Hace mucho tiempo que afirmo y reafirmo que entre los políticos de Madrid hay muy pocos, si es que hay alguno, que esté mínimamente dispuesto a hacer algo para solucionar el conflicto con Catalunya.
En Madrid se inició el conflicto con Rajoy y el PP, y entre todos compiten por empeorar el conflicto cada vez más, por la sumamente irresponsable razón de que la catalanofobia aporta muchos votos. La barbaridad de tal insensatez consigue empeorar el conflicto de tal forma que ya son muchos los que en Madrid ponen el independentismo catalán al mismo nivel que ETA, lo que no va totalmente desencaminado porque tanto el Estado español como la mayoría de sus ciudadanos han reaccionado de manera más virulenta contra un independentismo catalán pacífico y democrático que contra el terrorismo de ETA.
Esta semana ha sido intensa en cuanto a falsedades, barbaridades y catalanofobia, sobre las que tengo dos comentarios que hacer.
Primero, Josep Borrell empezó soltando uno de sus rebuznos que viene a decir que la Justicia española debe ser obedecida en toda Europa y cuando la Justicia belga retrasa el procedimiento de la nueva euroorden contra Puigdemont está incumpliendo normas no escritas pero que en España se utilizan para relativizar las leyes. Curiosamente a los 3 días del rebuzno de Borrell el Tribunal de Justicia de la Unión Europea le dio la enésima lección y rectificación a la corrupta Justicia española en relación al derecho de Junqueras a ocupar su escaño en la Eurocámara.
Parece ser que varios periódicos importantes alemanes criticaron muy duramente a Borrell a consecuencia del rebuzno, y digo parece ser porque no domino el alemán y no lo pude comprobar, en cualquier caso es una crítica que llega muy tarde porque si dichos periódicos están bien informados las críticas las tenían que haber publicado cuando Von der Leyer de sobrenombre Merkel II aceptó la propuesta de un desastroso político como Borrell, que además ha tenido problemas con la Justicia, para el cargo de Alto Representante de la U.E. para Asuntos Exteriores, y de paso también podían haber comentado que para sustituir al presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi que ha llevado a cabo una excelente labor han colocado en el Banco Central a la francesa Christine Lagarde, que aparte haber tenido también problemas con la Justicia lleva años demostrando su desastrosa gestión en el Fondo Monetario Internacional.
El segundo comentario se refiere al enésimo bofetón de una institución de la U.E. a España en relación con Junqueras y su pleno derecho como Eurodiputado. La razón de esta inmensa metedura de pata es la obsesión del Estado español en hacer al independentismo catalán responsable de todo lo malo que ocurre en España y aplicarles las consecuencias de la gran mentira que inventaron y que expliqué en mi anterior nota, el fascista Estado español ha transformado el ejercicio de un derecho reconocido por las Naciones Unidas, ratificado por el reino de España y supuestamente protegido por la Constitución en una larga lista de falsos delitos y después de un juicio que se choteaba de la Justicia ha creado de nuevo la figura de presos y exilados políticos, y encima y en el colmo del inmenso monumento al cinismo, la hipocresía y la difamación los que atacan constantemente el independentismo catalán se autocalifican como “constitucionalistas” cuando diariamente se hacen sus necesidades sobre la Constitución.
España es uno de los países miembros que recibe más sanciones y avisos de la U.E., pero el bofetón que recibieron el jueves es de los más graves. Uno podría pensar que un país que recibe tal cantidad de sanciones y requerimientos tarde o temprano deberían organizarse para al menos reducir los puntos negros, pero eso en España es imposible. Los políticos importantes y los altos funcionarios españoles tienen una característica que afortunadamente los hace únicos en el mundo: NUNCA JAMAS SE EQUIVOCAN. Si en el ámbito de su actuación se producen errores, negligencias e incluso escándalos, siempre ocurren por culpa de los demás, que, a poder ser, pero no necesariamente, sean sus enemigos políticos. Se podría decir sin temor a exagerar que la Administración Pública española siempre ha prescindido de la responsabilidad, algo que nunca se exige por grandes que sean errores, omisiones, negligencias, etc., la extrema brutalidad policial del 1 O 2017 fue negada por sus responsables y todo el régimen del 78, las múltiples operaciones de las llamadas cloacas del Estado, a pesar de su extrema gravedad se tratan como si nunca hubiesen existido, la clara implicación del CNI en los atentados de Barcelona y Salou del 17 A 2017 hace tiempo que ingresó en el limbo de los asuntos que por más graves que sean el Estado español actúa como si nunca hubiesen ocurrido, y así una lista lo suficientemente larga para que sea muy preocupante. ¿Cómo van a rectificar unos señores que jamás reconocen ni tan solo sus actuaciones ilegales?.
La reacción a la sentencia del TJUE sobre Junqueras es un buen ejemplo de esta incapacidad de la gestión publica española para asimilar cualquier idea que no encaje con su mentalidad franquista. La versión más repetida es que España ha sido traicionada por la U.E. e incluso hay quien exige el Spexit, como el Brexit, pero quien se sale de la U.E es el reino de España.
De todas formas, todo y con la sentencia del TJUE la postura de la U.E. sigue siendo contraria a la intervención por más brutal que sea la represión y por más presos y exilados políticos que haya. Lo único que afortunadamente ha cambiado es la postura de la Eurocámara que antes de la sentencia el anterior presidente Tajani había llegado a prohibirles la entrada a Puigdemont y Comín y ahora, gracias a la sentencia son admitidos como eurodiputados, pero la actitud de la Comisión Europea continúa siendo tal que justifica el Brexit, el Spexit y todos los exits de una U.E. que ya no coloca a la democracia y la libertad en la base de todas sus acciones.