Norelys Morales Aguilera.- Cuando España sigue a la cabeza del desempleo en Europa con un 20,4 por ciento, lo que se traduce en que el 62 por ciento de las familias numerosas allí tiene alguno de sus miembros en situación de desempleo, y en un 13 por ciento de ellas los dos padres se han quedado sin trabajo, los ex presos cubanos se siguen quejando por maltratos.
Recibidos por Mariano Rajoy, Aznar, eurodiputados, terroristas y mimados de la prensa, con asistencia económica y otros beneficios que no tienen muchos españoles, los mercenarios isleños aún están faltos de cariño.
Al darles la bienvenida a la Madre Patria colonialista, que no solidaria o proletaria, el Presidente del PP dijo: “Continuaremos trabajando y ayudándoles hasta que Cuba alcance la democracia. Ya saben donde estamos. Cualquier cosa que necesiten de mí estoy a su disposición. Su lucha merece la pena y nos tienen detrás al Partido Popular y a la gran mayoría de los españoles”. Eso de la "mayoría de los españoles" es distinto.
Varios de los excarcelados por el rrrrégimen castrrrrista (pronúncielo así para que suene fuerte) han denunciado hoy que se encuentran "desamparados y abandonados" por las autoridades españolas, "que no han cumplido con las condiciones que pactaron" en un principio con el Gobierno de la isla, según Efe, que no tiene "r".
"En España se están violando prácticamente nuestros derechos humanos", ha señalado a dicha agencia, Juan Antonio Bermúdez Toranzo, vicepresidente de la Fundación Cubana de Derechos Humanos, en la entrada del "Hostal Welcome”, un hostal de terror. (ver imágenes)
Para el ex preso cubano la situación por la que están pasando, tanto él como muchos de sus compañeros, obedece a que "el Gobierno de Castro está en complicidad con el de José Luis Rodríguez Zapatero y con el cardenal Jaime Ortega de La Habana".
"Están manipulando las informaciones. Nos traen para acá y nos dejan abandonados. Están mezclando presos comunes con presos políticos y generando una red de espías", ha dicho. Sin comentario.
El proceso de liberación de presos políticos del llamado grupo de los 75 que el Gobierno de Cuba inició en julio pasado con la mediación de la Iglesia católica y el apoyo de España ha concluido antes de ayer con la liberación de los dos últimos encarcelados.