No obstante el “elevado espíritu” del Premio Nobel cuyo fin es reconocer las expresiones que lleven a cabo el mayor beneficio a la humanidad o que destaquen en una contribución notable a la sociedad, fuera de toda índole política y social, a Jorge Luis Borges, tras ser nominado en constantes ocasiones y ser considerado el literato argentino más influyente del siglo, le fue negado el reconocimiento.
Este acontecimiento trajo consigo especulaciones y mitos. Se atribuye la descortesía a factores políticos y personales. Por un lado, en el año de 1976, Borges se reunió con Augusto Pinochet en Chile, dictador que hizo correr sangre de guerra tras el régimen militar. Tras el encuentro declaró ante la prensa que Pinochet era una excelente persona por su cordialidad y su bondad y dijo encontrarse muy satisfecho, ¿monstruosidad o ironía de Borges? El otro hecho que se cuenta fue decisivo para no ser galardonado. En una cena con escritores suecos, en donde se leyó un poema de Lundkvist, el cual ridiculizó Borges antes de saber la autoría del escrito. Lundkvist, quien llegó a ser secretario permanente de la Academia Sueca se indignó, lo que costó a Borges la despedida al honor más grade que puede recibir un escritor, ¿será esa también razón para que el argentino quede en el olvido?
Jorge Luis Borges, con sus relatos, ensayos, poemas y cuentos, fue el precursor del movimiento denominado “el boom latinoamericano”, que marcaría la historia de la literatura a nivel mundial.
En sus relatos, se aprecia una agudeza crítica, que se caracteriza por una profundización en la cultura y el misticismo, utiliza referencias concisas y remarca “literatura, no historia”. Puntualiza hechos históricos y seres mitológicos llevándolos a mundos de gran reflexión y de búsqueda. Se aprecian ambientes ruines y escenarios realistas situados en los suburbios cuyo protagonista suele ser tímido y taciturno, en una misteriosa búsqueda de su propio camino en medio de la erudición.
La trama recurrente son los sueños que se desprenden de alucinaciones inimaginables que llevan a los personajes a un destino generalmente opacado por su miseria, ya sea la locura, la muerte o derruido por la culpa. Infierno, dolor y libertad, son temas que lleva al extremo en sus elucubraciones y delirios. En su poesía, Borges muestra una identidad nacional, y solloza por una sociedad en descontento.
Existe una contradicción, entre las autoridades que marcan la vida y el destino de los pobladores versus una represión que busca salir, en el poema “El truco”, se repite una y otra vez ” los jugadores de esta noche copian antiguas bazas… los mismos versos y las mismas diabluras”, y concluye “Pintados talismanes de cartón nos hacen olvidar nuestros destinos”, grita desesperado por no conformarse con la política que marca la vida y el destino de sus compatriotas. Jorge Luis Borges, sin duda, determinó una etapa en la literatura universal, un hombre que tras el sufrimiento y a pesar de intentar el suicidio, enfrentó sus últimos días con el reconocimiento de su pueblo, se glorifica al hombre que no hablaba de venganzas ni perdones, el hombre que escribió que el olvido es la única venganza y el único perdón.