Desde que abrí el blog he recibido muchas propuestas de consultas, asesoramiento o coaching. Se multiplicaron en el momento que dije que estudiaba psicología. En realidad hay un lío monumental con respecto a este tema. No se sabe diferenciar entre asesoramiento, el mentoring y el coaching. Las nuevas escuelas de psicología hacen aumentar aún más la confusión, ya que la psicologia cuenta con muchas escuelas, muchas de ellas no científicas, como es el psicoanálisis por ejemplo. La cuestión es que puedes entrar en una consulta de un psicólogo y encontrarte casi con cualquier tipo de terapia.
El coaching también tiene varias escuelas diferentes, pero tienen un método de trabajo común y se parece mucho también a la terapia.
La mayoría de coachs establecen una serie de sesiones con sus clientes que van entre ocho y doce. El caso del mentoring es completamente diferente. No tiene estructura de terapia, es más informal y suele se suele establecer una relación más a largo plazo. Otra de las diferencias es que en el coaching no se establecen vículos emocionales o afectivos, y en el mentoring sí.
Lo que yo he realizado a lo largo de mi carrera ha sido asesoría, consultoría y mentoring a empresarios o futuros empresarios muy enfocado casi siempre a la tecnología, el marketing y la venta. Recientemente también realizo mentoring a personas en búsqueda de empleo a través de una entidad.
La diferencia más relevantes, en mi opinión entre el mentoring y el coaching es que en el mentoring necesitas experiencia y formación en el área específica que vas a ayudar a la persona. Es decir, un coach no necesita de conocimientos empresariales en administración, organización, ventas o finanzas para ayudar a un emprendedor, un empresario o un ejecutivo. Un mentor tiene la misión de trasmitir unos valores, conocimientos y también una experiencia tanto profesional como vital.
Pero un mentor no sólo se restringe en el área profesional, también hay mentores personales que por su forma de vida ayudan a otros a vivir de una manera diferente. Hay mentores entre los estudiantes (en algunas Universidades se asigna un alumno como mentor de otro que acaba de ingresar en la universidad), hay mentores para ejecutivos o para el desarrollo personal o profesional. Se trata de transmitir la experiencia propia vivida, compartir y ayudar.
Yo además de mentora he tenido dos mentores para mi desarrollo profesional. He de decir también que jamás he estado en una sesión de coaching, por tanto no puedo hablarte en comparativa fielmente.
Te quiero contar un poco en que consiste el trabajo que se realiza con un mentor.
Por lo general no suele haber citas concertadas semanales. Más bien se van estableciendo de una sesión a otra. Tienen una estructura más informal que el coaching. Como mentora, he establecido las citas en mi despacho y alguna vez en una cafetería. En algunas ocasiones yo era la que me trasladaba al lugar de trabajo del mentoreado, y algunas veces también asistía a alguna reunión como asesora con ellos o para estar al día de lo que estaba haciendo. Cómo ves no tiene que ver con el coaching, ya que necesitas conocer los entresijos del trabajo de la otra persona y tener experiencia con ello. Es habitual que el mentor acabe convirtiéndose en parte del consejo directivo de la empresa de manera formal. Yo no he formado parte de ningún consejo directivo, pero sí mis mentores formaban parte de varios consejos directivos de otras empresas.
Cuando yo he sido mentoreada, también han sido sesiones informales, sin hora de finalización. En el mentoring no hay una relación de tú a tú, hay una relación de superioridad del mentor, ya que posee más experiencia sobre el área específica que quieres mejorar. Pero sí que hay un fluído diálogo.
Por lo general esas sesiones comienzan intentando definir qué área se van a trabajar. El mentoreado tiene que decir qué es lo que necesita y que objetivo es el que quiere alcanzar. Yo recuerdo en una de esas sesiones estaba muy agobiada con todas las tareas que tenía por delante y me enseñó cómo el usaba el método GTD. Siempre acudía con una libreta para apuntar cosas. Es habitual que el mentor proponga hacer alguna tarea de una sesión a otra. Hablaba del día a día, de los problemas que tenía, de ese asunto que tenía atascado o de lo que necesitaba mejorar. Es muy útil que te digan que ciertas cosas que a ti te agobian son normales, que a él le pasó también, que te cuente el caso de un amigo o de otro mentoreado.
Con los mentores que he tenido era muy habitual que me dieran contactos estratégicos, o llamaran a gente recomendándome. Incluso que te acompañen o acompañar a reuniones. Es también habitual que los mentores se ayuden con algunas técnicas del coaching o de la psicología que a ellos les ha servido y que han aplicado.
¿Cómo elegir un buen mentor?
Ten en cuenta que lo más importante que va a trasmitirse es su experiencia, sus valores y sus conocimientos.
- Busca a alguien honesto, capaz de abrir su experiencia realmente sin guardarse las claves más importantes.
- Que tenga la experiencia que tú necesitas. A mi me pasó con uno de mis mentores que no tenía experiencia online, por tanto no me podía ayudar en ese aspecto.
- Optimista. No hay nada peor que tener a un mentor que lo vea todo siempre negativo.
- Que crea en tu proyecto. Si no le interesa tu proyecto y es honesto, seguramente te diga que no puede ser tu mentor.
- Que sea afable y abierto. Pasarás mucho tiempo con él o ella, es más fácil si la persona te resulta agradable.
- Que se vuelque en ayudarte sinceramente. Cómo te contaba es muy habitual que te de algunos contactos importantes, lecturas, o que te ayude con su experiencia. Si la persona no tiene afán de ayudarte sinceramente seguramente no obtengas todo el rendimiento posible de la experiencia.
- Encuentra a alguien que admires. La relación con el mentor suele ser de superioridad, te sentirás más cómodo si lo admiras o la admiras sinceramente.
- Que tenga muchos puntos en común contigo. Mis dos mentores fueron hombres, me hubiera resultado más útil si les hubiera podido contar también cómo echaba de menos a mi hijo cuando viajaba, o cómo podía hacer para olvidarme del trabajo por las tardes, soltar el ordenador e irme con él al parque.
- No todo es la esfera profesional. En muchos casos aunque busques a alguien para que te ayude con una empresa que estás creando, necesitas también mucha ayuda en lo personal. La actividad emprendedoras al principio es caos y estrés. Por tanto busca a una persona a la que también admires en lo personal. que te parezca una buena persona con una vida equilibrada y feliz.
No es nada fácil encontrar un buen mentor. A veces ese mentor o mentora sólo te ayudará unos meses y luego necesites a otro con otras características. Lo normal es también que una vez pasados las primeras sesiones acudas eventualmente a él o ella para resolver de nuevo algunas cuestiones.
Te decía al principio que el coaching es algo que conozco por fuera, no he tenido experiencia en ello. No sé si es mejor o peor. Quizás dependa también de la persona y lo que necesite en cada momento. A mi desde el principio me atrae más la idea del mentor, porque estoy más segura de que comprenda mis inseguridades y en cierta manera me proteja de ciertas situaciones y me ayude con sus experiencia. Otras personas supongo que prefieren más la estructura del coach y encontrar a través de las sesiones sus propias respuestas.
¿Has tenido alguna vez un mentor o mentora? ¿Has acudido a sesiones de coaching?