A principios de diciembre son nombrosos los mercados de Navidad que visitan los pueblos y ciudades. Hoy os voy a recomendar el Mercado Medieval de Vic, que aunque su temática no es estrictamente la Navidad, su ambiente, sus calles y sus distintas paradas son ideales para pasar un día entretenido con los más peques y aprovechar para hacer alguna que otra compra en estas fechas.
Ya son muchos los años que Vic organiza durante el puente del 6, 7 y 8 de diciembre este Mercado y he de decir que año tras año la experiencia les ha hecho conseguir un Mercado Medieval grandioso y muy bien organizado teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que lo visita.
Desde que se desdobló la C25 (Eix transversal) el acceso al Mercado Medieval ha mejorado muchísimo, evitando aquellas las largas colas que antes se formaban en esa carretera.
El truco para visitar este Mercado Medieval: madrugar y a las 11 de la mañana ya estar paseando por las calles de Vic.
Nosotros llegamos a Vic hacia esa hora, no había colas a la entrada de la ciudad y habían bastantes aparcamentos gratuitos (eso sí, teniendo que hacer un poco de caminata, entre 10 y 15 minutos). Si queréis mayor comodidad, y sobretodo si vais con niños pequeños, tenéis dos opciones:
A) Dejar a los peques con algun adulto en el centro de la ciudad, ir a aparcar en los aparcamentos gratuidos de las zonas más periféricas y una vez acabada la visita a la Feria, ir a buscar el coche y recoger a los peques nuevamente en el centro (así les evitamos una buena caminata y tener que aguantar su cansancio…ya me entendéis).
B) Ir a uno de los parkings privados del centro, que están justo en la Feria. Cuestan unos 2,40 euros la hora.
Una vez con el coche aparcado y ya metidos en el centro de Vic son muchas las opciones que tenéis para hacer:
- Recorrer las centenares de paradas del Mercado (bisutería, objetos medievales, ropa, comida, juguetes artesanales, etc). Las hay de todos tipos y todas muy bien ambientadas y decoradas, repartidas por toda la zona centro, des de las Ramblas hasta las callejuelas del centro, la catedral y la Playa Mayor. No las he contado, pero yo diría que si no llegan a mil, ¡poco les queda!.
- Ir al espacio de peques situado en una de las zonas de la Feria. Allí encontraréis actividades para los más pequeños, algunas gratuitas y…otras no. De gratuitas: cuentacuentos, titellas, … De no gratuitas: maquillajes y unas atracciones muy chulas que funcionan sin electricidad ni motores, son atracciones manuales que funcionan con la fuerza motriz más antigua de toda la vida: la física. Los encargados de las atracciones las mueven a través de mecanismos manuales, manivelas, etc… A los niños les encantan y además se aprovecha para concienciar que no siempre hace falta consumir recursos como la electricidad y el petróleo. Algunas de las atracciones de este año eran: un barco, las sillitas, un tiovivo, carreras de cavallos, pista “americana” medieval, etc.
- Actuaciones. En toda la zona del Mercado se van alternando pasacalles, danzas,… que llenan de música las calles.
- Comer. Seguramente pensaréis que comer en un Mercado que recibe miles y miles de visitantes cada día debe ser misión imposible. Pues os diré que NO! siempre que sigais la siguiente recomendación: comer pronto. Por todo el Mercado hay decenas de paradas para comer que hacen carne a la brasa, con pan con tomate, arroz, albóndigas, bocatas, etc. Los precios oscilan entre los 5 euros de un bocadillo de butifarra con bebida y los 10,50 euros un menú medieval (judías, patatas fritas, cebolla frita, butifarra, pinchito, chistorra y pan). Con el menú medieval comí yo y mi hijo de 3 años. Algunas de las paradas tienen incluso zona de picnic para sentarse cómodamente en una mesa. Si, como os he dicho, vais a comer pronto, a las 13h o antes, os será bastante fácil encontrar mesa con sillas y no tendréis que hacer colas. Si por lo contrario vais tarde a comer, tendréis que comer en el suelo o de pie y hacer larguísimas colas. La comida de las paradas está requete-buena, toda la carne hecha a la brasa.
- Y muuuucho más. Por ejemplo, otras de las cosas que le gustó mucho a mi peque:
La catapulta. En el río, en la zona de los oficios, instalan una catapulta con la que de tanto en tanto disparan sacos de harina (creo que era harina por el color). Mi Peque se quedó alucinado viendo como disparaban con ese estraño chisme esos sacos hacía el cielo.
La zona de aves. Halcones, buhos y otras aves rapaces.
Así pues, os recomiendo mucho este Mercado Medieval, tanto para recorrerlo durante un rato como para pasar todo el día. Nosotros fuimos de 11 h a 15 h y después aprovechamos para ir a la Fira de l’Avet de Espinelves (que otro día os contaré y que está muy cerquita de Vic). Fue el tiempo justo para recorrer las calles, para que el peque disfrutara de la zona infantil, ver algunas de las actuaciones y comer tranquilos sin que el peque llegara a agobiarse. Y eso en el mejor momento del día: el mediodía. Vic es una ciudad muy fría y es muy recomendable aprovechar las horas de Sol de mediodía para recorrer sus calles. No olvidéis gorro, bufanda y guantes.