Weihnacktsmarkt
El escenario es único, con Santa Croce al fondo. Paseando por la plaza visitamos los puestos, donde se puede comprar dulces, comida típica alemana (y no exclusivamente navideña) y también adornos de navidad y objetos de regalo. Hay de todo, ropa polar, zapatillas de estar por casa, artesanía en barro o incienso, entre otras muchas cosas.Además, se puede degustar el típico vino caliente, vin brulé, que nos traslada a nuestra pasada navidad en Bruselas, y también platos típicos de cerdo, perritos calientes con enormes salchichas alemanas, Pretzels, Stollen... No faltan los puestos de gominolas al peso, pastas de diferentes sabores y también especias. Luces decorativas y adornos para el árbol no pueden faltar en un mercadillo como este, que no os debéis perder si visitáis la ciudad entre el 28 de noviembre y el 16 de diciembre.