El jueves se casó Gloria, mi sobrina, con Simone, en una ceremonia civil muy discreta. No quisieron darle a la boda más importancia de la que tiene. Es un mero trámite. Simone es italiano y ya tienen dos niños, así que es mejor para todos estar casados.
Pero claro, una boda es una boda, y aunque ellos no querían mucho follón, había que celebrarla. Así que por la tarde hicieron una merienda en el río. Simone es italiano y cocinero así que imaginad qué cosas tan ricas hizo. Una amiga de Gloria hizo unos muffins decorados y de Villar trajeron una tarta de merengue. Un poco de sangría, unas papas, sorbete, unos globos, y fiesta al canto!
¿Por qué cuento todo esto? pues porque yo participé muy activamente. Os enseño unas fotos y lo entenderéis.
Gloria no quería ramo de flores. Bueno, pues no llevó flores, pero sí ramo.
De hecho, ramo y un ganchito a juego. Como veis, tengo una modelo de excepción.
Le gustó mucho el ramito y aquí la veis, luciendo palmito.
No fue la única modelo de excepción que posó para mí. Aquí os enseño a otra, Sofía, que sabe posar muy bien. Por lo que se ve, también le gustó la tarta nupcial.
No pude conseguir que Lucía se quedara quieta, así que...
Llegó el momento de la tarta, y ahí estaban esos pajaritos dándose un piquito, con su pajarita él y su velito de novia ella. Oh, l'amour...
Y no acabó ahí la cosa. LLegó el momento "detalle de la madrina", un imán para la nevera, con una foto de la familia.
Y sí, lo confieso, yo hice esas etiquetas tan cucas. Y el paquetito también.
No son una monada?
Me han chivado que Gloria lo pasó muy bien y no se arrepiente de haber celebrado su boda. Ellos, por su parte, adornaron un árbol con fotos de la familia, amigos, ..., que podías llevarte. Fue un detalle muy chulo. Creo que hice una foto,
Nada más que decir, salvo "Enhorabuena, pareja!"