No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré, No mentiré... Micah es una mentirosa. Empezó a mentir prácticamente a la vez que a hablar, es una especie de gen familiar, según ella. La vida de Micah nunca ha sido fácil debido a que una extraña enfermedad familiar se manifestó en ella desde que era muy pequeña, nunca ha podido tener una vida normal. En el instituto todos la consideran un monstruo. Mintió desde el día en que llegó y quedó marcada desde entonces, con una mentira tras otra, como un bicho raro, una apestada, una mentirosa patológica. Aunque no todo el mundo la trata igual. Hay un chico, un chico que la ve de otro modo, un chico que la quiere, un chico que la dejará sola y dolida en un mundo de mentiras y secretos.