Memorias de un psicópata
I
Son las 6 de la mañana y debo levantarme para llegar a estudiar a la escuela rural, en la cual curso tercer año de primaria. Vivo con una familia muy amorosa, pero a veces son estresantes con las labores que debo hacer para aportar con mi cuota de trabajo y no convertirme en un vago sin oficio ni beneficio para nadie, como si fuera obligatorio servirle a los demás. En cierta forma odio tener que hacer las cosas por obligación y no por gusto propio, me gustaría decidir qué cosas hacer, pero no me dejan elegir porque soy muy chico y siempre elijo lo más peligroso para mi salud. En fin, ya me toco en esta familia y solo será vivir la monotonía del día a día.
La escuela donde estudio es pequeña, solo tiene espacio para un máximo de 20 estudiantes entre diversos grados, todos juntos reunidos en un mismo y único salón de clases como si pertenecieran a un mismo grado. Hay variedad de clases sociales entre los compañeros, están los de más dinero con sus extravagancias y que lo más seguro a sus padres les encanta vivir enseñando al mundo por medio de sus hijos que tienen más poder económico que otros, estamos los de clase media, no tenemos tanto dinero pero tampoco somos sometidos a pasar necesidades económicas, y por ultimo están los de clase baja, esos chicos que muchas veces no tienen ni para llevarse un pan a la boca, literalmente a veces llegan sin un refrigerio para comer durante el descanso, así que no comen nada en todo el día, de vez en cuando los compañeros les dan algo de comer pero es de forma esporádica.
Entre la rutina de las clases esta aquella chica que me gusta y otras dos a las cuales desearía hacerles el amor, aun soy virgen y mantengo de erección en erección al estar junto a ellas, aun así, solo trato de conquistar a la que realmente me gusta, pero tengo el inconveniente de que a uno de los chicos extravagantes también le gusta mi chica, me dice que el hecho de tener más dinero que yo la puede conquistar más fácil, sin lugar a dudas eso no lo puedo permitir. Solo se me pasa una idea por la cabeza y es la de asesinarlo y que parezca un accidente, lo malo es que no se me pasa nada por la cabeza.
Lo más cercano a un accidente que se me puede ocurrir es hacer que caiga por el precipicio natural de unos 12 metros de caída y asegurarme que donde vaya a caer lo reciban estacas y quede empalado de forma que todo se vea tan accidental que no hayan dudas que conduzcan a que todo fue planeado por mí.
Debo hacerle creer que le dejaré el camino libre y así pueda conquistar a mi chica, convertirme en su aliado para que la enamore y en definitiva ganarme toda su confianza, hasta el punto que me confíe todo y llegue a ser para el como un confidente. La otra parte de mi plan es hacer que todos mis compañeros de clase nos vean tan unidos que no tengan dudas que somos amigos inseparables y así separar dudas por parte de ellos hacia mi después de aquel fatal accidente fríamente premeditado por mí.
Debo alejarlo de los demás y llevarlo a jugar conmigo por aquel precipicio y cuando nadie nos vea empujarlo justo directo al empalamiento al finalizar su caída, esperar unos 5 minutos para ir pidiendo ayuda en medio de lágrimas que obviamente tendré por la confusión de haber cometido un crimen pero que me quedaran de perlas para convencer al que sea necesario de que el cayo al tratar de ayudarme tras una casi caída mía hacia el precipicio.
El solo trato de ayudarme al creer que yo caería por el precipicio, pero realmente quede sostenido de una raíz de un árbol proveniente de más encima de donde estábamos, el resbalo cayendo casi de inmediato en caída libre, y al llegar al final del precipicio vi como lo atravesaron 5 estacas por su pecho y abdomen, provocándole de inmediato desgarramiento de sus órganos internos y sin darle oportunidad de pronunciar palabra alguna, solo quedando con sus ojos abiertos y una mirada de asombro, realmente no sé si tendría una mirada de asombro o fueron ideas mías por el susto y las náuseas de mi primer crimen perfecto. Me hicieron valoración médica y psicológica para ayudarme a superar la muerte de mi mejor amigo por aquella temporada, mientras de una forma descarada me reía en sus caras.
Es así como logre asesinar a mi mejor amigo y quedarme con la chica la cual en medio de mi dolor me consolaba mientras yo aprovechaba para perder mi virginidad con su cuerpo, ya que para aquel entonces la empecé a ver como un objeto para desahogar mis deseos sexuales, al igual que ella muchas cosas dejaron de importarme y sabía que si tenía algún problema lo solucionaría asesinando de nuevo. Digo, los accidentes son el pan de cada día.
No paso mucho tiempo para que mi chica empezara a darse cuenta que yo realmente no sentía nada por ella, así que empezó a cambiar conmigo y ya casi no dejaba que me divirtiera con ella sexualmente como realmente solo me gustaba, así que empecé a buscar nuevos prospectos para sexo, y no tarde mucho para llegar a tener otras 3 chicas que si querían sexo conmigo, así que me divertía con una diferente cada día, solo las penetraba hasta venirme y les decía que se fueran, a las muy tontas no les importaba eso, realmente les gustaba verme desnudo sudando encima de ellas así las dejara solo iniciadas.
Las chicas empezaron a cansarme y perdí el apetito por estar con ellas así que empecé a buscar un chico al que pudiera manipular hasta el punto que se dejara penetrar, durante mis investigaciones y acercamientos no obtuve mucha suerte, ya que lo máximo que lograba era una masturbación mutua con diferentes chicos, pero ninguno accedía a que lo penetrara, uno de los chicos empezó a gustarme y mi deseo por poseerlo se fue haciendo cada vez más fuerte, la idea de obligarlo se hacía latente, aunque después tuviera que asesinarlo para ocultar una violación homosexual, un escándalo de esos me dejaría muy mal frente a familiares y supuestos amigos. Así que manos a la obra, pronto disfrutare de sexo placentero con el chico que me gusta, mientras tanto veré si alguna de las chicas se atreve a dejarse penetrar analmente, mientras eso pensare en el asesinato ya que para este debo inculpar a alguien lastimosamente alguien pagara por mi crimen.
Hasta pronto.
Orlando vasquez