¡Llego con la historia turbia y traumática del año! ¡Y no es un cuento de los Grimm, es peor!
Este asunto le ha sucedido a una amiga mía de la que mejor no voy a mencionar el nombre, que me ha pedido que haga esto público para que lo sepa la mayor cantidad de gente posible. No sé cuántos lectores pensará mi amiga que tiene este blog, pero en fin, menos es nada.
No soy yo de hacer pasar un mal rato al personal si no es estrictamente necesario, así que empecemos diciendo que la historia acaba bien y mi amiga está sana como una manzana. Dicho esto:
La chica mencionada -llamémosla X- fue hace un mes y algo a donar sangre. Al poco tiempo le llegó una carta a casa, diciendo que habían observado una alteración en los resultados de los análisis que podía haberse producido por un error en la técnica utilizada, así que era necesario repetir la prueba. La carta también decía que por motivos de confidencialidad no podían darle ninguna información sobre los resultados por teléfono, y que no donara sangre hasta que se aclarase qué estaba pasando ahí.
X se fue con su novio Y al hospital esa misma tarde a ver de qué puñetas iba todo este asunto, y les dijeron, como habréis podido deducir del título del post, que sus resultados habían dado positivo en VIH.
Súper bien.
X e Y llevan en una relación estable chopocientos años, y son la gente con menos riesgo de contraer una enfermedad como el sida (bueno, el VIH no es sida, el VIH deriva en sida si no se trata a tiempo, pero nos entendemos) que os podáis encontrar en vuestra vida. Que yo no lo sé todo, faltaría mas; igual X va por ahí los fines de semana tirándose a desconocidos sin protección de ningún tipo e Y se droga utilizando una aguja para ocho personas. Todo puede ser; simplemente me parecen cosas no demasiado probables. Siempre está el que algún exnovio de alguno le hubiera contagiado y la enfermedad no se hubiera manifestado aún, o alguna otra alternativa, de ésas que tienen ínfimas posibilidades de darse, como material contaminado en el médico o alguna cosa por el estilo, pero todo parece altamente improbable.
Por tanto, la lógica estaba diciendo a gritos que ahí había algún tipo de malentendido; el problema es que con estas cosas primero te entra el pánico y luego ya si eso te planteas los errores potenciales, porque con un papel delante que dice que tienes esa historia en sangre a ver quién ve más allá.
A X le dijeron que le repetían la prueba, y que le darían los resultados a los quince días. A los quince días, no fastidies. Yo tengo claro que habría estado esas dos semanas en casa hecha un ovillo con una depresión horrorosa, elucubrando sobre la vida y la muerte e investigando la medicación disponible en el mercado; afortunadamente, X e Y son gente mucho más práctica que yo, así que en vez de concentrar sus energías en dramatizar, se dedicaron a recorrer todos los laboratorios de la ciudad. Resulta que en muchos de esos laboratorios te sacan sangre por la mañana y te dan el resultado por la tarde. En este caso no era suficiente, porque al ser viernes, tendrían que esperar hasta el lunes, pero está bien saberlo.
Así que, de nuevo, X e Y se fueron de ruta, esta vez buscando farmacias que hicieran pruebas de VIH.
Pues bien, sólo en Salamanca hay tres farmacias que hacen dicha prueba, y te dan los resultados en veinte minutos. Si la prueba da positivo, hay que hacerse análisis de sangre, pero si da negativo, es que es negativa y punto. Como un test de embarazo, vamos. Y cuesta cinco euros, así que ni por el dinero hay que preocuparse. Los dos se hicieron la prueba, los dos dieron negativo, y todos a casa tan contentos.
Este post lo escribo con varios propóśitos, aparte de porque me lo haya pedido X:
1) Si te ves afectado por una situación similar a ésta, para que sepas que tienes alternativas a esa espera horrible. Salamanca es un sitio pequeño; vale que tenemos como setecentos millones de farmacias, pero es un sitio pequeño; si aquí hacen la prueba, es que en cualquier ciudad la hacen.
2) Si trabajas en el sector sanitario, para decirte que, por el amor de Dios, le digas a un paciente en esta coyuntura que se vaya a tal farmacia a hacerse una prueba instantánea. Puedo entender, aunque me cueste, que no se haga la prueba en el propio hospital, por eso de que no hay dinero y bla bla. Puedo entender que no se haga ni aunque la pague el paciente en el momento, porque tal vez los protocolos del hospital no lo permiten. Puedo tolerar incluso, aunque esto ya me parece un poco fuerte, que no se informe al paciente de a qué farmacia puede ir a que le solucionen la tragedia, por motivos de favoritismos con unas farmacias u otras. Pero no me cabe en la cabeza, y todavía estoy cabreada por ello, que al enfermero o al médico de turno no se les ocurra decirle al paciente simplemente que estas farmacias existen. Y ya si eso que busque él dónde están. El que mi amiga y su novio hayan tenido que averiguar esto por su cuenta me parece lamentable a tantos niveles que mejor no me pongo a explicarlo porque estaríamos aquí todo el día; el caso es que a los médicos y demás personal que trataron con ellos les daría un guantazo y me quedaría más agusto que un arbusto. A ellos, o al director del hospital o quien puñetas ponga las normas, por no informar a los empleados de lo que tienen que decir o por no permitirles que lo digan. No sé cómo funciona, pero sí tengo claro que el que haya pacientes en estas situaciones es culpa de alguien, y la gente que tiene una solución rápida y sencilla al alcance de la mano para ahorrarle a alguien una angustia de esta magnitud, y no la utiliza porque no le apetece, me pone de los nervios absolutamente.
3) Como último propósito, escribo esto para ver si consigo que alguien se haga las pruebas de VIH. Si es un análisis, que no va a ningún lado, ya veis. Y resulta que en España hay gente a patadas que tiene la enfermedad y no lo sabe. Conozco varias personas que se han acostado con gente que era prácticamente una desconocida, utilizando como único método anticonceptivo la píldora que la chica -decía que- se estaba tomando. Ni condones ni historias. Así que si gente que yo conozco, que tiene una carrera, que es gente interesante, que parecen normales cuando hablas con ellos, son tan sumamente lerdos como para cepillarse a una chica de la que apenas saben nada sin plantearse que esa muchacha lo más elegante que les va a contagiar son ladillas, me imagino que habrá más gente así. Me imagino que varios estaréis leyendo esto. A mí esas cosas se me escapan y creo que hay que ser idiota para hacer algo así, pero el caso es que si tú sí lo haces, hazme el favor de hacerte las dichosas pruebas. Y si tú sí haces lo posible porque la gente con la que te enrollas no te pegue cualquier cosa, tal vez te interese que tus próximas parejas se hagan un análisis antes de que acojas la píldora anticonceptiva con los brazos abiertos, no vayas a descubrir al cabo de un par de años que tu churri se cepilló a pelo a su monitor de submarinismo cuando estuvo de viaje de fin de carrera. Que cada uno hace lo que quiere, ¿eh? Pero en España hay mucha más gente de la que os imagináis que tiene sida, y un porcentaje del grupo no tiene ni idea de ello. Por supuesto, tener este virus ya no es lo que era; antes significaba tener un pie en la tumba y ahora no. Ahora -siempre que se pille a tiempo- hay medicamentos y la cosa ha cambiado un montón. Pero obviamente sigue siendo una mierda. Así que menos llevar lazos rojos y más comprar preservativos y hacerse análisis de sangre.
Besitos para todos menos para los elementos que no informaron a X e Y de que las pruebas instantáneas existían.
p.d. Por si estáis pensando que soy una hipócrita, y estáis seguros de que os digo que os hagáis analíticas pero yo no tengo la más mínima intención de tocar una aguja ni con un palo, os recuerdo que mi drama neoyorquino particular me mandó al médico a hacerme pruebas hace un par de años.