Detroit, Michigan, 1917. Panorama de Woodward Avenue. (Detroit Publishing Company. En Shorpy)
Detroit se fundó en las cercanías del río del mismo nombre en 1701 por Antoine de la Mothe Cadillac con estructura de ciudad fortaleza. Después de un incendio que la destruyó por completo, en 1805 Augustus Woodward proyectó una nueva ciudad a partir del plan de L’Enfant para Washington, que se basaba en una malla ortogonal recorrida por diagonales.
Detroit, capital mundial del automóvil
Gracias a su afortunada situación en la zona de los Grandes Lagos, la ciudad de Detroit comenzó a desarrollar a finales del siglo XIX su propia revolución industrial, nacida de la colaboración de ingenieros visionarios e industriales emprendedores, compitiendo con Michigan como centro de producción más destacado del medio oeste gracias a la extracción de materias primas como hierro, cobre y madera y a la producción de barcos, muebles, carruajes, lo que fue generando el progresivo crecimiento del tejido industrial en el interior de la ciudad.
Ya desde 1850 Detroit era notable por la construcción de locomotoras y vagones de ferrocarril. De modo que al concentrarse materias primas y capital con una tradición de trabajo en medios mecánicos, el desarrollo de la incipiente industria automovilística encontró un lugar idóneo para asentarse.
En 1914, las recién creadas cadenas de montaje de automóviles en la factoría de Henry Ford y el nuevo modelo Ford-T conseguían sobrepasar los 240.000 coches vendidos y en muy poco tiempo Detroit se había convertido en la capital mundial del automóvil y popularizaba el modelo de producción en cadena. Además, la puesta en práctica de métodos de eficiencia en la producción y de racionalización de los espacios de trabajo, aplicando las teorías de Taylor, dinamizó el desarrollo del sector industrial en la ciudad. Durante ese año, solo en la factoría de Highland Park, donde se encontraba una de las líneas de producción del Ford T, eran necesarios 14.000 obreros, de los que más de la mitad no precisaban de cualificación alguna. En 1930, en una nueva planta que se levantó en River Rouge, ya trabajaban cerca de 100.000 obreros.
Ruinas de la Fábrica Packard Motor (1899) fabricaba automóviles de lujo. El último se construyo en 1958.
Crisis industrial y deterioro urbano
En un estudio sobre la evolución urbana de la ciudad de Detroit desarrollado por Beatriz Fernández Agueda, se plantea el deterioro del tejido urbano y social de la ciudad en tres etapas que coinciden con su proceso de desindustrialización . La primera etapa tiene que ver con la implantación del fordismo y la producción en masa como paradigma productivo; el segundo periodo se refiere a la crisis de este paradigma; y la última se corresponde con la madurez del modelo posfordista, que coincide con el periodo de decadencia de la ciudad.
Este estudio desarrolla la tesis de que la adaptación de la ciudad a los cambios en los modelos de producción, cuando ha evolucionado en dependencia de estos modelos, presenta altos grados de dificultad, hasta el punto de hacer en muchos aspectos irreversibles los procesos de deterioro urbano. En el caso de Detroit, que se modeló a lo largo de casi cien años con una gran especialización funcional en la fabricación de automóviles, su regeneración, pese a las numerosas tentativas, resulta especialmente difícil. En este sentido, algunos de los proyectos de renovación urbana, basados en la demolición a gran escala de las áreas que presentaban mayor deterioro y de otras con un importante nivel especulativo, al intentar atraer de nuevo al centro a las clases medias y realojar a los sectores que ocupaban esas áreas en otras más alejadas, no hicieron sino incrementar los importantes problemas de segregación racial ya existentes.
Por primera vez en su historia, la afluencia de inmigrantes que acudían a la ciudad en busca de trabajo y el movimiento de capital en busca de negocio alcanzaba niveles extraordinarios. Entre 1910 y 1920 la población pasó de medio millón a un millón. En 1900 la población negra era de 4.000 personas. En 1920, superaba las 40.000, la mayoría empleada en las fábricas de automóviles.
En 1950 Detroit era ya la cuarta ciudad más habitada de los EE. UU., rondando los 1,9 millones.
Se construyeron carreteras, autopistas, hospitales, escuelas, hoteles, edificios de viviendas, fábricas y una gigantesca estación de tren para dar servicio al ingente volumen de viajeros que se desplazaban a la ciudad. Detroit también se llenó de aparcamientos.
Pero a lo largo de la década de los 50 se produjo una reinterpretación del sistema productivo y las fábricas se desplazaron a la periferia. Se comenzó a plantear la descentralización de la producción, creando nuevos centros productivos especializados que externalizasen parte de los costes. Esta nueva manera de producir supuso que las nuevas fábricas se construyesen en lugares donde hubiese más espacio y para ello debían salir del centro urbano, distribuyéndose por la periferia.
Segregación social y disturbios raciales
No fue solo la industria la que abandonó la ciudad, la población blanca minoritaria de clase media y alta se fue del centro urbano y se estableció en nuevos núcleos en el extrarradio sumándose al fenómeno común en EE. UU. del urban sprawl o dispersión urbana, facilitado y potenciado por la construcción a gran escala de un complejo sistema de autopistas y carreteras estatales. Su lugar lo ocupó la población obrera blanca, mientras que la población negra obrera se concentraba en el área noreste de la ciudad, agrupados en un gueto en expansión que ocupaba viviendas en mal estado, muchas de ellas abandonadas y ocupadas por la fuerza. (Ver “Evolución de la población negra en el área metropolitana de Detroit“, 1940-2000. The Detroit News.)
De manera que las fábricas urbanas quedaron fragmentadas y la desindustrialización y la segregación racial se incrementaron.
Fisher Body 21, constituida en 1908 construía carrocería para coches. Este es uno de los 40 edificios de la empresa. Dejó de funcionar en 1974. (Foto: Detoiturbex.com)En 1967 hubo disturbios sociales y raciales y el éxodo de la población de la ciudad se aceleró, vaciando barrios enteros. En 1980 Detroit había perdido más de un 20 por ciento de su población. En 2000 Detroit era, junto con Nueva Orleans, la ciudad más pobre de EE.UU.
La crisis de la industria que la hizo crecer ha sido también la causa de su declive acelerado. En la actualidad, las ruinas urbanas se mezclan con el resto de las construcciones, formando parte del paisaje de la ciudad.
El diseño de la ciudad, que creció dirigida por los intereses industriales y ligada a un modelo de producción, comenzó a manifestar un proceso irreversible de degradación urbana y social al no tener capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias que describían los nuevos modelos productivos, generándose un progresivo y sistemático proceso de descomplejización de la estructura urbana que llevó aparejad la simplificación de la composición de la estructura social y de las redes sociales.
Las reiteradas intervenciones de las autoridades para readaptar la ciudad a las nuevas circunstancias y por reactivar la vida urbana han desembocado en progresivas pérdidas de la memoria de la ciudad, en una destrucción sitemática de la estructura urbana y de aquellos edificios que la definieron y le dieron su carácter histórico. Detroit se ha convertido en una ciudad con una estructura totalmente deteriorada, sin memoria de sus habitantes y sin historia urbana visible a la que recurrir para explicar su origen y evolución.
Hotel Pontchartrain en Detroit, antes de que le añadieran cinco pisos más (1909).
Nuevo paisaje urbano
El centro urbano de la ciudad de Detroit (Michigan, EE.UU.) posee un importante conjunto arquitectónico representado por edificios de principios del siglo XX entre los que se encuentran la Estación Central (1913), una de las mayores estaciones de tren, muy cerca del recientemente demolido Tiger Stadium (1912), y numerosos edificios de la que fue el motor de la industria del automovil en los Estados Unidos, la mundialmente famosa “Motor City” y la cuna del sonido Motown.
Pero en la actualidad muchos de estos tesoros se encuentran en serio peligro de desaparecer a causa de la negligencia y del desinterés de las autoridades, que propician en sus planes urbanísticos el derribo sistemático de la historia arquitectónica de la ciudad.
Como ejemplos, la demolición durante esta primera década del siglo XXI de varios edificios emblemáticos de la ciudad como los hoteles Madison-Lenox , el Hotel Tuller y el Statler Hilton, además del citado Tiger Stadium. Otros muchos edificios se encuentran en estado de abandono sin que se conozca qué futuro les espera. Algunos de estos edificios son el Eddystone Hotel (en ruinas) y el Hotel Lee Plaza (en ruinas).
Entre los edificios cuya presencia ya es historia estaba el Hotel Pontchartrain, cuya construcción supuso un importante empuje a la economía local, añadiendo nuevas infraestructuras a la ciudad, tan importantes en aquel periodo histórico de espectacular crecimiento de la ciudad de Detroit. Poco tiempo después de que se inaugurará este hotel lo hacía el Statler, que se convirtió en su principal competencia. (Fotografía: Hotel Pontchartrain, Detroit, Michigan, 1907, en Shorpy)Estación Central de Michigan
Estación Central de Michigan (conocida también como Michigan Central Depot o MCS). Construida en 1913 por la empresa Michigan Central Railroad, sustituyó a la antigua estación ferroviaria de Detroit destruida después de un incendio y prestó servicio hasta 1988. Nada simboliza mejor ni ejemplifica más cláramente el pasado de Detroit como origen de la industria del automóvil en los EE. UU. que la Estación Central de Míchigan.
Estación Central de Míchigan, en Detroit (2010).
El edificio tiene tres plantas que se utilizaron como estación y 18 más que servían de oficinas. Se diseñó en estilo neoclásico por las firmas Warren & Wetmore -Whitney Warren (1864–1943) and Charles Wetmore (1866–1941)- y Reed and Stem – (1858–1911) and Allen H. Stem (1856–1931)-, responsables también de la New York City’s Grand Central Terminal. Su superficie alcanza los 46.000 m2, con una altura de 70 metros, y en 1913 tuvo un coste de 15 millones de dólares. El proyecto de la estación formaba parte de un plan más amplio que contemplaba la construcción de un tunel que permitiese acceder a Canada a través del trazado férreo por debajo del río Detroit. En el periodo de auge de la industria sirvió para recibir a miles de trabajadores inmigrantes, y durante la Segunda Guerra Mundial se le dio un uso mayoritariamente militar.
Tunel Estación de Míchigan, 1910.
Durante los últimos 25 años sus paredes han servido de refugio de indigentes, de escenario para fotógrafos y cineastas, y de lienzo para grafiteros. También los ociosos y los gamberros se han servido de este espacio para divertirse, para llevarse objetos de recuerdo y también para destrozar cuanto han podido.
Las diversas propuestas de recuperación han planteado usos que van desde oficinas de administración de policía y comisaría a centro de convenciones, casino o espacio de negocios. El coste de su restauración y reconversión se calcula siempre por encima de los 80 millones de dólares hasta los 300 millones. Esta circusntancia y el hecho de que no acabe de quedar clara la rentabilidad de la recuperación del edificio hizo que en abril de 2009 el Ayuntamiento de Detroit aprobase una resolución para demoler la Estación. De momento el procedimiento se encuentra detenido y el futuro del edificio continua sin determinar. (Fuente: Wikipedia , Buildings of Detroit )
Hotel Pontchartrain (1906-1920)
El Hotel Pontchartrain se construyó en 1906 por George DeWitt Mason y fue el hotel más alto y elegante de la ciudad de Detroit, en Michigan hasta 1916.
Se inauguró en octubre de 1907 y se levantó con estructura de hierro y hormigón, para lo que se utilizaron cerca de dos millones y medio de acero en su construcción, lo que lo hacía completamente a prueba de fuego. En origen tenía 10 plantas y tres de sótano, donde se encontraban los espacios más lujosos.
Debido a la demanda de habitaciones, en 1910 se le añadieron al hotel cinco pisos más amansardados, estilo segundo imperio, que elevaron su altura a quince plantas.
Hotel Statler (1916-2005)
En 1916 y muy cerca del Pontchartrain, cuatro manzanas más arriba, se inauguraba el Hotel Detroit Statler, dotado inicialmente de 800 habitaciones a las que se añadieron 200 más hasta completar las 1000 habitaciones con que contó.
El Hotel Statler de estilo neo-renacentista, como el Ponchartrain, fue proyectado por George B. Post y costó 3 millones de dólares (51 millones de euros al cambio actual).
Tenía baño privado con agua corriente en todas las habitaciones, lo que lo hacía pionero en Detroit y en todo el medio oeste norteamericano. Además, fue el primer hotel en los EE.UU. en disponer de aire acondicionado en todas las áreas públicas del edificio, lo que inició un nuevo estándar de calidad en los establecimientos hoteleros americanos . También contaba con un gabinete médico en la última planta. Gracias a estas características y por encontrarse en la zona de compras de la ciudad, desde cuyas ventanas se divisaba todo el panorama, el Statler se hizo muy popular entre los visitantes y turistas.
Pontch Hotel 1914
Además, su cercanía a los teatros más importantes y lujosos permitía que las compañías de actores se alojasen en el hotel.Este hecho marcó el declive del Pontchartrain , pues solo tenía baños en pocas habitaciones y la clientela dejó de acudir al Pontch. Cuatro años después, en 1920, se demolía para construir un nuevo edificio del First National Bank, que en la actualidad sigue presidiendo la esquina de la Avenida Woodward y la Plaza Cadillac. En octubre 1926 Harry Hudini, que actuaba en el Garrik Theatre, sufrió un ataque al corazón en el escenario y fue llevado al hospital Grace, donde murió. Sus cosas quedaron en la habitación del Hotel Statler donde se alojaba. En el Statler también estuvieron personajes como el presidente Flanklin Delano Roosvelt y Zsa Zsa Gabor.
Hotel Detroit Statler
Paradójicamente, el responsable de la “ruina” del Pontchartrain, el Hotel Statler, también acabó siendo demolido en 2005, después de permanecer más de treinta años cerrado y abandonado, en una operación tan sospechosa como ilegal, pero ya irreparabale.
Otros hoteles históricos de Detroit, proyectados en estilos grandilocuentes de moda en la época, neo-renacentistas, neo-clásicos o modernistas, como los citados Eddystone Hotel y el Hotel Lee Plaza , el Hotel American, continúan en estado de ruina sin que se sepa cúal va a ser su futuro, ya que su rehabilitación se hace poco probable en una ciudad que sigue perdiendo población. Edificios como el el Lafayette Building, que permaneció durante décadas vacio, fue abatido en abril de 2010
Hotel Pontchartrain, Detroit, Michigan (1916). Shorpy Hotel Pontchartrain, Detroit, Michigan (1916).Hotel Pontchartrain, Detroit, Michigan (1916).Antiguo Hotel Statler. © Todos los derechos reservados por whitewall buick
Referencias.-
Historia del Hotel Statler
Asociación para la conservación de edificios históricos
Old Detroit, Blog
Historia de Detroit, Web
Hotel Lee Plaza (Galería de Fotos)
Historia del Hotel Statler
Fotografías del Hotel Statler antes y después de su derribo(2005-2006)
Deterioro de la casa de William Livingstone, en Eliot St. (Brush Park, Detroit)
Hotel American, Detroit (VIDEO)
Packard Plant Ruins (Galería de fotos de la fábrica de coches abandonada)
Estación Central de Michigan
Fernández Agueda, Beatriz
Evolución urbana y memoria de la ciudad industrial.
Futuros para la ciudad de Detroit
Cuadernos de Investigación Urbanística, 2009
La ciudad viva (Blog)
Disturbios sociales en Detroit, 1967 (The Detroit News: “Panic in Detroit”)
Ruinas urbanas de Detroit (Imágenes 360º)
Detroit Turbex