Revista Cultura y Ocio
Releo la hermosa colección de artículos Mercado de Barceló, de Almudena Grandes, cuya prosa siempre me encandila. Tiene lirismo, melancolía, grandes dosis de inteligente observación y un manejo espléndido del lenguaje, lleno de destellos de humor y de buena música sintáctica. Dicho lo cual, me pregunto (no es necesario que nadie me indique mis absurdos: yo mismo soy consciente de ellos) por qué extraña razón no frecuento más libros de esta autora. Tengo diez o doce en mi biblioteca sin abrir y, paradójicamente, cada vez que he acudido a uno de ellos me ha maravillado. A lo mejor es cuestión de proponerme leerlos todos en fila, uno detrás de otro, y dejarme ya de demoras.Apunto aquí algunas de las frases que burbujean en este libro formidable: “Escribir es, sobre todo, mirar el mundo, pero el resultado no depende sólo del paisaje. También cuenta la mirada”. “Amar a alguien significa pedirle perdón todo el tiempo”. “La realidad, ese horizonte compacto y neutro que nos contiene”. “El envoltorio de la sabiduría es la humildad”. “Vivo con personas muertas, y paso junto a otras, que están vivas, sin darme cuenta de que no se han muerto”.