Por Ernesto Hernández (Colaborador de la Santamambisa)
Una posverdad sobre Cuba de medios que a medias cuentan invasiones de comandos con cuello y corbata.
En el escenario mediático contra Cuba se pone a prueba un ejemplo de la imposición de la “posverdad”. Se cuenta a medias, la risible provocación orquestada en una campaña. cuyos títeres son ex actores de la política y funcionarios asalariados, que no declaran las ganancias obtenidas de cumplir con proyectos subversivos contra la Isla grande.
El concepto encierra en si, la apelación a mociones y deseos públicos de imponer historias carentes de objetividad. Resulta que, ahora, un país en su defensa, no puede impedir la entrada a personas que comprometen su seguridad nacional.
Cuando las potencias aplican prohibiciones de entrada, se amplifican mensajes de “corrupción”, “terrorismo” y toda case de argumentos para justificar las medidas punitivas contra funcionarios gubernamentales; véase Rusia, Venezuela y cuantos incluyen en listas por “no ser bienvenidos”.
Pero a Cuba la ponen en el otro extremo. Es que un país, ¿no tiene derecho a evitar planes de intentos para desestabilizar su situación interna, por mercenarios vestidos de cuello y corbata; y no de comandos camuflados? La verdad se cuenta a medias por aquellos que no investigan y reproducen hechos fuera de contexto.
Buscan respuesta, sin leer la explicación cubana, firmada por el Ministerios de Exteriores. Su objetivo rebasa la condena a Cuba y arremeten contra sus gobiernos de origen para, de forma oportunista, demandar intereses supuestamente nacionales, diseñados en planes de golpes de estado “blandos” contra países o situaciones en busca de la Paz.
Estos ex presidentes y diputados no son importantes para los medios durante el año, basta que llegue el momento de utilizarlos y llueven entrevistas y titulares para defender sus “derechos humanos”. El resto del tiempo, mientras disfrutan de los beneficios financieros de sus performance, los medios de a media, le dan el valor mediático que tienen: ninguno.
Luchar con la verdad en el reconocido 4to. Poder, es tarea de los inconformes y las herramientas digitales están disponibles. Solo es necesario, emplearlas oportunamente para minimizar la posverdad y amplificar la verdad. ese sería el cambio revolucionario en estos tiempos de amor y cólera.
- Posverdad: según la Real Academia Española, refiere “a toda información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público”.