Revista En Femenino
Ya sé que os dije que este nuevo apartado de menciones después de la de Mi álter ego sería por riguroso sorteo para evitar pensamientos del tipo "porque no me ha mencionado a mi antes que a fulanita" y cosas así. Pero yo creo que me entenderéis porque hoy cuelo a Maribel. Ayer nos anunció en su blog su partida de este mundo virtual porque se queda sin conexión. Ya sé que no se va a ningún sitio y su vida en su casa seguirá igual y no pasa nada, pero cuando una persona se desconecta y pierde el contacto contigo, te queda la sensación como si se fuera de viaje y no sabes cuando volverá, si está bien o no, es como una despedida. Desde que leí ayer su email me he quedado un poco tocada, la verdad, considero a Maribel una amiga especial y nos deja un poco huerfanitas con su partida. No dejo de pedirle a Dios en mis oraciones que vuelva pronto y que esto le sirva para un bien.
La verdad que me quedo sin palabras porque me emociono, porque me da penica por ella, porque sé que nos necesita como nosotras a ella. Maribel es una gran persona, siempre preocupada por los demás, por su religión, por hacer las cosas bien y se merece lo mejor. Siempre ha estado ahí cuando le he necesitado, siempre presente en nuestros blogs, siempre constante en los suyos, compartiendo y ayudando. Así que sólo me queda esperar con esperanza su vuelta y cuando vaya a marruecos haré todo lo posible por ir a visitarle si Dios quiere. No sé si nos leerá porque no sé como de inminente era su desconexión, pero desde aquí le mando mucho animo, muchos besos y decirle que le queremos mucho.
Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va, queda un tizón encendido,
que no se puede apagar ni con las aguas de un río.
Cuando un amigo se va, una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va, se detienen los caminos,
se empieza a revelar el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va, galopando su destino,
empieza el alma a vibrar por que se llena de frío.
Cuando un amigo se va, queda un terreno baldío,
que quiere el tiempo llenar con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va, se queda un árbol caído,
que ya no vuelve a brotar por que el viento lo ha vencido.
Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar la llegada de otro amigo.
Alberto Cortés.