Hoy recibí un mensaje de Dios
escribía recto
con renglones torcidos
de modo que lo envié
a la carpeta de SPAM.
Junto a la Viagra a buen precio
junto a la rusa que quiere conocerme
junto al prodigioso alarga-penes
junto al príncipe nigeriano desesperado
junto a las ofertas falsas de trabajo
junto a la oferta inigualable
de todas las compañías telefónicas
junto al método infalible para hacerme rico
junto al crédito inmediato
junto al aviso importante del Santander
junto a tus saludos desde el extranjero.
Pensé que allí se sentiría como en casa.
En el maldito paraíso.
Y vi que estaba bien.