A ver… seamos coherentes por una vez, amigos libertarios…
¿Qué sentido tiene que, para pasar de un modelo de trueque a uno basado en la moneda, que sirve esencialmente para poder “modular” los intercambios comerciales, adquiriendo justamente lo que uno necesita, uno deba “truequear” primero sus bienes con oro u otro bien que, inicialmente no le interesa para nada?!
Puede parecer una pregunta muy enrevesada, pero no lo es, en absoluto. Es esencial y su respuesta creo que demuestra que el patrón oro es un error en la actual filosofía económica del liberalismo económico.
¿No sería más sencillo que, en esa supuesta fase de transición de un modelo económico basado en el trueque a uno basado en la moneda, se inventara un nuevo producto, llamado “moneda” y que tuviera la utilidad que hoy mismo tiene (adquirir sólo lo que uno realmente quiere y deshacerse de los bienes que no necesita) sin necesidad de seguir utilizando el trueque primero, en este caso, con el oro?
Que eso sea una operación compleja no significa que no sea la única válida desde un punto de vista formal.
Caso práctico
Yendo a un caso práctico, si yo soy un pizzero y necesito una silla, pero ya no quiero producir 100 pizzas para obtener una silla, porque, entre otras cosas, a lo mejor no encuentro nadie que acepte ese trueque, ¿Por qué debería tener que encontrar a un vendedor de oro que sí acepte pizzas a cambio de oro?!
Trasladando la pregunta al momento actual: ¿Por qué un banco debería aceptar una pizza a cambio de darnos 10 euros? Un banquero no tiene porqué salirse del mercado y si vende un producto (dinero, en este caso) tiene toda la lógica que también espere un rendimiento en forma de dinero (el interés del préstamo), como todo el mundo espera en un sistema comercial monetario…. ¿O no?!
¿Es difícil integrar el sistema bancario en el Mercado Libre? Sí, eso parece, pero esa dificultad no implica que no se pueda realizar esa integración, de alguna manera.
El que no se diera una integración bancaria dentro del Mercado Libre en los tiempos en los que se inventó la moneda, no significa que ese modelo antiguo de transición, basado en el patrón oro, sea el más correcto. No debemos de olvidarnos de la tecnología actual, de nuestra mayor capacidad intelectual, etc.
El Bitcoin
El Bitcoin representa a la perfección lo que estoy comentando: Con el Bitcoin ya no es necesario el respaldo de la moneda en ningún sentido.
El Bitcoin es un sistema con una gran ventaja y un gran inconveniente asociado a esa ventaja: Tiene la ventaja de que no hace falta confiar en la persona con la que hacer la transacción. El inconveniente es que, para conseguir esa ventaja, el sistema es tremendamente complicado, basándose en encriptación matemática de alta dificultad.
La complejidad del Bitcoin hace que sólo unos pocos confíen en él. Será muy difícil que alguien que no entiende un sistema monetario, deposite su capital en él. Sobre todo, porque huye de un sistema monetario que tampoco entiende muy bien y que también ha resultado ser totalmente fraudulento, como es el sistema bancario-estatal actual.
La gente no puede tener una seguridad total en el Bitcoin porque precisamente nunca lo podrá entender (la gran mayoría). Es decir, yo creo que, por mucho tiempo, seguiremos necesitando un sistema monetario basado en la confianza. Y, por lo tanto, el mercado libre, seguirá jugando un papel fundamental, fulminando a los estafadores y ladrones del sistema, en cuanto se detecten.
Por otra parte, aunque no se deba prohibir, el mercado global o la globalización en sí misma, no es especialmente un tema de interés al Libertarismo, más centrado en la gestión localizada, donde la confianza mutua es muy importante, sencilla y posible.
Libre comercio monetario
Como conclusión, un modelo interesante (aunque aparentemente descabellado) sería eliminar los bancos centrales y dejar que los bancos comerciales intentaran CONVENCER a la gente para que usaran sus préstamos de monedas “BBVA, SANTANDER…” Habría una tabla de cambio para todas las monedas disponibles y su valor interrelacionado iría cambiando en función de que fueran administradas correctamente o no (tal como debería hacer un banco central y que no hace porque está en manos del Estado, inepto, corrupto, etc.)
El proceso sería como sigue:
- Yo, como pizzero, me informo y parece que la moneda gestionada por un banco en particular es muy estable en su valor y es admitida por muchas empresas.
- Entonces me dirijo a ese banco a pedir un préstamo con la promesa de que voy a devolverlo con los respectivos intereses.
- El banco estudia la viabilidad de mi promesa.
- El banco me da el préstamo.
- Poco a poco voy devolviendo el dinero prestado, más los intereses acordados.
- Los intereses acordados, son el beneficio del banco y el resto se anula como dinero en curso.
Ese sería el proceso natural, o uno de los procesos naturales, el supuestamente más habitual.
¿Qué pasaría si yo no puedo devolver el préstamo? Si yo no puedo devolver el préstamo, entonces ese banco tiene más dinero en el sistema de lo que es necesario (yo no he podido darle valor a ese dinero, al no poder devolver el préstamo). Por lo tanto, el valor del dinero de ese banco cae con respecto de las otras monedas, por lo que el beneficio real del banco (el interés que me cobró) también es menos… Por esta razón, el banco es el primer interesado en que se devuelvan todos los préstamos concedidos. Lo que asegura que la gente, ni el banco, harán trampas…
Para que se acabe de entender cómo funcionaría el Mercado Libre del dinero, si un banco da indiscriminadamente préstamos, su moneda se devaluaría enormemente, hasta no valer nada… Eso es lo que pasa en economías muy intervenidas como la venezolana, ahora mismo: El peso ya no vale nada… Por lo tanto, el banco, aunque tuviera muchos “billetes”, en realidad no tendría nada de valor…
Yo creo pues, que el Libertarismo debería caminar hacia ese sistema monetario, basado en pequeños grupos sociales que se relacionan bajo el supuesto de la confianza y de la reacción del mercado, ante el resultado de su ausencia. Y definitivamente, dejar el concepto del patrón oro para cuando no sabíamos hacerlo de otra manera…