Mentiroso compulsivo, pero por la tarde

Cuando se trata de mentir, el autocontrol y la facilidad de cada uno es muy importante, pero aunque no seas muy bueno soltando más bolas que la típica máquina de entrenamiento de tenis o béisbol, el chollo empieza según avanza el día.
Se es más propenso a decir embustes por la tarde y por la noche, según el importante estudio que se ha publicado en la revista Psychological Science. Los autores del estudio querían comprobar si los comportamientos poco éticos dependían de la hora, y parece ser que sí. Todo esto tiene una razón muy sencilla, el autocontrol se gasta a lo largo de las 24 horas, es muy cansado estar permanentemente alerta y sobre todo después de estar usando el cerebro tomando decisiones más importantes en el trabajo.
Muy bien, y con esto, ¿qué? Pues nada, eso, que lo sepáis. No han desarrollado cura ni vacuna ni nada más. Simplemente es una explicación muy importante a cuándo y por qué la gente miente más.
Ahora ya sabéis que si una amiga os pregunta un viernes por la noche: "¿estoy guapa?" Antes de responder, o le decís la verdad a lo Ice Bucket Challenge -con un jarro de agua fría- u os tomáis de un trago la copa de la mano para poder decirle: "sí, tia, divina", sin cargo de conciencia.
Este es uno de esos estudios que realmente no sirven para nada excepto para darme a mí algo de lo que escribir, porque no creo que estén profundizando más en el tema, sería para matarles por tirar el dinero. Ahora también comprendéis por qué yo siempre publico por las mañanas, porque todo lo que cuento es verdad. Verdad verdadera. De la buena. Otra cosa es que lo escriba a otras horas, ahí ya no me responsabilizo si luego al darle a programar la entrada el corrector de Blogger no corrige las mentiras.
Tengo más estudios sobre las mentiras, pero ya os los iré desvelando, que sino no tiene gracia. Por el momento, si tenéis que dar alguna excusa no cierta, llevadla apuntada, que a partir de la siesta las cosas ya no son como antes.
Nos leemos. Bueno, me leéis.
O no.