MONUMENTOS EN HONOR A JÓVENES DE BARRIO.
Desde The Clinic / Por Alejandro olivares / fotógrafo
Se escucha decir desde hace un tiempo, que Chile, más que país de poetas es un país de animitas. Esos discretos monumentos que se levantan cuando una muerte accidental se lleva a algún inocente chileno o chilena en el lugar y momento menos pensado...
Alejandro Olivares, fotógrafo de The Clinic, recorriendo las poblaciones de Santiago ha podido captar que en ellas, cada vez que un joven cae muerto, se erige en su honor un gran mural, una forma grandilocuente -y anónima- de memorial que exalta las virtudes del recordado (no hay muerto malo)...
Ve post original en The clinic