Revista Viajes

Mercados

Por Mteresatrilla

Antes de meterme de lleno con el relato del viaje, me apetecía hacer un pequeño paréntesis y dedicar un capítulo a una actividad -si puede llamarse así- que me encanta hacer en cualquier parte del mundo y además no cuesta dinero: visitar mercados (que no es lo mismo que mercadear, sinónimo de comerciar).

Los mercados son libros abiertos, museos vivientes, que nos ofrecen la posibilidad de conocer infinitos detalles sobre la manera de vida en una determinada población. Sólo es cuestión de andar con los ojos abiertos y la mente receptiva y seguro que la experiencia será muy enriquecedora.

Casi cualquier tipo de mercado me resulta interesante. Digo casi, porqué en realidad, los mercados o mercadillos de ropa no me entusiasman y acostumbro a dejarlos de lado. Mis favoritos, con diferencia, son los de productos alimentarios, que es donde se acostumbran a ver menos turistas o como mínimo donde acuden los locales a hacer sus compras cotidianas. Bueno, en algunos casos, como en el magnífico mercado de la Boqueria de Barcelona y si tengo que juzgar por el número de cámaras fotográficas que allí se ven, creo que el número de turistas debe superar ya a los locales, por lo menos en los meses de más afluencia de visitantes que coinciden además con los meses en que la mayoría de barceloneses están de vacaciones.

Colores, olores, el griterío de la gente … la vida y el frenesí que se respira en un mercado es difícil de encontrar en cualquier otro lugar de la ciudad. Como es obvio todos ellos tienen muchos puntos en común, pero en cada rincón de mundo tienen personalidad propia.

Me enamoran especialmente los mercados de los países árabes … Marruecos, Yemen, Jordania o Turquía, donde el aroma de especias embriaga y cada puesto es una auténtica filigrana, una obra de arte.

Por vistosidad ganan los mercados de algunos países latinoamericanos donde el color de las mercancías se confunde con el colorido de los vestidos de la población indígenas: Chichicastenango, Sololá, Antigua, San Juan Chamula…entre otros

Los africanos se presentan más desorganizados, más caóticos, pero encontramos en ellos un sinfín de raros artículos y fetiches que despiertan todo tipo de sensaciones: cuernos o cabezas de animales, piel de serpiente o cualquier otro ingrediente necesario para elaborar el fetiche según receta del brujo.

Por supuesto también acostumbramos a pasear por los mercados de cualquier ciudad europea. Algunos están ubicados en preciosos edificios que sólo por ello merecen una visita. Me gusta entrar también en los supermercados o tiendas de barrio y ver qué tipo de productos se consumen, las frutas y verduras, los embutidos y quesos e intento descubrir en las estanterías aceites, vinos y cavas de mi región.

En fin, que me he ido por las ramas y lo que iba a ser un comentario sobre algunos de los mercados visitados durante éste viaje veo que da tema para varios relatos.

Los mercados de los países del Sudeste Asiático, quizás no brillen con los colores de los mercados de Guatemala o Chiapas ni huelan a incienso o mirra como los zocos del Yemen pero se pueden encontrar en ellos productos difíciles de ver en otros lugares. La mezcla de culturas que conviven tanto en Malasia como en Singapur ha dado lugar a una rica y variada gastronomía con influencias chinas, indias o incluso tailandesas. A los asiáticos en general y concretamente a los malayos les encanta comer. Cualquier hora es buena para comerse un plato de arroz, un dim-sum o unos fideos, los deliciosos mee. En Singapur acudimos a las Jornadas Gastronómicas que se celebran anualmente y de las que ya hablaré, una buena ocasión para degustar algunos de los distintos platos.

Para un occidental ciertas especialidades nos resultan un poco extrañas por llamarlo de alguna forma: rollizos gusanos (que al fin y al cabo no se diferencian tanto de las gambas), enormes sapos, pescado seco, huevos negros llamados también huevos centenarios, nidos de vencejo para la elaboración de sopas … en fin, todo un mundo por descubrir y por saborear, aunque para ser sincera, de entrada me quedo con los fideos.

Algunas fotos de distintos mercados y productos de la zona:

Mercados

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Las fotos corresponden a mercados de Kuching y Miri en Sarawak (Borneo), Sandakan en Sabah (Borneo) y de Singapur.

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