En una nota que publiqué el 23 de septiembre pasado me referí a la entrevista que el periódico Ara en catalán le hizo a Dolors Bramón, filóloga, profesora de lenguas semíticas en la Universidad de Barcelona y, según ella, especialista, experta y gran conocedora del Islam.
En aquella nota ya deje claro que dicha señora se dedica a desinformar en defensa del Islam en lo que cada día es más evidente, su agresividad y sus normas medievales. Además tiene una manera de expresarse que me irrita y que es común a casi todos los defensores de los discípulos de Mahoma, que a lo largo de su discurso, sin decirlo, dejan bien claro que sin discusión posible tienen toda la razón del mundo y los que no opinan exactamente lo mismo que ellos son ignorantes o malintencionados.
Como no podía ser de otra forma en Al-Jazeera TV3 también han entrevistado a la propagadora de la verdad universal y única sobre el Islam, que además coincide casi exactamente con la versión de la religión mahometana que aparentemente es la oficial de la emisora.
El martes 29 Dolors Bramón fue entrevistada por Josep Puigbo en el Canal 33, presentándola como un referente para entender el Islam, como a Al-Jazeera TV3 le gusta que se entienda claro está, y no hizo más que confirmar totalmente su discurso porque volvió a describir el Islam como la ideología que de aplicarse a todo el mundo solucionaría todos nuestros problemas, y volvió a acusar a los occidentales de difamar y atacar a los pobres musulmanes para evitar que la bondad se extienda por todo el mundo, potencias occidentales que además está bien claro que en realidad son los principales responsables de las barbaridades que erróneamente se atribuyen al Islam.
Soportando lo que la señora decía mientras mantenía mi cabreo bajo control, me enteré de cuál es su razonamiento básico. Todas las barbaridades que los islamistas llevan tiempo cometiendo, y que han callado la boca a buena parte de los periodistas que los consideraban moderados, están clara y contundentemente prohibidas y condenadas en el Corán, razón por la cual no puede usarse el termino islamistas porque toda esa barbarie no puede ser cometida en nombre de una religión que la condena mucho más claramente que cristianismo y judaísmo. En su opinión se han calificado de islamistas acciones que son consecuencia de la agresividad y maldad aprendidas desde la época colonial de las potencias occidentales. Las contradicciones de esta señora son descomunales y esta es de las mayores porque en otro momento de la entrevista la señora mencionó las cruzadas como barbaridad cristiana que todavía colea, y si eso es así, entonces las cruzadas, barbaridad cristiana en respuesta a una barbaridad musulmana todavía mayor, siguiendo el razonamiento de la señora Bramón, no podrían considerarse cometidas por una religión cuyo Evangelio prohíbe todas las salvajadas que se practicaron.
Pero es que además es rotundamente falso que el mensaje del Corán sea tan pacifico y buenista como lo describe esta señora, sino que es exactamente lo contrario. Además da unas razones para la dramática discrepancia entre este contenido bondadoso, según ella, del Corán y la tozuda realidad cotidiana que son de chiste. Según ella la única versión del Corán considerada como genuina por el Islam es su primer texto original en árabe clásico antiguo, cosa que es cierta, aunque olvida añadir que apareció bastantes décadas después de la muerte de Mahoma, que era analfabeto, escrito por orden del Califa, en base al boca a boca que hasta entonces era la base del Islam. Según la señora Bramón el árabe antiguo es un idioma sumamente difícil y complicado cuyo dominio está solo al alcance de mentes sumamente privilegiadas como la suya, y ahora viene lo bueno, ella ha leído varias veces la versión original y genuina del Corán y lo entiende absolutamente todo, razón por la que puede explicar al mundo, empezando desgraciadamente por Barcelona, las inmensas bondades del Islam, pero los musulmanes de hoy día, aunque les obligan a aprenderse de memoria el Corán genuino en árabe, no entienden nada, y ante la agresión, los insultos y el maltrato que les infligen los colonialistas occidentales, se han puesto a hacer barbaridades, que nunca habían cometido y no habrían cometido de no obligarles a hacerlo. ¿Bonito, verdad?. Al oír este comentario me quedé horrorizado al pensar en los desastres que pueden caer sobre la cristiandad por el mero hecho de que sus textos fundamentales están en Latín, que hoy día ya dominan muy pocos cristianos.
La señora Bramón también demostró conocer bien la Historia, aunque se trate de una Historia modificada a fondo para que el Islam sea siempre el bueno de la película. Dijo burradas importantes. Se atrevió a afirmar que el Islam llegó hasta Europa yendo hacia el oeste y al Pacífico yendo hacia el este gracias a la conversión masiva al Islam de los habitantes de los territorios conquistados y no tanto por la fuerza de sus ejércitos. Teniendo en cuenta que la expansión descrita desde Arabia hasta Europa y el Pacífico se produjo en menos de un siglo desde la muerte de Mahoma, si alguien se lo quiere creer está en su derecho.
Pero es que añadió que la conquista de Al-Andalus (España) no fue agresiva porque en Gibraltar desembarcaron solo cuatro musulmanes mal contados y sin actitudes agresivas, que se hicieron con todo el territorio hasta el sur de Francia en solo 14 años, porque la España visigoda era un desbarajuste increíble que fue muy fácil de dominar. Por lo visto los Omeyas eran muy pocos, porque aunque desde su califato de Damasco fueron los grandes dominadores del Islam de los primeros años, al ser vencidos por chiitas y sus primos Abasíes, sunitas de Bagdad donde se trasladó el Califato, emigraron en casi su totalidad y formaron otro califato en el norte de Africa que fue el que ocupó Al-Andalus con solo cuatro Omeyas mal contados, en solo 14 años y acabó estableciendo en Córdoba su capital. Pero, eso sí, lo hicieron sin agresividad y pidiéndolo por favor.
Al final de la entrevista Puigbó le pidió su opinión sobre tres tópicos generalizados sobre el Islam.
1.- El Islam usa la violencia y el terrorismo para expandirse. Lo negó rotundamente, una vez más en base a que el Corán prohíbe estas barbaridades, de la misma forma que la corrupción está prohibida en España.
2.- En los países musulmanes está prohibido construir Iglesias cristianas o sinagogas. Por supuesto también lo negó en redondo e incluso se burló del tópico, para acabar aceptando que algunos países, según ella muy pocos, si prohíben la construcción de templos no musulmanes y puso el ejemplo de Arabia Saudita, cuando son ya bastantes y son cada vez más los países musulmanes que prohíben la construcción de dichos templos y convierten muchos de los existentes en mezquitas.
3.- El trato vejatorio del Islam a las mujeres. Por supuesto que es falso y lo calificó como una de las peores difamaciones sobre el Islam, porque los musulmanes tratan a la mujer mucho mejor que cristianos y judíos [si estáis leyendo esta nota estando de pie os recomiendo sentaros antes de continuar leyendo], porque entre otras cosas el Islam no se opone al uso de ¡¡anticonceptivos!!. Seguramente si la señora hubiese elaborado más sobre la permisividad musulmana sobre los anticonceptivos habría mencionado que en la época en que se escribió el Corán la mujer musulmana disponía de una amplia gama para cubrir todas las eventualidades que pudiesen darse al practicar su libertad sexual, aunque siempre hay malintencionados que sostienen que en el siglo VII el único anticonceptivo eficaz era que la mujer mantuviese firmemente una moneda entre sus rodillas a lo largo de todo el acto sexual.
Seguramente al Sr. Puigbó se le olvidó preguntarle sobre la persecución y las masacres de cristianos, agnósticos y otros infieles en países musulmanes, a lo que habría respondido que eran bulos y tópicos totalmente falsos porque el Corán lo prohíbe.
A la conclusión de la entrevista la señora Bramón dio una excelente noticia porque se jubila en pocos meses y aunque a ella le gustaría, debido a los recortes, no podrá seguir explicando su versión del Islam en la Universidad de Barcelona. Benditos recortes.
Teniendo en cuenta lo que gustan en Al-Jazeera TV3 mensajes sobre el Islam del estilo de los que propaga la señora Bramón, y con la influencia que la TV catalana tiene sobre la Generalitat no me extrañaría ver a la señora Bramón luciendo la Creu de Sant Jordi, bien merecida por los grandes servicios prestados.