Querido lector. Sin ánimo de aburrirte con un extenso prologo, quisiera que consideraras por un momento que posibilidades hay de que la trama y las vivencias de una historia real o inventada se repitan en el tiempo por diferentes personas y en diferentes lugares del mundo. Ahora, imagina que no se trata de un solo mundo, sino de muchos mundos. Te preguntarás que a qué me refiero. Pues bien, si alguna vez aceptaste el concepto de que nuestro universo es infinito, te imaginas cuantas posibilidades hay de que exista un número infinito de mundos como el nuestro y cuantas veces podría repetirse en ellos esa misma historia. Si recurrimos a las descabelladas teorías de la física moderna; ésta historia que te voy a contar existe en algún lugar del tiempo y el espacio de alguno o varios de los infinitos universos paralelos del infinito numero que de ellos hay superpuestos en el mismo lugar y a los que algún día la tecnología del futuro nos permitirá verlos; sintonizándolos como lo hacemos hoy con las frecuencias de radio o televisión. De acuerdo a esto: la imaginación es la capacidad de asomarse a estas dimensiones con los sentidos de la mente y escribir es jugar a ser Dios moldeando a nuestro antojo lo que ya existe existió o existirá en algún lugar del tiempo y el espacio, ambos infinitos por cierto.
Opinión personal.
Comenzamos este día con una nueva reseña, Marbella Lizette Martínez Fernández es una autora auto publicada que se ha hecho conocer con mucho esfuerzo y dedicación, y es que no solo eso es lo que me atrajo al leer su trabajo, su pluma es directa, y no deja nada a la imaginación. Además debo decir que en cuanto iba leyendo no dejaba de decirme que su forma de narrar se parecía mucho a la de Frank Harris, escritor Ingles.
Su historia nos narra la vida de varios personajes pero sobre todo centrándose en uno más que en los otros. En el primer capítulo y en los consiguientes seis capítulos, conocemos a Bella, una adolescente quien llegada a cierta edad comienza a despertar dentro de ella un demonio sexual, tan ferviente que es imposible para ella decirle, no.En esta historia encontraras perversión, mucha perversión, no solo en el ámbito sexual y que recalco, que la autora no tiene pelos en la lengua para describir las escenas crudas y sadomasoquistas que se presentan en cada página. aunque en muchas escenas el lenguaje me parecía vulgar, pero creo que se le justifica por el tipo de historia.
Las mentes pervertidas de ciertos sacerdotes descritos en esta historia no tienen límite, y es que nuestra primera protagonista es en un principio obligada a hacer cosas que ellos le ordenaban, pero en cuanto ella se iba entregando a todas las perversiones de los sacerdotes, menos obligada se sentía, hasta el punto de llegar a disfrutar el estar con ellos.
Como dije, no hay solo un protagonista en esta historia. En este relato conocemos a Anselmo un joven mulato de procedencia humilde y a Diana Delmont una refinada mujer mayor que él con una vasta fortuna. Entre ellos se desata una pasión incontrolable que llega a romper todas las barreras racistas de la señora Delmont, naciendo así como dije anteriormente una pasión incontrolable para ambos.El final de la historia es uno que de los cuales te deja sin palabras, y es que los personajes tenían su propósito, y no uno muy peculiar.
Calificación: 3.5