Vale, esa imagen ya tiene un año y un par de meses. Pero da igual. El motivo por el que la pongo, es la reciente “negatividad” que se ha instalado en la mente de los futboleros españoles con el resultado de La Roja en los últimos amistosos ante equipos grandes. Y, la verdad, no lo entiendo. Hace años éramos el equipo de los sosos. No caíamos en amistosos, pero en los momentos importantes siempre salíamos escaldados, quitando algunas malas decisiones arbitrales. Sin embargo, y en eso sí estoy de acuerdo, en 2008 cambiaron las tornas, y ahora hemos ganado dos de tres grandes competiciones en tres años, y vamos camino de clasificarnos sin que nadie nos tosa para la siguiente.
Entonces, ¿cuál es el problema? Pues que como somos más chulos que un ocho, y ahora todo el planeta admira el juego de los de Del Bosque, selecciones como Italia, Portugal o Argentina nos escogieron como rivales para disputar amistosos desde que Sudáfrica nos coronara campeones. Y nos han dejado “en bragas”. No hay excusas. En los encuentros contra Portugal y Brasil, lo peor era la fecha, ¿es igual para los dos equipos, no? A no ser que estemos en una lucha entre dimensiones varias. Las derrotas ante Argentina (4-1) y ante Portugal (4-0) fueron sonrrojantes, sí. Pero que a nadie se le olvide. Fueron simples amistosos. Y ahora lo que importa es la fase de clasificación para el Europeo de Polonia y Ucrania, fase en la que España tiene una trayectoria inmaculada y estamos a un día de poder sentenciar matemáticamente la clasificación.
Está claro que si hay algo que no caracteriza a los futbolistas españoles, es la “eternidad”. Marcos Senna, Joan Capdevilla, Carlos Marchena… Un grupo de jugadores que ya han dejado a otros su lugar en el equipo. En otras categorías, disputamos a gran nivel, e incluso ganamos. ¿Por qué tanta negatividad entonces?¿Hay un fin de ciclo real o es la prensa la que busca vender diarios con esa excusa? Yo ahí lo dejo. Hemos perdido amistosos, sí, pero somos Campeones de Europa y Campeones del Mundo. Vamos a disfrutarlo hasta Junio de 2012.