Más de 700.000 personas se suicidan cada año y el problema afecta particularmente a los jóvenes de entre 15 y 29 años, siendo la cuarta causa principal de muerte en esa franja etaria, de acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo cual especialistas en el tema dieron a conocer algunas recomendaciones para realizar las coberturas y, entre ellas, se encuentran, no dar detalles de los métodos utilizados y destacar las historias de quienes pidieron ayuda en momentos de adversidad.
En Argentina, según los datos disponibles más recientes de las Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación, se registraron 2.865 muertes por suicidio en 2021, cifra que superó la cantidad de fallecimientos ocurridos en ese mismo año debido a enfermedades como el Alzheimer, trastornos metabólicos, desnutrición, apendicitis y malformaciones congénitas. En dichas estadísticas también puede observarse que 2.280 de los fallecidos fueron varones y que el rango etario que va de los 15 a los 29 años fue el que más decesos concentró, con 1.076.
Según la OMS, los medios de comunicación pueden ayudar a aumentar la conciencia, sensibilización y comprensión de la comunidad respecto del suicidio, así como a reducir el estigma que existe sobre este problema relacionado con la salud mental. Además, el organismo internacional asegura que informar responsablemente sobre el suicidio es una de las intervenciones indicadas para prevenirlo.
En el marco de “Septiembre Amarillo”, instaurado como el mes para la prevención del suicidio, expertos en salud mental y periodistas debatieron -en un encuentro organizado por la Fundación INECO y la división Upjohn de Pfizer- sobre cuál es la manera más adecuada y responsable de abordar el suicidio en los medios de comunicación, con el objetivo de contribuir a su prevención.
En el encuentro se mencionaron algunos mitos comunes que dificultan un abordaje adecuado del suicidio en los medios de comunicación. Según la OMS, uno de esos mitos es que quienes hablan de suicidio no tienen la intención de cometerlo, cuando en realidad “pueden estar pidiendo así ayuda o apoyo”. Otra falsa creencia -indicó el organismo- es que “la mayoría de las muertes por suicidio suceden de manera repentina y sin advertencia”, mientras los hechos muestran que los suicidios suelen ser precedidos por “señales de alerta verbal o conductual”.
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