La fatalidad del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en algunos países europeos parece ir en franco retroceso. Las personas que tienen SIDA, de hecho, ya pueden llevar un estilo de vida mucho más agradable. A esto hay que sumar que entre las causas de muerte, el VIH se ha reducido en un 11% en los últimos 2 años, según informes del INE (Instituto Nacional de Estadística).
El descenso en la cantidad de muertes por VIH está directamente relacionado con la mayor accesibilidad a medicamentos por parte de todos los sectores de la población, aunque también tendría alguna participación el hecho de que se han mejorado notablemente las condiciones de higiene en los sectores más pobres (lo que podría explicar la alta incidencia de esta enfermedad en dicho sector en décadas previas).
En España las mayores causas de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares (son responsables de casi el 30% de las muertes). Uno de los aumentos que vale la pena destacar son las muertes ligados a distintos trastornos mentales (que vieron un incremento total cercano al 11%). La mayoría de estas muertes fueron por alguna variedad de demencia, aunque también se contaron numerosos casos de muerte por el mal de Alzhéimer y trastornos neurodegenerativos.
En el caso de las mujeres una de las causas de muerte que sigue teniendo prevalencia es la del accidente cerebrovascular. Los hombres, en cambio, sufren por lo general muerte por isquemia cardíaca. La tasa de mortalidad en España va liderada por tres ciudades en particular, que parecen ser las que tienen el mayor porcentaje de población anciana: se trata de Asturias, Galicia y Castilla y León. Las ciudades con tasa de mortalidad más baja en toda España, en cambio, son Canarias, Madrid y Melilla.