Mercadillos navideños en Europa II: Berlín y Praga

Como os prometí la semana pasada, aquí tenéis la continuación del post sobre mercadillos navideños en Europa. Las dos ciudades que os presento son perfectas para pasar un agradable fin de semana paseando por los mercados tradicionales buscando algún que otro regalito.

Berlín y Praga son dos grandes capitales europeas de belleza excepcional, y ahora por las fechas navideñas tienen todavía más encanto…

Si os perdisteis el primer artículo sobre Viena y Praga, os recomiendo que también le echéis un vistazo: Mercadillos navideños en Europa: Viena y Paris.

Mercados de Navidad – Berlín

Hablar de mercados navideños sin mencionar Alemania es prácticamente lo mismo que hablar de pizza sin mencionar Italia. Cuenta la leyenda, o la historia mejor dicho, que el primer mercado navideño fue el de Dresden ¡y apareció en 1434!

Lo que es seguro es que los mercados aparecieron en la Edad Media en tierras germanas y, con el paso de los siglos, se han ido expandiendo hacia el continente europeo.

En Berlín evidentemente hay mercados de este tipo, y ahora que llega diciembre son la excusa perfecta para visitar esta increíble ciudad. En estos mercados se venden productos tradicionales y, excepto los artículos de artesanía, no suelen ser muy caros. Así que ya lo sabéis, para que vuestro viaje salga redondo reservad uno de los hostales Berlin y podréis ahorrar, además, en alojamiento.

Dicho esto, a continuación os presento dos mercadillos perfectos para vuestro fin de semana pre-navideño en Berlín.

Uno de los mercados más visitados tanto por turistas como por berlineses es el que se instala en la enorme plaza frente al castillo de Charlottenburg. Como es tradición, habrá miles de luces iluminando los puestos distribuidos en la plaza, pero este año, además, la plaza será escenario de una especie de reconstrucción histórica.

¿De qué se trata?

El mercado revivirá un periodo concreto de la historia alemana, el Biedermeier, en el que destaca el diseño sencillo y refinado, el gusto por la elegancia simplista. Sin entrar mucho en detalle podemos decir que habrá una especie de mercado de antigüedades en el que los interesados en el tema seguro encontrarán algo de su agrado. Como en todos los mercados de Navidad habrá productos típicos y un ambiente festivo tradicional.

Otro mercado que no deberíais perderos es el de Gendarmenmarkt, que recibe el nombre de WeihnachtsZauber (la Magia de Navidad). Éste es sin duda uno de los mercadillos navideños más bonitos de todo Berlín y es que su situación es prácticamente inmejorable… La plaza está flanqueada por la catedral francesa, la catedral alemana y la Konzerthaus, así que ya os podéis imaginar lo bonito que este mercado puede llegar a ser.

Paseando entre los puestos y luces seguro que os llamará la atención el típico Lebkuchen, una especie de pan jengibre, o el Christstollen, un pan con fruta confitada típico de Navidad. Aunque los Pretzel tampoco tienen desperdicio…

A todos estos productos típicos de los mercadillos navideños alemanes hay que añadirle el Glühwein, el vino caliente especiado, que se ha extendido a muchos otros países europeos, pero que no por eso deberíais dejar de probar… Muchas veces incluso lo sirven en una taza con el nombre del mercado y el año, que os servirá como recuerdo (a mí personalmente este vino no me gusta, pero solo por la tacita ya merece la pena…).

Berlín es una ciudad increíble, y los mercados de Navidad pueden ser la excusa perfecta para ir a visitarla.

Mercados de Navidad – Praga

Praga es otra ciudad que para fechas navideñas da lo mejor de sí y un encanto muy especial la invade. Y lo mejor es que comparada con otras ciudades europeas Praga es relativamente barata, de modo que ni siquiera necesitáis la excusa de los mercados navideños para visitarla. En la mayoría de hostales Praga, por ejemplo, encontraréis habitaciones privadas para la primera semana de diciembre por unos 20€. No está mal, ¿verdad?

La ciudad os enseñará su lado más romántico. Las luces de Navidad se reflejan en las fachadas de las casas y el pavimento de la parte vieja de la ciudad, creando un ambiente muy difícil de describir.

Uno de los mercados más importantes es el que se instala en Staromestske, la Plaza de la Ciudad Vieja. La plaza en sí es una joya y cuenta con edificios antiguos, bonitos ejemplos de arquitectura gótica e iglesias de estilo barroco, por no mencionar el símbolo de la ciudad, el Reloj Astronómico, y la estatua de Jan Hus.

El mercado se inaugurará este año el 5 de diciembre y constituye una de las maravillas invernales de esta ciudad europea. Los puestos de venta repartidos por la plaza son pequeñas cabañas de madera que transforman la Ciudad Vieja en un pequeño pueblo de lo más tradicional (o esa es la sensación que me dio a mí, por lo menos).

Cuando os entre el hambre, podréis combatirla con parek v rohliku, una especie de perrito caliente a la checa; y si queréis algo más navideño, Trdlo es la opción ideal (unas pastas dulces y especiadas en forma de cilindro). Para haceros pasar el frío lo mejor es el vino svavrene, el típico vino caliente con especias, y el famoso grog, un ponche delicioso a base de ron que os hará pasar el frío bien rápido.

El mercado de Staromestske es uno de los más famosos y más visitados de Europa, así que ya sabéis lo que toca. Sin embargo, una vez en Praga no deberíais perderos un bonito paseo a lo largo del Danubio y a través del Puente de Carlos para llegar hasta el castillo.

Sobre todo al anochecer y especialmente durante estas fechas, el alumbrado navideño os ofrecerá unas vistas magníficas a la ciudad que tendréis la necesidad de inmortalizar y enseñar luego las fotos a amigos y familiares. Seréis la envidia de todos…

Gracias por las fotografías en Flickr a -12ºC, Jule_Berlin, Natashenka, mp3ief y christopher.woo.