila. Una sentencia corta que marcaría, desde el inicio, la vida de nuestra protagonista que creció sin sentir jamás en su piel una caricia del carpintero Pepín, sin percibir nunca una sonrisa de ánimo o admiración, una palabra cercana… Su piel era más morena que la de sus padres. Siempre, para él, fue la Negrona.
Siempre pensó que la Negrona no era suya.
Melina la risueña, la dulce Melina. La Negrona.
La novela nos sitúa en la Asturias de 1934, en tiempos de la República española; el pueblo, Mieres del Carmín, en la cuenca minera del río Caudal; la familia de la que parte esta historia la forman Pepín Fernández, un carpintero reputado, y Charo Agüeros, su mujer y varios años menor que él. Eran tiempos duros en los que las familias enviaban a sus hijos a América con un doble objetivo: librarlos de la leva y aligerar la carga familiar eliminando bocas en el hogar además de recibir ese dinero que venía de fuera. Eran tiempos revueltos de disputas entre obreros, mineros y agricultores, con los anarquistas, comunistas y socialistas, donde cada uno iba por su lado a pesar de que el enemigo era el mismo: la burguesía y los explotadores; Todos perseguían la misma meta, que eran la igualdad y la democracia. Y todos cuestionan el gobierno republicano.
Juan Ramón Lucas con Maudy Ventosa
" aria-describedby="caption-attachment-84226" data-orig-size="245,250" sizes="(max-width: 245px) 100vw, 245px" data-image-title="IMAGEN 1" data-orig-file="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2023/12/imagen-1.jpg" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-medium-file="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2023/12/imagen-1.jpg?w=245" data-permalink="https://laslecturasdeguillermo.wordpress.com/2023/12/04/melina-de-juan-ramon-lucas/imagen-1-34/" alt="IMAGEN 1" srcset="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2023/12/imagen-1.jpg 245w, https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2023/12/imagen-1.jpg?w=147&h;=150 147w" class="alignnone size-full wp-image-84226" data-large-file="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2023/12/imagen-1.jpg?w=245" />Eran también tiempos de excesos en los que los comunistas empuñaban las armas con ligereza. En ese ambiente crece Melina, cuando un nuevo movimiento revolucionario, está a punto de estallar y su padre, socialista convencido, que pertenece al sindicato minero SOMA de la UGT, ayuda desde su carpintería en la clandestinidad, trabajando para frenar el auge de la derecha comenzando la revolución contra los burgueses de manera brutal, tomando Oviedo y convirtiéndose los sindicalistas en milicianos cuando los moros desembarcan es esa bella tierra. Los militares fascistas son los encargados de vengar la República. El sangriento experimento revolucionario había dejado otras víctimas, esta vez vivas: despedidos, marginados, señalados. La sospecha abría la puerta al castigo.
Las mujeres seguían sufriendo como nadie las guerras que los hombres empezaban, pasando hambre y miserias, sin apenas derechos, porque los que luchaban por la libertad no dejaban que ésta invadiera sus hogares. Lo que recuerda la protagonista de esa época son las ausencias, fundamentalmente, unidas al silencio. La influencia de una madre fuerte, una tía con las ideas claras y una maestra republicana, serán las semillas que vayan germinando en la formación de esta jovencita, forjando su carácter y su manera de enfrentarse a la vida lejos de allí. Las guisanderas harán otro tanto, hasta que es capaz de dejar atrás el miedo que atenaza y no deja avanzar y se abrirá a otros mundos y otras experiencias atravesando el Océano hasta convertirse en la gran mujer que estaba destinada a ser.
Las metas se van forjando a base de tropiezos y sacrificio, de dolor y de esperanzas, pero, sobre todo, de conciencia de lo que uno es y a lo que aspira.
Cambió su destino, no aceptando simplemente lo que la vida le daba. Luchó por ser ella misma, aprendiendo de las ausencias y la falta de cariño paterno… Y, tal vez, un día llegó el ansiado abrazo.
De cómo se gestó la novela, los temas que trata, el ritmo, las emociones y otras muchas cosas, hablaremos mañana. Nos lo ha contado el autor.
PERSONAJES:
- Amelia Fernández Agüeros. Melina. Tez oscura, pelo azabache que brilla como el carbón recién lavado, ojos negros. Sabe que es hermosa.
- Pepín Fernández, pertenece al sindicato minero SOMA de la UGT, socialista. Trabaja la madera. Claro de pelo, ojos vivaces, hablaba poco, largos silencios. Hombre de fueres convicciones que lucha por una causa que cree justa.
- Charo Agüeros, al lado de su marido se siente poca cosa, hasta tonta. Dejó la escuela para ayudar a su familia. Voluntad de hierro. Leal inquebrantable al marido.
- Lita, la hermana de Chayo. Rápida, viva, ingeniosa, nunca eludía las provocaciones ni dejaba en el aire las respuestas. Chistosa y amiga de bromas y tenía la costumbre de motejar a todo el mundo.
- Ludovico, el hermano de su madre que emigró a Paraguay. Guapo, despierto, que vivía como lo hacen los señores gracias a su discreción y a la envidiable calidad de su producto.
Y, Ana del Río, que conoció a Melina en el barco. Actriz y una de sus mejores amigas; y Pascual Echevarría, el Vasco, hijo de un marinero de Bermeo y una india guaraní, estaba al servicio de Ludovico desde siempre. Capataz de carne; y muchos más… en Melina.
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
El autor:
Juan Ramón Lucas Fernández, periodista de larga trayectoria profesional en radio, televisión y prensa, es autor de dos novelas, «La Maldición de la Casa Grande» y «Agua de Luna» y los ensayos «Inmunofitness, la salud también se entrena», «Diario de vida» y «Hablemos sobre felicidad». En sus más de cuarenta años de trayectoria profesional ha sido galardonado con dos Premios Ondas, uno de ellos a toda su trayectoria, un Premio de la Academia de Televisión como Mejor Presentador, y varias Antenas de Oro y de Plata por los programas de radio que ha puesto en marcha. En su última etapa en la radio dirigió y presentó el programa «La Brújula» en Onda Cero. Actualmente produce y dirige programas y series de televisión y su productora, 21×21, está tras alguno de los pódcast de referencia como «Así Funciona esto» o «Cambiar sin cambiar». Forma parte del Patronato de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer de la que, además, es Secretario General.
El libro:
Melina ha sido publicado por Contraluz Editorial, encuadernado en rústica con solapas, tiene 456 páginas.
Como complemento pongo un vídeo en el que Juan Ramón Lucas en el que habla de su novela Melina.
Para saber más:
Juan Ramón Lucas en Wikipedia.
https://www.instagram.com/juanralucas/?hl=es
https://twitter.com/JuanraLucas