¿Hasta donde puede llegar un tipo como Rajoy? Difícil de contestar. Este hombre se supera día a día. Nunca había visto un caso de un individuo que hoy diga blanco y mañana negro, con tanta tranquilidad, como si bebiera agua. Y así, constantemente. Una vergüenza para este país.
Primero, recordemos que el rescate bancario era modelo, él había presionado para que se permitiera. Gracias a su presión habíamos conseguido resolver el problema. Una línea de crédito –nada de rescate-- sin contrapartidas. Y se marchó al fútbol, tranquilo, contento y con la conciencia de haber hecho los deberes.
Al día siguiente, Europa se mofa y se cabrea y empieza a decir que fue Barroso quien pidió el rescate y que, de que no hay contraprestaciones, nada de nada. Merkel se indigna y también el BCE, pero Rajoy sigue cual Quijote luchando con gigantes, en pro de un mundo feliz que sólo ve él.
Ahora resulta que en la reunión de los G-20, sale diciendo que el rescate bancario ha sido dañino para España. En primer lugar, ya acepta que es un rescate, y en segundo lugar, lo más importante, es el mismo rescate que según Rajoy era la solución del problema, y ahora dice que ha sido muy dañino.
Y después de la reunión, los líderes más importantes salen diciendo que lo mejor es que España pida el rescate bancario ya y se sepan los detalles del mismo. Así lo manifiestan Obama, Merkel y Hollande.
Pues bien, según Mariano, no es verdad. A él nadie le ha pedido que solicite formalmente el rescate bancario. O sea que tanto Obama como Merkel y Hollande mienten. Mientras que Rajoy, como todos sabemos “siempre dice la verdad y no engaña nunca a nadie”.
Estamos gobernados por un personaje delirante. Si no fuera porque la cosa es seria pensaríamos que estamos inmersos en una comedia de humor, donde el protagonista es un personaje de tebeo: ‘Mariano Rajoy, desmentirá mañana lo que ha dicho hoy’.
Y saben qué es lo más grave. Que me temo que no se da cuenta. Que es simplemente un inepto, un incapaz y un sieso. Un experto cuya virtud es cabrear a todo el mundo, incluido los líderes mundiales, salvo a sus fanáticos seguidores, para luego hacer lo que dicen sus amos, los Mercados. O sea, miente para nada, para provocar situaciones inútiles, y luego se rinde y se vuelve atrás para hacer lo que le ordenan. ¿No es patético?
Estamos gobernados por el gris, tirando a negro. Me temo lo peor, este tipo no puede seguir gobernando este país. En seis meses ha batido todos los récords negativos. Aunque es posible que ya muchos, de fuera y de dentro, estén pensando en sustituirle por inútil. Nunca nadie había dado, en este país, los vaivenes que da este tipo. Es hora de empezar a pedir que se vaya, antes de que nos empuje, definitivamente, al precipicio.
Salud y República