La ecología ha sido una fuente de inspiración para muchos artistas de todas las tendencias. Esto ha sido más evidente en determinadas corrientes ligadas a una cierta espiritualidad relacionada en muchos casos con creencias de origen oriental. En el caso de Meredith Monk, no estamos ante una persona que haya hecho de sus creencias una seña de identidad paralela a su música como sí lo han hecho otros artistas. Además su confesión es judía lo que no impide que entre sus lecturas habituales se encuentren textos de toda procedencia incluyendo obras de autores budistas como es el caso de la que inspira este disco.
El título del disco está inspirado directamente en el ensayo “Writers And the War Against Nature” del poeta “beat” Gary Snyder, ganador del premio Pulitzer y activista ecologista desde hace muchos años. En esa obra, el autor defiende que el papel del artista debe ser el del “portavoz” de la naturaleza reivindicando su cuidado y condenando las agresiones del hombre hacia ella por todos los medios de expresión que le permita su arte: danzando si uno es un bailarín o mediante la música si uno es cantante.
Así pues, Meredith intentó componer una obra para hablar en nombre de la naturaleza, que es lo que significa su título: “On Behalf of Nature”. Sin embargo esta tarea fue mucho más complicada de lo esperado. Pese a ser una persona muy interesada por el ecologismo y haberse informado sobre temas como el cambio climático durante muchos años, este conocimiento no terminaba de plasmarse en una expresión musical. Por ello, buscó otro enfoque. Cuenta en las notas del disco que una parte de su labor como compositora incluye la elaboración de una especie de diarios en los que anota diferentes ideas que se le van ocurriendo con la intención de revisarlas posteriormente y, eventualmente, incorporarlas a futuras obras. Durante la creación de “On Behalf of Nature” probó a revisar todos sus viejos apuntes en busca de motivos que encajasen en lo que buscaba para el nuevo trabajo encontrando gran cantidad de ellos que le sirvieron, además, para crear muchos otros nuevos con los que dar forma a un disco verdaderamente inspirado en el que podemos encontrar la versión más completa de Meredith Monk puesto que combina su habitual expresión vocal, tan impresionante como siempre, con un renacido interés por la música instrumental cimentado en los años más recientes en los que ha escrito obras para orquesta, cuarteto de cuerda y varias formaciones instrumentales más que no había explorado en la misma medida en sus primeros años de carrera.
Como la mayor parte de su obra, “On Behalf of Nature” fue publicado en el sello ECM. Cuenta con la participación del Vocal Ensemble de la artista integrado por Sidney Chen, Ellen Fischer, Katie Geissinger, Bruce Ramaker y Allison Sniffin (quien también toca el piano, los teclados, el violín y la trompa). Junto a ellos escuchamos a Bodhan Hilash (maderas), John Hollenbeck (percusiones) y Laura Sherman (arpa).
Instante de una de las representaciones teatrales de "On Behalf of Nature"
“Dark / Light 1” - El disco comienza con una breve melodía de flauta “piccolo” que sirve de introducción para la aparición de la voz de Meredith monk acompañada de su grupo vocal y los clarinetes aprovechando las tesituras más graves del instrumento. Entramos entonces en una serie de juegos vocales polifónicos que se mezclan con la marimba y el vibráfono “preparados” al modo que John Cage postulaba para el piano. En la parte final escuchamos el violín de Allison Sniffin que pone el cierre a una pieza llena de misterio.
“High Realm” - Precisamente el violín y las percusiones monopolizan el comienzo de la siguiente pieza, una corta composición en la que las voces y el propio violín se confunden en una algarabía que prolonga la melodía que cerraba el tema anterior.
“Fractal Activity” - Percusión y voces en un bello contrapunto al que se suman poco a poco todos los cantantes son los protagonistas de una canción deliciosa en la que encontramos influencias de Steve Reich mezcladas con polifonía antigua. Una preciosidad de tema, sin duda.
“Environs 1” - Escuchamos aquí una de las pocas piezas estrictamente vocales. A base de repeticiones, Monk nos muestra una canción oscura que hace las veces de transición hacia el siguiente corte.
“Eon” - Contrastando con el anterior, tenemos aquí una composición completamente instrumental, marcada por el ritmo del vibráfono que ejecuta una melodía hipnótica ayudado en la segunda parte por los instrumentos de viento. Una pieza muy intensa que se encuentra entre las mejores del disco sin lugar a dudas.
“Duet with Shifting Ground” - Pese a su título, no nos encontramos ante un dúo en ningún caso ya que son tres voces las que comienzan a interactuar desde el principio de la composición. Lo hacen dibujando una serie de melodías intrigantes pero extraordinariamente bellas. Superada la primera parte del tema escuchamos al violín “pellizcado” durante unos instantes separando así dos de las partes de la composición. La segunda no es sino una revisión de la primera en la que aparecen las maderas como un elemento más que entra en el juego de las voces. Un último interludio de violín nos deja ante la recapitulación final del tema central.
“Environs 2” - Segunda transición vocal del disco, más breve aún que la anterior y que se construye a base de susurros combinados con una extraña percusión.
“Pavement Steps” - Si anteriormente hemos hecho mención a la influencia de Reich, tenemos que hacerlo aquí a la de Philip Glass, cuya presencia en el comienzo del tema es muy poderosa. Curiosamente no tarda en disolverse con la aparición de la propia Meredith Monk cantando en su inconfundible estilo un tema que bien podría haber formado parte de sus primeros trabajos.
“Evolution” - Las voces más graves del “vocal ensemble” de Monk repiten constantemente una especie de mantra sobre el que la propia artista canta (casi maúlla) una serie de fonemas aislados. Los efectos de percusión a cargo de John Hollenbeck son de gran importancia a la hora de construir un entorno en el que las voces puedan evolucionar convenientemente. Otro gran tema.
“Ritual Zone” - Es el turno de las percusiones ahora. Aparecen creando dos tipos de ritmos diferentes que se relevan el uno al otro sobre una profunda base vocal de gran fuerza emocional. Es una de las piezas más interesantes del disco por lo arriesgado del planteamiento pero también por su propia calidad.
“Water / Sky Rant” - Probablemente la pieza más completa del disco en el sentido en que nos ofrece la visión más amplia de Meredith Monk como artista. Al tratarse de la única vocalista que interviene en el tema (Allison Sniffin hace alguna voz adicional pero en un papel muy secundario), nos recuerda a la artista de trabajos como “Do You Be”, quizá nuestro disco preferido de los suyos. A la vez, en el apartado instrumental escuchamos elementos de su herencia minimalista que acompañan a la perfección a la extraordinaria voz de Meredith.
“Memory Zone” - En claro contraste con el tema anterior, tenemos aquí una pieza en la que las voces funcionan como un instrumento más y se integran con ellos para ofrecer una melodía muy inquietante que se cuenta entre lo mejor del disco.
“Environs 3” - Como ocurría con los dos “environs” anteriores, estamos ante una transición sin demasiado recorrido que nos deja frente al tramo final de la obra.
“Harvest” - Una larga sucesión de juegos vocales compone un tema en el que, conforme pasan los compases se van incorporando el resto de elementos comenzando por las percusiones y terminando en el piano tras cuya aparición nos encontramos en medio de una divertida danza de aire infantil que se convierte en el momento más abiertamente lúdico del disco.
“Dark / Light 2” - Llegados a este punto nos encontramos con tres revisiones de sendos temas del disco, concretamente de los tres primeros. En la que abre la serie se sustituye el papel de la flauta piccolo por el del clarinete y las voces del coro quedan reducidas a la de Katie Geissinger.
“High Realm Reprise” - Como su propio nombre indica, escuchamos aquí una versión reducida del segundo corte del disco, quizá menos bulliciosa y también mucho más breve.
“Fractal Mirror” - Algo similar ocurre con esta pieza vocal, reflejo de “Fractal Activity” aunque sin la participación de ningún instrumento aparte de la voz.
“Ringing” - Estructuras circulares se repiten tanto en el tema de las marimbas como en las voces y, más tarde en las maderas. Una preciosidad de tema sin ninguna duda y uno de nuestros favoritos de toda la obra.
“Spider Web Anthem” - El trabajo se cierra con un largo contrapunto en el que participan las voces de la propia Meredith Monk, Katie Geissinger y Allison Smith con el apoyo instrumental habitual en el resto del disco.
Conocimos a Meredith Monk hace muchos años a través de “Do You Be”, disco en el que se recogía una selección de piezas de de la artistas procedentes de distintos trabajos para el teatro y la ópera. En aquel momento, quizá por la instrumentación de muchas de las piezas, escritas para piano y voz, relacionamos su obra con la de Wim Mertens. Más tarde supimos que fue el compositor belga uno de los grandes responsables de la difusión de la obra de Meredith en Europa aunque su reconocimiento por aquí está aún lejos del de muchos de sus colegas.
La obra grabada de la artista no es demasiado extensa pero sí muy recomendable. Tampoco es, desde luego, nada convencional aunque creemos que si se le da una oportunidad termina por ser mucho más cercana de lo que parece. Por nuestra parte, seguiremos comentando sus discos en el blog por ser una de nuestras artistas favoritas.