No creo que ninguno de los presentes sea tan iluso de creer que el acceso a estas páginas las realizan solo los hijos de los demás, mientras que nuestros pequeños retoños son unos hijos modélicos. En muchos casos, ese primer acercamiento a la pornografía es casual, pero en otros, no. Es evidente que el acceso a este tipo de páginas es a través de un simple clic en sus teléfonos o tabletas. ¿O realmente usted piensa que sus hijos solo los utilizan para jugar o, como mucho, para hablar con sus amigos a través de las aplicaciones de mensajería instantánea? ¿Cuántos de ustedes tienen algún tipo de control parental sobre los terminales de sus hijos? Es incomprensible que seamos tan ingenuos de conceder a nuestros hijos el universo completo de internet sin ningún control. ¿No será que muchas veces
miramos para otro lado, ante la idea de provocar un enfrentamiento familiar, dado que al fin y al cabo van a terminar por descubrir el porno? Siempre es más cómodo hacernos los tontos. Es nuestra labor, la de los padres, enseñar a nuestros hijos el valor de aquello tan obsoleto ya. El respeto, el compromiso, la responsabilidad, la ternura. Es decir, el amor. A mí, personalmente, me aterra pensar que nuestros hijos pueden considerar la pornografía como su referente en educación sexual.Piensen.
Sean buenos.
Hoy, la canción regalo la trae doña @Paulisalcocer. Se trata de The living years. Con todos ustedes: ¡Mike & The Mechanics!
https://www.youtube.com/watch?v=5hr64MxYpgk