No soporto mentir, y menos si es de esas mentiras que duelen en el alma.
Todo comenzó una noche en la que mi pequeña dictadora estuvo vomitando varias veces y con fiebre. Al día siguiente era sábado, así que podría mejorarse durante el fin de semana.
¿Pero qué pasaría si hubiese pasado esa situación un día cualquiera entre semana? A pesar de que esa noche casi no dormiríamos ninguno, a la mañana siguiente pretenderíamos llevarla a la guardería porque los abuelos (¡¡benditos abuelos!!!) quizás estarían justo de viaje, el padre podría tener una reunión importantísima a primera hora y yo, sin reunión ineludible, también trabajaría. Así que no tendría más remedio que llevarla a la guardería.
Pero de repente, todo el plan cambiaría. Mi pequeña diactadora podría tener otra vez fiebre, estar pálida, llorar dormida.
¿Qué haría? Tendría que ir al trabajo. ¿Avisaría que mi hija está mala y que me estigmaticen y duden de mi profesionalidad dependiendo de la salud de la niña? o ¿diría que la que está enferma soy yo?.
Optaría por lo segundo. Mentiría. Sí, mentiría. Una de esas mentiras que duelen en el alma. Una mentira que va en contra de lo que pienso y deseo para el futuro de mi hija. Y me sentiría mal, conmigo misma, con la sociedad machista existente, con el actual panorama laboral y con el mundo en general.
WTF!!! ¿Por qué tendría que mentir??¿Tendría que ir al médico y contarle otra milonga para que me diese un justificante para que mi hija se recuperase en casa con su madre? ¿Tendría que fingir al día siguiente en el trabajo que el día anterior me encontraba mal??.
Pero.... ¿Nadie se da cuenta de que todo esto es ridículo? ¿N-A-D-I-E??.
Dicen que el futuro está en manos de los niños, pero ¿qué pasa cuando enferman? Las empresas solo piensan en la rentabilidad de los empleados obviando lo más importante, que somos PERSONAS. Con una vida más allá del trabajo, y una familia quizás también.
Y es vergonzoso que muchas veces nos vayamos a ver en la situación de mentir, en contra de nuestros principios, una de esas mentiras que duelen en el alma o tengamos que cogernos esos días como vacaciones para poder cuidar de nuestros hijos. Y esto con suerte, porque hay otras muchas madres que por su delicada situación sólo pueden optar por enchufar al niño el Apiretal o Dalsy de turno y de cabeza a la guardería. Eso sí, se pasan toda su jornada laboral rezando porque no les llamen de la guardería porque ha empeorado y tienen que ir a buscarlo.
¿Es esto lógico?. Ahora que venga alguien y me hable de conciliación. JA! Venga ya!! Esto es de vergüenza!.