La semana pasada os acercábamos a Samus enfundada en su traje de la mano de Metroid Fusion, un verdadero y auténtico triple AAA. Por eso quiero poner el contrapunto con una de esas rarezas del mundillo que saliera allá por el año en el que nací. Sí señores, estoy ya rozando la treintena y con mucho gusto. Estoy hablando de nada más y nada menos que de Tapper, un juego de Midway que salió en el año 1983.
Tapper es un juego que destaca por su simpleza de concepción, su nivel gráfico colorista y simple, y su música y efectos aun más simples. Recalco tanto la simpleza del título porque es ahí exactamente donde radica todo el encanto de éste. No pretende ser más que un juego traga-monedas de los de toda la vida, proponiendo un estilo de juego arcade al jugador. Que por otro lado consigue y con creces.
Jugabilidad
Englobaremos la jugabilidad y la historia ya que van de la mano, de hecho la historia es inexistente. Tan solo somos un barman de una cervecería en la que debemos satisfacer a los clientes que van entrando por las diferentes puertas del bar. Tenemos 4 barras para servir, por las cuales dichos clientes irán avanzando sin demora hasta que consigamos serviles el frío y espumoso líquido dorado. Deberemos de tener en cuenta varios factores:
- Observar cuantos clientes tenemos en la barra y lanzarles las jarras exactas.
- Estar atento a qué clientes nos desvuelven las jarras vacías.
- Si nos dejan o no propina al final de la barra.
- Por último, satisfacer al cliente antes de que llegue al final de la misma.
Si no cumplimos estos objetivos (todos menos el de recoger propina) veremos como perdemos una de nuestras preciadas vidas. El nivel se dará por terminado una vez no quede ningún cliente en las barras. El nivel con el que salen los clientes y su velocidad depende directamente del nivel en el que estemos.
Tendremos cuatro bares diferentes durante el juego y cada uno de ellos tendrá si selecta clientela…. por llamarla de alguna manera. En el primero de los bares, que consta de dos fases, nos encontraremos con unos cowboys al más puro estilo western, que buscan refrescar su gaznate después de un duro día ¿marcando reses? por ejemplo. En el nivel dos nos veremos inmersos en un evento deportivo y ya se sabe que después de hacer deporte se han de recuperar líquidos. 3 niveles nos acompañarán estos atletas. En el tercer bar llegarán unos punk-rockeros de lo más pedigüenos y estaremos con ellos 4 niveles. El último bar, que también dispone de cuatro fases, es el más raro de todos ya que tendremos que servir a extraterrestres. No digo nada acerco de ellos porque no sé que nivel de sed pueden tener los seres del espacio…Si conseguimos terminar todos los niveles del juego del juego, éste vuelve a comenzar pero con un nivel de dificultad añadido en forma de más clientes y más rápidos desde el principio. Este método era muy utilizado en los juegos de la época. ¡¡Aviso!! el nivel de adicción que puede crear es importante.
Gráficos y Sonido
Como he comentado antes, tanto a nivel de gráficos como sonoro el juego no pasa de ser bastante ramplón. Unos gráficos coloristas e irreales que no pretenden marcar un antes o un después, de hecho el aspecto gráfico es una mera excusa para mostrar la mecánica jugable de una manera que sea atractiva.Las melodías del juego son escasas pero pegadizas y los sonidos fx cumplen a la perfección su función, aunque en ambos casos se nos antoja el número de éstos bastante por debajo de lo que cabría esperar. Aspecto retro (ya que es lo que es) que se vio remozado sobre todo en la versión para Xbox Live Arcade. Versión ésta también muy recomendable.
Valoracion personal
Siendo totalmente crítico, no es un juego que vaya a enamorar a la gente desde el primer momento, pero su oferta jugable sí que te enganchará desde el minuto 1. Es un verdadero vicio intentar superarse a sí mismo y ver a que nivel es capaz de llegar uno. Esto es lo que se debe considerar como paradigma del juego arcade.