Este fin de semana, he conocido a un Calistemo. Si hay que hablar con propiedad ( cosa que el Calistemo agradece profundamente) , diría que me he topado con un Callistemon Citrinus. Era uno (y sus flores )y se estaba manifestando en una calle de pueblo, con arreglos paisajísticos.
El Calistemo me explica que proviene de Australia y Tasmania pero que , desde 1778, está presente en Europa y América. Es fácil encontrar uno en cualquier zona de España. Soy muy adaptable, me dice. Sobrevive en los climas más diversos, con mucha y poca agua… Un arbusto agradecido. Y es que el Calistemo que yo he conocido es un arbusto ( hay una especie que es árbol), del tipo perenne y del grupo llamado “siempre verde”. En la época de floración, nos muestran sus flores pero el resto del tiempo, se mantienen verdes y con hojas.
Me he parado a admirar su belleza y, también, a escuchar su protesta. Respecto a su perfección hermosa, nada más tengo que añadir a la frase “ la naturaleza es una artista prodigiosa”.
El Calistemo mostraba las diferentes etapas de la explosión de los estambres que componen sus flores.
En la fase que precede a la liberación, es increíble observar cómo los filamentos están perfectamente enrollados y ordenados, dispuestos para iniciar un baile de coreografía perfecta.
Después, aunque cada grupo de estambres va a su ritmo, todo está orquestado para la liberación , perfectamente ejecutada.Explosionado de belleza. Muestra la simetría que diseña la naturaleza con esa maestría incomparable.Al final, todo se expone, en perfecta armonía. La flor del Calistemo, te saluda…
El Calistemo del que os hablo ( y al que le pedí permiso para hacer estas fotografías) tiene su flores rojas pero las hay de color rosa, blanco, amarillo… Y este es citrinus, porque si estrujas sus hojas, se esparce un intenso aroma a limón.
¿De qué se queja el Calistemo? Bien, el nombre vulgar, por el que es conocido es “Escobillón”. Este que yo conozco es un Escobillón Rojo. También se le llama Limpiatubos o Limpiabotellas, por la escobilla que se utiliza para limpiar estos objetos …
Es evidente que hay una semejanza entre esta flor y una escobilla ( o escobillón, supongo que dependerá del tamaño) pero, aunque de todo tiene que haber en la vida y es muy loable que se inventara ese artefacto , su connotación no es muy agradable. No . No es nada, nada agradable. El Calistemo quiere que dejen de llamarlo Escobillón. Teniendo un nombre , ¿Por qué ese agravio a la belleza de su flor? Sólo los Calistemos de flor blanca se salvan de esta ignominia. A ellos, les llaman “Plumeros de hada” …
Sabe que es difícil, que el parecido es asombroso pero pide que si veis a alguno de estos arbustos, en cualquiera de vuestras calles, les llaméis Calistemo. Y si se os olvida, lo que decían los griegos kallos (bello)+ stemon ( estambre) “estambres bellos”…
O Calis. Todo, menos escobillón…