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El Paseo la Plaza siempre nos ha cautivado a los vecinos por su enigmático espacio urbano cuyo lenguaje empatiza con el imaginario colectivo de la heterogeneidad de una ciudad, especialmente como Buenos Aires.
El predominio del vacío, el aire y la vegetación ilustran literalmente la identidad de la plaza como su nombre indica. Sus callejones de adoquines rodean los teatros donde cada edificio tiene una identidad que emula claramente a un antiguo pueblo. Es en este atributo único, tan valorado por el usuario, donde analizamos cómo podemos integrar una nueva identidad. Una identidad que debe mantener a «La Plaza» como protagonista y a «Manduca» como su mercado necesariamente integrado.
Esta cuidada integración entre ambos mundos, se traduce en un elemento que definimos con el nombre de “cinta” y constituye la identidad del mercado. Es una plataforma de comunicación en sí misma y comunica un lenguaje contemporáneo, dinámico e integrado en toda la longitud de su desarrollo que, además, cuenta con una propuesta de vegetación sustentable. De esta forma, Manduca es también una plaza dentro del paseo.
La estrategia ha sido mantener la heterogeneidad de sus edificios en su aspecto tectónico y formal, pero hemos ejecutado una homogeneización de sus volúmenes implementando tonos oscuros, de manera que el edificio que define el nuevo uso, » el mercado» se diferencia, no sólo por sus tonos claros, sino también por su tectónica.
El edificio del “Paseo de la plaza” es muraría y densa, y el nuevo edificio que denominamos “cinta” es ligero y de chapa. Esta pieza se eleva del nivel del suelo, entre canteros vegetados, conteniendo 10 fachadas de locales comerciales diseñados como ventanas de los antiguos bares de la acera. Su mobiliario frente a las ventanas está resuelto a través del mismo lenguaje.
Con el mismo lenguaje de los porches, hemos definido zonas de uso común para los comensales del complejo, como si fuera una continuación natural del sistema constructivo.
Propusimos un pavimento blanco en las fachadas de los locales como si fueran sus propias aceras. A continuación, el color gris y después el negro, generan un degrade hacia una figura orgánica central que emula un arroyo y unifica las zonas verdes ajardinadas a lo largo del paseo. Su disposición diagonal une las zonas de uso común a ambos lados del mercado.
Las grandes zonas ajardinadas situadas en el perímetro de la torre han sido intervenidas permitiendo el uso dentro de ellas, mediante un pavimento transitable y absorbente. Allí se propuso un mobiliario urbano de cemento de figuras orgánicas que, a partir de su morfología, acompañan las áreas verdes llenas de nuevas especies autóctonas.
En el primer nivel, frente a la sala de teatro principal, se establecieron las áreas comunes a través de mesas comunales del tipo picnic. Esta área se encuentra cubierta por dos grandes telas tensadas y debajo de ellas una suerte de guirnaldas que iluminan bajo un código tipo kermes.
Se adaptó el paseo Manduca de planta baja con un baño de discapacitados y además un montacargas que conecta los sótanos y planta baja de la mitad de los locales comerciales.
Equipo de proyecto: Arq. Ludmila Timerman Arq. ,Tomas Molinaro, Arq. Mora Varela Paula Miano
Documentación ejecutiva: Hitzig Militello arquitectos Guillermo Yoshihara
Dirección de obra: Arq. Marcela Bernat
Programa: Mercado
Superficie Paseo comercial: 1210 m2 / Planta baja 550 m2, Planta alta 660 m2
ProveedoresAcontec SA – Contratista general
Sassi -Herreria
Quadri – solado
Edfan- Solado
Huup -iluminación
E27- iluminación
El ceibo- jardineria
Oficios asociados- mobiliario.
Durban- mobiliario.
Wagg- soluciones tensadas
Krapa- Mobiliario y carteleria
Renders: Arq. Tomas Molinaro
Fotografia: Alejandro Peral
Asesores Branding: Estudio Nuar
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