Últimamente estoy notando que el tiempo poco a poco empieza a cambiar, mas días nublados, lluvias, ya no hace tanta calor y algún día hasta he tenido un poco de frio y me he abrigado. Aunque aún no ha llegado, el otoño poco a poco se acerca.
Atrás quedan esos días de verano y vacaciones donde el mayor tiempo del día estamos fuera de casa, aprovechando hasta el último momento de sol y si, también, disfrutando de un poco de fresco por la noche antes de ir a dormir.
Durante el verano, aunque no os lo haya ido contando he hecho bastantes cosas, y ahora en estos momentos mas tristones, el hecho de escribirlo, hace que me alegre al recordar esos divertidos momentos.
No sé por dónde empezar, quizá una buena opción es empezar por los clásicos, ya hace un par de años que lo descubrí y el mercado de las tres culturas de Zaragoza me encanta.
Por unos días la plaza del pilar y sus alrededores, hacen un peculiar viaje en el tiempo, y la zona se divide en tres zonas claramente diferenciadas, la zona cristiana, la zona judía y la zona árabe. De ahí el nombre de las 3 culturas a la que hace referencia el nombre.
Esta feria me encanta, no me cansaría de pasear e ir cotilleando los diferentes puestos, de vez en cuando parar para hacer una degustación, comprar alguna cosa de artesanía, este año compré un precioso ramo de rosas de madera, para la mamá de mi dueño.
La lástima de esta edición fue que durante un rato llovió un poco, y ya sabéis que yo y el agua estamos un poco peleados, jejeje. Tuve que retirarme para casa antes de lo previsto. Aunque entre lluvia y lluvia, tuvimos tiempo de comprar un mojito y poder disfrutarlo en un marco inigualable, entre la catedral del Pilar y el rio Ebro. Buen paisaje.
Un hociquito culturalP.DUnos días antes hubo unas lluvias muy fuertes que desbordaron el rio Ebro e hicieron muchos daños en las zonas antes de llegar a la ciudad de Zaragoza, os lo digo, porque como veis el agua del rio Ebro es marrón, aun arrastraba mucha tierra.