Cuando el diario Granma se preguntaba semanas atrás, a propósito de recientes campañas contra Cuba:
“¿Será que a los que mueven los hilos y a sus asalariados internos les
encantaría invocar la “protección de civiles” para bombardear La
Habana?”, recordamos cómo Ernesto Hernández Busto,
alguien muy vinculado a la política norteamericana contra la Isla y
receptor del Premio Ortega y Gasset otorgado por el Grupo PRISA a la
bloguera Yoani Sánchez, lo había escrito con toda claridad:
“Mi
opinión más íntima sobre la situación cubana es que una intervención
militar de EE. UU. sería la manera más rápida y productiva de acabar con
el castrismo.”
Ahora, quizás entusiasmado por el desarrollo de los acontecimientos en Libia, Hernández Busto ha lanzado una nueva iniciativa para enviar “información”
por mensajes de SMS a usuarios de telefónos celulares en Cuba.
Conociendo su participación en la convocatoria el pasado febrero a un “levantamiento popular” en La Habana desde la red social Facebook,
al que no asistió nadie, y su vocación invasora -siempre para ser
ejecutada por otros-, no es difícil imaginar el contenido y objetivo de
los mensajes.
Viviendo en Barcelona, donde los Mossos d’Esquadra no logran -a pesar de su ensañamiento con manifestantes pacíficos-
desatar una intervención de la OTAN, Ernesto Hernández Busto, ¿trabaja?
fervientemente para que en Cuba se desaten escenas de violencia que
justifiquen la caída de los misiles Crucero sobre la capital cubana.
Pero con la valentía que los caracteriza,
los cuatro gatos que construyen sus noticias desde la Isla escogen los
menos mediáticos escenarios para sus provocaciones: un Capitolio cerrado
por reformas, o una Universidad en época de vaciones. Mientras, el
mensajero -que hasta hace poco amenazaba con cerrar su blog por falta
de fondos- cobra en euros y notoriedad su nuevo invento, soñando con
que sus admirados Condolezza Rice y George W. Bush lo inviten otra vez a
unas cervezas antes de que se desinfle su nueva estafa.
[Fuente: La Pupila Insomne]