Creo que cada vez me enamoran más los looks más sencillos, el menos es más ha invadido mi forma de vestir definitivamente.
Un simple vestido largo, con un tejido suave y sencillo, con un color que favorece al bronceado, el verde militar, y unas sandalias cómodas es todo lo que se necesita para disfrutar una noche de verano. Dan ganas de saltar y que se mueva al viento. Además con la luz del atardecer todo se ve más bonito (aunque hubiera preferido fotografiar este mismo atardecer en la playa, este vestido se viene conmigo de vacaciones seguro!)
Os enseño también mi nuevo corte de pelo, realizado de nuevo por el increíble Fernando Cara, con un toque aun más corto y más rebelde, ¿qué os parece?