Llegó el momento, precipitado por el discurrir de los acontecimientos, de hacer balance, de liberar lastres para seguir avanzando con una sensación de ligereza renovada y descubrir la ubicación exacta, de este mi rincón, que defino de tremendamente
ilusionante, al que he dedicado tantos momentos frágiles y delicados de mi existencia.Releyendo algunos de mis post, observando las imágenes que he seleccionado para ilustrarlos, tengo la sensación de que me he mantenido obstinadamente firme en mi objetivo, que desde el principio, no ha sido otro que reconocerme plenamente en mis palabras y acercarme a otros, simplemente por ser yo.
Sin embargo, me he dado cuenta también, de que durante un tiempo he navegado a la deriva, con un mensaje equivocado en mi conciencia, en un mundo que resumiendo en dos palabras me resulta tan fantástico como extraño...
He llegado a sentir angustia por no identificarme con la perfecta blogger, la más comentada, la más carismática, la más ocurrente, la más rápida en una carrera desenfrenada hacia un éxito muerto antes de su nacimiento, pues Palmichula no vende nada, no pretende ser comprada, no aspira ni aspirará a formar parte de las listas de blog maravillosos, ni a ser reconocida socialmente...
Palmichula, sólo pretende disponer de un rincón donde cobijarse, donde mirarse y mirar a otros, cada día o cuando la necesidad apremie... Y de tener la oportunidad de retroceder voluntariamente sobre sus pasos, o continuar avanzando... Pero SIEMPRE, con la certeza de lograr obtener como premio el reflejo de su particular manera de ver el mundo... Así debería haber sido siempre...
Felicidades a los que mágicamente logran conseguirlo cada día y que con tanta autenticidad lo demuestran.Un abrazo reflexivo
PalmichulaFuente: Kremmerhus Bloggen