Después de muchos años intentando averiguar porque los aficionados del Real Madrid ven, cualquier acción que se produce en un campo de fútbol, al revés que el resto de los humanos del planeta Tierra, creo que he dado con el origen del problema, pero ya les adelanto que no tiene solución.
Hay determinados factores genéticos que nos marcan y que nos condicionan para el resto de nuestra vida y ahí está la clave.
El estudio de la mente es un mundo por descubrir.
Soy del Madrid, ¿ Porqué lo veo todo al revés ?
Propongo al Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC ), sobretodo por cercanía, ya que está ubicado en Madrid, que ponga a sus mejores científicos, psiquiatras y psicólogos a estudiar la mente de un aficionado merengue y probablemente obtendrán uno de los mayores descubrimientos de la historia para la ciencia cognitiva.
Es muy posible que lleguen a la misma conclusión que yo:
Los aficionados del Real Madrid sufren merenguepatía genética crónica, o lo que es lo mismo, una desviación en su cerebro que les viene de nacimiento y les hace ver el mundo al revés. Viven en un mundo paralelo en el que sólo existe su realidad y si el resto de mortales lo vemos diferente es solamente porque ellos son seres superiores y los demás estamos equivocados.
Hay personas que nacen diferentes. No hay que darle más vueltas porque es tan sencillo como eso. Igual que hay hombres que desde que nacen les gustan otros hombres o mujeres a las que les gustan otras mujeres, ¿? porqué no puede haber individuos que ya nazcan genéticamente predispuestos a ver el mundo futbolístico al revés ¿?
Mentir frecuentemente también puede ser una enfermedad. Aunque todas las personas dicen mentiras, pero decirlas con frecuencia como les pasa a los merengues es mitomanía, en este caso, deportiva.
Probablemente no exista alguna persona en el mundo que no haya dicho mentiras alguna vez por inseguridad o baja autoestima, pero también mienten las personas que son muy "pretenciosas" y que piensan que con desacreditar a alguien con sus mentiras, van a lograr un mayor reconocimiento ante los demás.
El pretexto de mentir, ocultar algo, o no decir toda la verdad, puede tener muchas aparentes razones, pero acostumbrarse a hacerlo se puede convertir en una enfermedad psicológica llamada mitomanía, palabra que viene del griego "mitos", mentira, y "manía", modismo.
La mitomanía como enfermedad ya está reconocida, y se califica como tal cuando alguien miente continuamente sin medir los alcances de su mentira, lo que le permite hacer un poco más llevadera su existencia ante una situación muy devaluada de su autoestima o por tener pretensiones muy altas, y llegar a ellas, sin importar a quién daña.
Las causas se deben buscar dentro de la historia personal de cada persona, ya que casi siempre el ser mitómano se relaciona con alguna situación o actitud aprendida o adquirida en la infancia y ya sea por baja autoestima, por miedo o por tener un complejo de superioridad ya que una mentira, puede hacer que una persona se vea a ella misma y ante los demás "más atractiva, inteligente y poderosa".
El tratamiento de este problema debe ser psicólogico y no es fácil, porque lo que para otros es una mentira, para la persona que padece el problema es una verdad que será sostenida fielmente.
En un principio pensé que se trataba de dislexia deportiva, pero no puede ser porque la dislexia es solo aplicable a las personas que cambian el orden de las palabras o las letras, no de las imágenes.
¿ Soy merengue-fatoréxico ?
Pensé también en la fatorexia, que es cuando las personas se ven delgadas antes el espejo cuando en realidad tienen sobrepeso e incluso obesidad.
La bipolaridad era otra de las opciones, pero sólo afecta al estado de ánimo.Finalmente vi un estudio donde explicaba que el ojo ve las cosas al revés, la luz entra por la retina y se voltea en el cristalino, que es la parte que está justo detrás, el cerebro luego procesa la información que le llega y vuelve a darle la vuelta para que veamos las cosas tal como son, es un proceso de práctica y aprendizaje que adquirimos desde el nacimiento.
Aquí es donde podría estar la explicación de la merenguepatía genética crónica. En el cerebro de la parroquia blanca el cerebro no le da la vuelta a las cosas para que lleguen a verlas tal como son. Por algún motivo genético han perdido esa capacidad y les dura toda la vida.
Es un tema bastante grave, la verdad, pues no es lo mismo:
2 tazas de té, que 2 tetazas.
Yo me río en el baño, que yo me baño en el río.
El sida no tiene cura, que el cura tiene sida.
Dos bolas negras, que dos negras en bolas.
No es lo mismo bolas blancas de nieve, que Blancanieves en bolas.
Tejidos y novedades en el piso de encima, que te jodes y no ves nada y encima te pisan.
Una culebrilla negra, que a una negra le brilla el culo.
La calle de Zaragoza, que zara goza en la calle.
Es decir, y trasladándolo al ámbito futbolero, no es lo mismo:
Que no vean las agresiones que los jugadores blancos hacen continuamente.
Que los pisotones y empujones no los consideren agresiones.
Que jugar saltándose el reglamento para ellos sea normal.
Que lo consideren un juego de hombres sólo cuando son ellos los que reparten.
Que tengan libertad para protestar sin ser amonestados.
Que para ellos sea penalti lo que no lo es para los demás.
Que tengan un reglamento especial sólo para ellos.
Que las manos dentro de su área nunca sean penalty.
Que sólo vean teatro en otros equipos cuando son los más teatreros.
Que acusen de robar cuando son el equipo más tramposo de España.
Que consideren sincero al más mentiroso del deporte: Mou.
Que los comités sean más blancos que el Papa.
Que los medios de comunicación los tengan controlados.
Que el Gobierno les “regale” 2 pelotazos con dinero público.
Que no reconozcan la ayuda de Franco en el robo de Di Stéfano.
Que vean normal el periodo de José Plaza como dirigente de los árbitros.
Que vean lógicas las decisiones del “abuelo” Flórez, al frente del Comité de Disciplina.
……
Y podríamos estar hasta el año que viene citando todo lo que ven al revés.
¿ Se puede ser más falso ?