Revista Cultura y Ocio
Un anciano periodista soltero, llega a su noventa cumpleaños y decide regalarse una noche con una joven virgen. Para ello llama al burdel de confianza señalan una cita, y le entregan una niña de catorce años que duerme desnuda sobre una cama.A partir de aquí, la niña eternamente dormida que el viejo admira, acaricia y venera … se convierte en el eje a partir del cual hace balance de su vida.La niña es un personaje pasivo que yace dormida mientras el protagonista acapara la atención del lector y se da a conocer.Un hombre de noventa años, que tuvo relaciones, ninguna de amor real, que saciaba con sexo sus vacíos ,que dedicaba su tiempo al trabajo, que no necesitaba de casi nadie… hasta que llegado a este punto, admirando la belleza impoluta de esa niña que duerme cree haberse enamorado. Enamorado por primera vez en el ocaso de su vida. Por fin se enorgullece se sentir aquello de lo que todos hablan. De la noche a la mañana, siente amor, siente celos, se siente mareado con el nuevo sentimiento, con fuerza, vivo, justo en la edad en que todos mueren.Si bien la escritura de G.G.Marquez es siempre impecable, quizá sea el libro menos impresionante de los que le he leído. Su argumento, muy metafórico, no engancha como el resto de sus novelas.No se hace pesado o lento porque es un libro muy breve. Su narrativa es siempre buena. La descripción interna de los personajes por parte del autor es siempre genial.Quizá la pega esta en un argumento que no atrae excesivamente.Buena literatura, pero los ha escrito mejores.