- Jugabilidad
- Música
- Originalidad
Lleváis más de un mes dándole a Pokémon X/Y y habéis acabado la Liga, las misiones secundarias e incluso habéis jugado tanto que se os han desbloqueado, no sabéis cómo, otras regiones como Hoenn y Kanto. Y os las habéis pasado. Tenéis que admitirlo: sois unos viciados de los monstruos pequeños con poderes. Pero las pokéballs ya os han aburrido, queréis combatir con más bichos y no tenéis ningún Sims a vuestro alcance con el que desfogar vuestra sed de lucha. Tranquilos, porque os traigo la solución. Son también monstruos, tienen ataques mágicos y sobre todo son digitales -por lo que no tendréis que correr ningún riesgo innecesario en vuestra vida real-. ¿De quién os hablo? Pues está claro, de los Monstruos Digitales, más conocidos como Digimon.
Todo empezaría a mediados de la década de los 90 con el bastante desconocido en Occidente V-Pet. Esta suerte de Tamagotchi, tenía un ser similar al del famoso juguete de Bandai – de hecho, ambos cachibaches eran de esta compañía-, con una pequeña salvedad: podían combatir contra otras criaturas si se conectaba con otros V-Pets. En Japón, que ya sabemos como le dan a el asunto de las modas, fue acrecentándose la fama de criar, evolucionar y combatir con estos “monstruos digitales”. Tanto, que aprovechando la repercusión mediática que comenzaba a recaudar Pokémon, aprovecharon y decidieron hacer el anime Digimon Adventure, que en España perdería aquello de la “aventura” en el título. Como agua que vuelve al mismo río, la fama que aglomeró la serie de televisión, provocó una avalancha (controlada) de videojuegos para diferentes sistemas. Uno de ellos fue Digimon World y sus sucesiones. Pero para esta ocasión traemos un juego un tanto especial, que se aleja de otros videojuegos de la saga, pero que paradójicamente se acerca más al espíritu de la serie. El telón de fondo es la PSX y la obra a representar es…¡Digimon Rumble Arena! ¿Queréis ver como el mundo cambió? ¿Deseáis derribar las ruedas negras? Coge tu dispositivo digital…¡la aventura te espera!
Coge el Digivice y los emblemas…los vas a necesitar.
JUGABILIDAD
Insertar el disco en tu PS, darle al start, ver la intro, escoger un personaje y luchar. Estas indicaciones que parecen tan sencillas -y que realmente lo son, diantres- son un claro símil o metáfora de la jugabilidad de Digimon Rumble Arena. El comando a seguir para ganar una victoria era igual en todos los personajes: saltar, ataque físico,ataque rápido, ataque especial, cubrirse, agarre y el botón de ataque final/digievolución. Aunque parezcan muchas posibilidades, los combos brillaban por su ausencia. Tampoco le hacía falta. Con estas escasas combinaciones que había para atacar, cada personaje era un mundo por el juego que podía ofrecer. Los ataques físicos no eran especialmente dispares, pero las estrategias a media/larga distancia que permitían los ataques especiales de cada monstruo eran sorprendentes.
Agumon atacaba con su “Llama Bebé”, un poder que poco tenía que hacer contra la lluvia de cristales que podía lanzar Renamon con su Koyotetsu. Ante un momento fugaz de sosiego, tanto Patamon como Terriermon o Wormmon hacían uso de sus extremidades para lanzar un rápido ataque físico al pulsar el botón triángulo. Ni que decir que la mayoría de estos ataques salían directamente del anime, o al menos estaban inspirados en él.
“Vamos Agumon, ¡aplástalo!” Venga va, reconoced que éso lo habéis leído con la voz del Tai de la serie.
Algo que daba variedad al desarrollo de la partida, era la digievolución. si cogíamos a un personaje de nivel “Principiante” y recibíamos un número determinado de daño, nuestro personaje podía evolucionar a su máxima expresión de poder, intervención de su compañero mediante. A la señal del mismísimo Tai, Agumon se transformaba por tiempo limitado en Wargreymon. Takato permitía con su digivice que Guilmon alcanzara el nivel Hipercampeón siendo Gallantmon. Esta transformación permitía una mejora de los ataques -a nivel teórico, porque Megagargomon era penoso- y un ataque final en general demoledor. Había que tener especial ojo con el “Fuerza de Gea” y con la lluvia de truenos a muy corto alcance de Seraphimon. Finalizada esta devastadora estratagema, el digimon volvía a su forma original. Si escogíamos a un personaje directamente en su máxima forma de poder, la barra a recargar era la del ataque final, sin posibilidad de hacerlo antes como con la digievolución.
Al margen de los combates principales, eventualmente y para variar un tanto el desarrollo del “modo historia”, solían salir dos minijuegos por partida que, aunque no originales en exceso, servían para el cometido por el que fueron creados: entretener. Probablemente el más currado fuera el de encestar una serie de pelotas en una canasta, ejerciendo diferentes presiones porque Calumon movía la red de un lado a otro. Los demás, en general, consistía en pulsar rápidamente un botón y finalizar el juego antes que la CPU.
Entre tanto combate de bestias, se escondía una sutil, muy sutil historia. Tan escueta que por eso no tiene ni sección propia. Según se puede entender por la introducción, los niños elegidos se encuentran en una especie de dimensión alternativa, para luchar entre ellos y ver quien será aquel que ostente el cargo de enfrentarse y derrotar al malo maloso Reapermon, el digimon maligno que en este juego amenaza con desolar el Mundo Digital. Y hasta aquí puedo leer. No se trata más que de una mera premisa para que lluevan los “Fuego de Zorro” y “Disparos Rompecorazones”.
Impmon haciendo trastadas de las que a él le gustan…
MÚSICA
Probablemente, el mejor apartado de este juego. Si los gráficos del juego eran más que aceptables para la época, permitiendo diferenciar de un vistazo a cada protagonista, la música también hacía lo propio. La banda sonora en la edición japonesa del juego contaba con algunas revisiones instrumentales de la serie como “Slash” o “Brave Heart” que no llegaron a occidente como es habitual en este tipo de juegos. No os preocupéis de todos modos. El hilo musical que llegó a nuestras tierras en esta ocasión fue sobradamente decente. La mayoría de los temas cumplían su función, pero en un número plausible de ocasiones, trasgredían la barrera de “fondo musical” y se convertían en un producto trasmedia. Es decir, que más de uno podía desear tener en su reproductor mp3. ¿A qué es debido esto? Al más que acentuado carácter del anime que impregnaban las canciones. Si en el anime se escuchaban algunas melodías realmente atractivas, en este juego se recopilaba el espíritu sonoro del anime y lo traspasaba a la consola. La música de Rumble Arena no hacía que pareciera que se estuviera jugando…hacía que pareciera que veías la serie.
En cuanto a los FX, eran algo más discretos y se limitaban a acompañar al efecto que se producía en pantalla. Eso sí, las voces de los “Tamers” daban cierto toque épico a los combates. Algo lamentable el ímpetu de Henry. En relación a los demás, bastante bien. Tai era quizás el más entregado de todos.
Aquí debajo tenéis unas cuantas muestras de esta más que fascinante banda sonora. Disfrutad.
ORIGINALIDAD
Hablar de originalidad en un juego de estas características supone estar jugando con una auténtica espada de doble filo. ¿Se puede decir que es original un juego de pelea 2D por mapeado? Es relativo. ¿Se consideraría original als er el primer juego de lucha de Digimon? Totalmente. Al final, no queda otra más que decantarse por la segunda, porque es un juego de los “Digital Monsters” y es conocido por todos que se hizo para un público concreto nada generalista: los fans.
¿Te quedaste sin ver en el anime como estos dos malosos intercambiaban “palabras”? Tranquilo, para eso está Rumble Arena.
Así las cosas, sí, es bastante original. Se trató del primer juego de lucha de esta franquicia, al que seguiría una bastante prescindible secuela en PS2 y Xbox, que mostraba a estos peculiares bichejos correteando por un escenario relativamente amplio para darse “caricias”. Acostumbrados al “Tamagotchi” que supuso el primer Digimon World, y al entrenamiento constante de su principal rival, Pokémon, Rumble Arena era una forma de ofrecer la acción directa que se podía observar en la televisión. Sin mayores pretensiones ni preámbulos. Sin premisa alguna más que la de coger el mando y pulsar los botones. Sin contar que además se atraía a los amantes de los Vs., que quizá no vieran más futuro en este disco que el de varias tardes de aburrimiento con amigos. A veces, algo más que suficiente.
Sin mayores verborreas, sí o no. ¿Era original este juego? Sí. Reunía a los personajes de las tres primeras temporadas, transmitía las sensaciones de la serie, había un listado considerable de avatares seleccionables que derrochaban carisma por los cuatro costados. Las digievoluciones daban frescura a la fórmula y aportaban un toque de innovación que luego explotarían otros software como Dragon Ball Budokai 3. Aunque quizá esto ya sean palabras mayores.
Al pulsar L1, en las digievoluciones este T.k. sustituía a…
…este otro de Digimon 02 (el que salía con normalidad).
Por si no fuera suficiente, este juego contaba con numerosos y jugosos secretos por descubrir. Al inicio de la aventura sólo aparecen unos cuantos digimon de nivel principiante, teniendo que desbloquear los más poderosos a base de códigos -mítico el “linmon” para conseguir a Imperialdramon- o de mucho jugar, como era el caso de Omnimon. Al pulsar el botón “select” podía escogerse al mismo personaje, y al pulsar el botón “L1″, podía aparecer una versión secundaria del compañero humano de ese digimon. Sin contar alguna que otra forma oculta de seleccionar determinados temas musicales…
CONCLUSIONES
Estamos, sin lugar a dudas, al juego de Digimon que más y mejor enfoca el espíritu de la serie anime que muchos pudieron disfrutar a finales de los 90-inicios del 2000. Relativamente largo -para conseguir a todos los personajes echaréis horas- con gráficos a tener en cuenta para la época y una música con la que disfrutaréis de seguro, Digimon Rumble Arena será seguramente el mejor juego de Digimon en cuanto a captación de su esencia. Además, cogía las tres primeras temporadas (que eran las mejores y lo sabéis) -Digimon Adventure, Digimon 02 y Digimon Tamers- y adaptaba tanto a sus protagonistas como a sus universos particulares. Por si no fuera suficiente, les reunían en un opening increíble.
Agumon (Adventure), Veemon (02), Guilmon (Tamers) y el invitado Reapermon. Bueno, bonito y variado.
Es cierto que entregas como Digimon World 2003 son mejores títulos que éste que tenemos entre manos si hablamos de la calidad en términos generales pero, ¿se notaría acaso la diferencia en DW2003 si cambiásemos a Veemon por un Mago Oscuro o un personaje de Persona 4?
Si siempre soñasteis con ser un Niño Elegido pero Gennai nunca os convocó, no esperéis más. Encended vuestra Playstation, introducir este juego…¡y a vivir aventuras en el mundo digital!
El Mundo Digital está en sus manos.