Un estudio reciente, publicado en la revista Science, mostró que el ejercicio activo provoca en el cerebro cambios demostrables en la cantidad de receptores de dopamina o, en otras palabras, cómo influye en la bioquímica cerebral humana. Estos hallazgos invitan al optimismo ante la posibilidad de que contribuyan a nuevos tratamientos para personas con problemas en la memoria a corto plazo como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el ictus o la encefalomielitis miálgica.
El Dr. Ratey no pretende decir ni dice que el ejercicio haga a los niños más inteligentes, simplemente los prepara para aprender mejor. Después de un ejercicio moderado, el cerebro "mejora elrendimiento" y es más eficiente ya que hay un aumento de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la norepinefrina. Éstas hormonas están relacionadas con la regulación del humor, a la atención y al equilibrio mental. Propone que, desde el experimento en una escuela de Charleston. el hacer pausas breves con mini- sesiones, con ejercicio durante 10 minutos de ejercicio dentro de las aulas, sirven para mantener la atención de los niños, aunque sea temporalmente, y los más beneficiados.son los más distraídos.
La memoria a corto plazo o memoria de trabajo es la capacidad de retener información durante cortos periodos de tiempo, por ejemplo en los procesos de resolución de problemas. La dopamina es una molécula mensajera que desempeña una función primordial en este tipo de memoria. La función de la dopamina como neurotransmisor es transportar mensajes desde una célula nerviosa a otra. Los fallos en el sistema de la dopamina pueden dañar la memoria a corto plazo, daños que se asocian con una serie de disfunciones psiquiátricas y neurológicas, además de con el proceso de envejecimiento natural.
Todos sabemos que el ejercicio es bueno para el cuerpo, pero no sabíamos que mejoraba el rendimiento cerebral. El Dr. Ratey explora la conexión entre el ejercicio y el rendimiento del cerebro y su importancia para el tratamiento con ejercicio físico del TDAH por varias razones. El ejercicio casi inmediatamente eleva la dopamina y la norepinefrina y los mantiene durante un período de tiempo parecido al del metilfenidato.También ayuda a calmar la impulsividad y posponer los deseos de gratificación inmediata. Según este especicialista el ejercicio:.
- Mejora el aprendizaje, el humor, la motivación y las ganas de hacer las cosas
- Influye en el aprendizaje directo, a nivel celular, mejorando el potencial del cerebro para acceder y procesar la información nueva. El ejercicio crea el adecuado ambiente paralas células cerebrales
- Aumenta la neurogénesis, que es la producción de nuevas neuronas por la liberación de factores que fomentan la acción de las células madre
- Mejora la respuesta al estrés creando una resistencia interna a los factores estresantes gracias los enzimas antioxidantes propios, la reparación y reconstrucción de las proteínas, y mejorar lossistemas de eliminación de residuos tóxicos en el interior de las células nerviosas.
- Mejora el estado de ánimo al elevar los niveles de "nuestros neurotransmisores antidepresivos": dopamina, norepinefrina y serotonina.
Algunas escuelas tienen pausas para el ejercicio cada hora o cada par de horas, pero otros regímenes también pueden funcionar. Alguien con TDA podría beneficiarse de una pausa para ejercicios de 10-15 minutos cada hora o así. Eso es útil para todo el mundo, no sólo para los pacientes con TDA.lo suficiente para conseguir que se acelere el pulso durante al menos unos cuantos minutosCuando tenga tiempo les hablaré del Tread Desk (una cinta continua para hacer ejrcicio mientras se está en el ordenadorUn buen ejemplo actual es el nadador olímpico Michael Phelps, que fue diagnosticado a los 9 años y comenzó a ser tratado con medicación. Aun así descubrió que le era imposible permanecer en la escuela por el TDA. Entonces comenzó a nadar. Cuando alcanzó las 3 horas de ejercicio diario, no volvió a necesitar la medicación nunca más.
¡Bien, Dr. Ratkey! aunque todavía se están realizando ensayos clínicos específicos con ejercicio y TDAH. Es evidente que hay un espectro de gravedad en este trastorno y sólo el ejercicio no sería suficiente.