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El problema de la Anorexia y la Bulimia es cada vez más frecuente entre los jóvenes de nuestra sociedad -Ana y Mía es la forma coloquial de referirse a estas patologías; empezaron a ser utilizados por adolescentes con el objetivo de que nadie supiera de qué hablaban-. Antes lo sufrían básicamente las niñas, pero, cada día con más frecuencia, aparecen chicos con estas enfermedades. El origen del problema: resumido de forma harto simple, es un trastorno de la percepción real del cuerpo; se siente la necesidad patológica de alcanzar un peso imposible, porque ese peso le proporcionará la imagen que cree desear. Imagen que es incompatible, en muchos casos, con la salud y con la vida y que no es la primera vez que se lleva penosamente a una persona a la tumba. Esa obsesión que cada día observamos en el mundo de la moda y de los espectáculos por tener un cuerpo 10, por ser perfecto. Esa obsesión que nos inculcan por alcanzar la belleza, obsesión motivada por un dogma que lleva a pensar que lo feo, o no guapo, es grotesco y repugnante. Esa idea machacona que los modistos nos inculcan en cada pasarela de que las personas delgadas de talla 38 o menos es lo único tolerable y elegante, todo ello, insisto, es lo que facilita el que estas enfermedades estén cada día arrasando más vidas y la salud de personas jóvenes, adolescentes e, incluso, niños.Yo tengo 43 años, soy adulta, supuestamente madura y centrada y tengo sobrepeso. He de reconocer que me cuesta mucho trabajo no dejarme arrastrar por la promesa de dietas milagro falaces y de productos adelgazantes estúpidos que me prometen hacerme perder cuatro tallas en un mes. Esa obsesión por esconder el michelín, por aligerar nuestros cuerpos para estar bellos, porque lo gordo es horripilante...En fin.Si a mí, mujer adulta y madura, me cuesta contenerme y no dejarme arrastrar por esos cantos de sirena, qué no hará un adolescente inmaduro y ansioso por gustar a los demás, por encontrar su sitio.El único motor que debería impulsarnos a perder peso en personas como yo, con sobrepeso u obesidad, es el objetivo único de estar sano y evitar ciertas enfermedades crónicas. Los gorditos también tenemos nuestro corazón y podemos ser simpáticos y guays, dicharacheros y amigables. A las chicas con sobrepeso también nos puede quedar bien un bikini o un vestido ajustado o unos leggins. El mundo no es sólo de los guapos y perfectos. O no debería serlo.Y, por ahora, nada más.
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