Men; La culpa y el perdón

Por Enrique Bellón.

Tras sufrir una tragedia personal, Harper (Jessie Buckley) se retira sola a la hermosa campiña inglesa para sanar sus heridas en una casa de campo de ensueño, con la esperanza de haber encontrado el lugar ideal para curarse ante ella se abren dos semanas de reposo y desconexión, o al menos eso espera. Pero algo o alguien parece estar acechándola. Lo que comienza como un pavor latente terminará convirtiéndose en una auténtica pesadilla, habitada por sus recuerdos y miedos más oscuros. Men; La culpa y el perdón Cuando llega a este maravilloso paraje un extraño personaje le espera, el dueño de la casa (Rory Kinnear) el cual introduce en ese entorno idílico donde ella espera asentarse después de lo ocurrido, algo que se irá desvelando poco a poco. El contraste entre los primeros momentos de la historia cuando el descubrimiento del entorno idílico y la naturaleza nos transportan a la tranquilidad y la paz que necesita nuestra protagonista Harper, lo curioso es como poco a poco se van desvelando los detalles de lo ocurrido a través de una serie de Flashbacks, que además se convierten en el detonante de una serie de escenas de lo más inquietante donde se va haciendo palpable una inquietud y un "mal rollo" que nos acompañará durante prácticamente todo el metraje. Men; La culpa y el perdón
Con una primera hora totalmente impecable "Men" es un relato sobre la pérdida, sobre las relaciones tóxicas y las heridas que nos puede dejar así como de una sociedad opresiva y poco amable. El pueblo junto a todos los hombres que lo componen, impresionante el trabajo de Rory Kinnear encarnando todo un abanico de personalidades, junto a una siempre solvente y destacable Jessie Buckley son la piedra angular de una película poco convencional. Men; La culpa y el perdón
Bien es cierto que el desenlace final nos puede dejar algo descolocados pero si algo tiene "Men" es que está llena de mensaje y un poder sonoro y visual más que destacable, que la convierten en una obra de visionado obligatorio para cualquier fan del cine de género.Alex Garland, reconocido director, guionista y productor, británico, continua en su línea y nos sumerge de nuevo en un angustioso mundo de puro terror y realmente inquietante, con terroríficas visiones y un espléndido uso del sonido. El director compone una obra rica y fascinante, pero también compleja por lo que habrá personas que no sean capaces de digerirla fácilmente. Men; La culpa y el perdón Men es su tercera película y cuenta con la producción de A24, la prestigiosa y aclamada productora americana de títulos como Hereditary o Midsommar, que vuelve a meternos de lleno en el mundo fantástico y desasosegante que tan bien conocen. En este film continúan por la misma senda dejándonos con ganas de más, de ver como continúan creando mundos desasosegantes y poco convencionales.