Precisamente lo comentaba hoy en casa viendo un anuncio malísimo de televisión, no me importa decir de quien era, ni me pagan por decirlo, ni me van a dejar de pagar por no decirlo, me parece que era de Self Bank y en el anuncio hablaban de los “amish”. Ante lo malo que era el anuncio mi expresión fue la sorpresa que me causaba que alguien dedicara su tiempo a hacer un anuncio tan malo y, sobre todo, la sorpresa que me causaba que alguien pagara por ello.
Pero esto no sólo pasa con productos varios o con bancos o con cualquiera que pueda pagarse una anuncio en televisión, pasa también con los vídeos de partidos políticos, pasa también con el último vídeo del PP. El vídeo, ya famoso, de Rajoy yendo puerta por puerta dando las gracias a todos los españoles por haber ayudado para, en teoría, haber superado la crisis es de auténtica pegada. Me pregunto, no sólo a quien se le habrá ocurrido semejante publicidad infumable, me pregunto también cuanto le habrá costado al PP, esto es a nosotros, el vídeo de marras.
Quizás la idea funcione en Estados Unidos, pero aquí en España ya les puedo asegurar que el vídeo produce cachondeo y sorna más que otra cosa. Para empezar que no es un tipo de mensaje que cale demasiado en la mentalidad española. en segundo lugar que al actor principal Dios le ha llevado por el camino de la interpretación en las campañas electorales, pero en los vídeos publicitarios es bastante malo. Y en tercer lugar el propio mensaje, a nosotros no nos tiene que dar las gracias porque lo que ha hecho Rajoy es quitarnos, que no pedirnos, y lo que tendría que hacer es devolvernos. Como esto último no lo va a hacer, el mensaje de gracias sobra porque encima suena a guasa.
Llevo toda la vida votando al Partido Popular. Mariano Rajoy, y no entiendo como la imagen que explotan es la de un Presidente de Gobierno que no tiene ni un ápice de buena imagen. Es, Rajoy, la persona de toda España que más difícil le pone al Partido Popular ganar las elecciones. Ponernos un vídeo de este tipo es ya jugar con fuego y con una paciencia ya bastante escasa. Que suErte tiene Rajoy de que por ahí pulule un tal Pablo Iglesias, si no no se que sería ni de él ni del PP.