[Memory Card] Sonic the hedgehog

[Memory Card] Sonic the hedgehog

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Samuel García 1 febrero, 2014 0

Cada generación tiene su personaje fetiche, un ídolo que todo el mundo recuerda y que queda grabado en nuestro corazón durante los tiernos años de nuestra infancia. En mi caso reconozco que comencé en esto de los videojuegos un poco más tarde (entré en este mundo de la mano de Sony y su flamante PlayStation) y que los personajes que marcaron mis años más tiernos no fueron otros que Goku y compañía, Oliver Atom, Chicho Terremoto y los Gargoyles. Pero siempre recordaré esas tardes en las que bajaba a casa de mi vecino y él me enseñaba su Master System. Reconozco que me gustaba picarme al Alex Kidd, pero por aquel entonces los videojuegos de mi vecino no dejaron de ser más que un pasatiempo. Pasaron las navidades del año 92, creo, y mientras que a mí los reyes me trajeron algunos regalos que difícilmente recuerdo, a mi vecino le regalaron una flamante Mega Drive con el primer juego de Sonic. Quizá fueron sus gráficos (mucho más impresionantes que los de la Master System) quizá fue el diseño de la consola (parecía un artilugio futurista con esas formas redondeadas), y seguramente fue la velocidad y el carisma que derrochaba su protagonista. Ese pequeño erizo azul consiguió meterme en el cuerpo el deseo de tener ese juego, deseo que no conseguí cumplir hasta muchos años después.

Todo el mundo conoce cómo estaba el panorama del videojuego a principios de los años 90. Las dos grandes compañías que hay ahora ni siquiera existían y era Nintendo la que se enfrentaba a Sega en la lucha por ocupar el mayor número de hogares tras los fiascos que había sufrido Atari. Era también la época dorada de las salas recreativas y los ordenadores de aquella época iban por otro camino. Era la época en la que Nintendo parecía que iba a dominarlo todo gracias al incombustible Mario, auténtico rey de las plataformas, y a su presencia en todos los lugares gracias al cine (recordemos la película El campeón del videojuego o la horrible versión de Mario Bross en el cine) y la televisión (las series animadas de Mario). Pero con los 90, Sega dio un golpe sobre la mesa y decidió lanzar junto a su nueva consola, Mega Drive, un plataformas totalmente diferentey con un protagonista que relevaría al pequeño enano orejón como mascota de la compañía: Sonic the hedgehog.

Con un diseño de niveles excepcional con varios caminos y una velocidad endiablada llegaría Sonic para hacer frente al rechoncho fontanero. Sonic the hedgehog es un juego que sorprende y se mantiene fresco hoy en día. Su mecánica es sencilla pero increíblemente efectiva. Somos un erizo con zapatillas supersónicas que tenemos que salvar a unos animales convertidos en robots por culpa de un perturbado científico loco, el doctor Robotnick (o Eggman, por la forma de huevo de su cuerpo). De esta forma tendremos que correr y rodar por los escenarios de los 7 mundos (divididos en 3 actos) teniendo cuidado de no caer en la multitud de trampas, ni resbalarnos por nuestra gran velocidad, y acabar con los enemigos saltando sobre ellos o rodando sobre ellos. Incluso la mecánica de correr y coger anillos y power ups consigue crear en el jugador una sensación de seguridad que le envalentona a la hora de apretar el botón y lanzarse a correr los niveles rápidamente. No quiere decir esto que el juego sea sencillo, al contrario. Pero la posibilidad de coleccionar los anillos y tener que mantenerlos para no perder una vida en el caso de que caigamos en una trampa o nos toque un enemigo es todo un acierto que nos invita a explorar distintos caminos cada vez que juguemos una partida nueva al son de la espléndida banda sonora que suena desde la pantalla de inicio.

Todo esto sería potenciado en su superior secuela que llegaría un año después. Con un apartado gráfico aún más espectacular, mayores movimientos y un nuevo compañero, Tails. Pero Sonic plantó las semillas de una pequeña revolución en el campo de los plataformas, la revolución de la velocidad y él fue su primer y mejor exponente durante toda la época de los 16 bits. Un exponente que hoy podemos y debemos seguir disfrutando en cualquier plataforma.

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